Coronilla de la Divina Misericordia más Angelus. Hagamos todos la coronilla todos los días de nuestra vida, no solo le pidamos a Dios por nuestros problemas personales o familiares, sino principalmente …Más
Coronilla de la Divina Misericordia más Angelus.
Hagamos todos la coronilla todos los días de nuestra vida, no solo le pidamos a Dios por nuestros problemas personales o familiares, sino principalmente por los más débiles, por los que son humillados y ofendidos gravemente, por los que sufren, gimen y gritan de dolor, por los que son atormentados y no ven una luz de alivio y de paz; hagamos la coronilla por simple amor a Dios. Hagamos la coronilla confesados frecuentemente de nuestros pecados mortales o veniales, comulgados y santificados día con día por la palabra de Dios (por que la oración del justo es la que Dios escucha); que se termine la oscuridad, el odio, la ira, la envidia, la burla, la competencia, el poder, la revancha, la venganza y la humillación entre los seres humanos, que sólo exista el más puro amor en el corazón de todo los seres humano. Hagamos la coronilla todos los días de nuestra vida, porque si tenemos y sembramos amor y misericordia por los demás, Dios nos dará su inmenso amor e inmensa e inconcebible misericordia mientra vivamos; Hagamos la coronilla por todos nuestros semejantes sin excepción aún por aquellos que nos hayan ofendido gravemente, por todos aquellos que están en vías de perdición de sus almas alrededor del mundo. Hagamos la coronilla para que muchos que no se acercan al gran amor y a la gran misericordia de Dios a través de la sangre de su amadísimo hijo Nuestro Señor Jesucristo se acerquen, se arrepientan y logren la salvación de sus almas. Hagamos la coronilla para que las fortalezas y los ejércitos del mal se disipen, no avancen, no ganen territorio y no se cobren a más almas. Que la victoria total y contundente sea la de Nuestro Señor Jesucristo en todo el mundo y en el universo entero. Hagamos la coronilla todos los días de nuestra vida hasta que llegue el día en que Dios nos llame a su presencia.
Hagamos todos la coronilla todos los días de nuestra vida, no solo le pidamos a Dios por nuestros problemas personales o familiares, sino principalmente por los más débiles, por los que son humillados y ofendidos gravemente, por los que sufren, gimen y gritan de dolor, por los que son atormentados y no ven una luz de alivio y de paz; hagamos la coronilla por simple amor a Dios. Hagamos la coronilla confesados frecuentemente de nuestros pecados mortales o veniales, comulgados y santificados día con día por la palabra de Dios (por que la oración del justo es la que Dios escucha); que se termine la oscuridad, el odio, la ira, la envidia, la burla, la competencia, el poder, la revancha, la venganza y la humillación entre los seres humanos, que sólo exista el más puro amor en el corazón de todo los seres humano. Hagamos la coronilla todos los días de nuestra vida, porque si tenemos y sembramos amor y misericordia por los demás, Dios nos dará su inmenso amor e inmensa e inconcebible misericordia mientra vivamos; Hagamos la coronilla por todos nuestros semejantes sin excepción aún por aquellos que nos hayan ofendido gravemente, por todos aquellos que están en vías de perdición de sus almas alrededor del mundo. Hagamos la coronilla para que muchos que no se acercan al gran amor y a la gran misericordia de Dios a través de la sangre de su amadísimo hijo Nuestro Señor Jesucristo se acerquen, se arrepientan y logren la salvación de sus almas. Hagamos la coronilla para que las fortalezas y los ejércitos del mal se disipen, no avancen, no ganen territorio y no se cobren a más almas. Que la victoria total y contundente sea la de Nuestro Señor Jesucristo en todo el mundo y en el universo entero. Hagamos la coronilla todos los días de nuestra vida hasta que llegue el día en que Dios nos llame a su presencia.
turysta569
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vida nueva
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Bendita sea la Misericordia de Dios
UnCatolico
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Hermoso regalo el de la coronilla, bendito sea Dios 