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¿Y Uds. Quién dicen que soy Yo? Publicado el 10 sept. 2015 Pronto el título «Cristo» se convirtió en un segundo nombre de Jesús. Se encuentra más de 500 veces en el Nuevo Testamento, casi siempre en …Más
¿Y Uds. Quién dicen que soy Yo?

Publicado el 10 sept. 2015

Pronto el título «Cristo» se convirtió en un segundo nombre de Jesús. Se encuentra más de 500 veces en el Nuevo Testamento, casi siempre en la forma compuesta «Jesucristo» o «Nuestro Señor Jesucristo». Pero al principio no era así. Entre Jesús y Cristo se sobreentendía un verbo: «Jesús es el Cristo». Decir «Cristo» no era llamar a Jesús por el nombre, sino hacer una afirmación sobre Él.

Cristo, se sabe, es la traducción griega del hebreo Mashiah, Mesías, y ambos significan «ungido». El término deriva del hecho que en el Antiguo Testamento reyes, profetas y sacerdotes, en el momento de su elección, eran consagrados mediante una unción con óleo perfumado. Pero cada vez más claramente en la Biblia se habla de un Ungido o Consagrado especial que vendrá en los últimos tiempos para realizar las promesas de salvación de Dios a su pueblo. Es el llamado mesianismo bíblico, que asume diversos matices según el Mesías sea visto como un futuro rey (mesianismo real) o como el Hijo del hombre de Daniel (mesianismo apocalíptico).
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La Fuerza esta en la Palabra.
La Fuerza está en la Palabra
Conducen Jorge Casillas y Vero Saro
Sabemos que la "Fuerza" no está en aquel que la proclama, sino que la Fuerza está en la Palabra misma.
Un programa que busca entender de acuerdo al magisterio, cada día más cual es el mensaje y como debemos aplicarlo en nuestras vidas para que "La Palabra de Dios" no se vuelva a Él vacía sino llena de …Más
La Fuerza esta en la Palabra.

La Fuerza está en la Palabra

Conducen Jorge Casillas y Vero Saro

Sabemos que la "Fuerza" no está en aquel que la proclama, sino que la Fuerza está en la Palabra misma.

Un programa que busca entender de acuerdo al magisterio, cada día más cual es el mensaje y como debemos aplicarlo en nuestras vidas para que "La Palabra de Dios" no se vuelva a Él vacía sino llena de frutos. ¡Acompáñetos!