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El “Imperialismo internacional del dinero.” Instrumento de esclavización de la humanidad. El “Imperialismo internacional del dinero.” Instrumento de esclavización de la humanidad. Carroll Quigley, …Más
El “Imperialismo internacional del dinero.” Instrumento de esclavización de la humanidad.

El
“Imperialismo internacional
del dinero.”
Instrumento de esclavización de la humanidad.

Carroll Quigley, autor del libro “Tragedia y Esperanza” -considerado por algunos sectores norteamericanos como la “biblia de la globalización”, afirma:
“...El Poder del capitalismo financiero tiene un objetivo trascendental, nada
menos que crear un sistema de control financiero mundial en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo como un
todo. Este sistema ha estado controlado de un modo feudal por los Bancos Centrales
del mundo actuando concertadamente y por acuerdos secretos, a los que se llegan en
reuniones privadas y conferencias. Cada Banco Central buscó dominar a su Gobierno mediante la habilidad para controlar los préstamos al Tesoro del Estado, para
manipular el mercado de cambios, en la determinación del nivel de la actividad
económica del país y en influir sobre los políticos colaboracionistas mediante recompensas posteriores en el mundo de los negocios. La cúspide del sistema ha sido
el Banco de Pagos Internacionales (BIS: Bank of International Settlements) de
Basilea, Suiza; un banco de propiedad privada y controlado por los Bancos Centrales del mundo, que también son corporaciones privadas ” (PágINA . 324)
En otro pasaje de su obra, Quigley aclara que las cabezas de los Bancos Centrales
mencionados anteriormente no constituyen “poderes autónomos dentro de la finanzas mundiales”, sino que se desempeñan como simples agentes o delegados de los
“verdaderos poderes autónomos del mundo”, los cuales no son otros que los “banqueros inversionistas” quienes, por regla general, “se mantienen entre bastidores
dentro de sus propios bancos privados”. Finalmente, el autor define la verdadera dimensión y alcance de los poderes “autónomos”, al expresar que éstos “formaban un
sistema de cooperación internacional y de dominio nacional que era más privado,
más poderoso y más secreto que el de sus propios agentes en los bancos centrales”

Como lo expresara en el Prólogo del libro de Alan B. Jones, mencionado más
arriba, para curiosidad y sorpresa de muchos, lo que Carroll Quigley describió en
1966 en términos prácticos e históricos, ya había sido clara y valientemente anticipado en 1931 por el Papa Pío XI en su Carta Encíclica “Quadragesimo Anno”. Más
aún, la visión de la realidad que Pío XI enuncia para ese momento histórico, adquiere
una dimensión casi profética en nuestros días, porque es ahora –bajo el eufemismo
genérico y aparentemente inofensivo de “globalización” cuando se cumple en plenitud lo que advirtiera setenta y tres años antes.
El seguimiento y estudio de los acontecimientos mundiales en los últimos cinco
años –desde la primera edición de “Cómo Funciona Realmente el Mundo” - así como la experiencia alcanzada en este período en la difusión de las ideas y conceptos
relacionados con el “imperialismo internacional del dinero” en seminarios, paneles
y conferencias, me impulsaron a incluir en esta nueva edición un breve comentario
sobre la encíclica de referencia. Considero que la misma constituye una clave decisiva –haciendo abstracción de las creencias y sentimientos religiosos del lector- que
contribuye a ampliar el horizonte de comprensión de los hechos y situaciones que documenta esta excelente obra de Alan B. Jones.

Propósitos, estructura y contenido de la encíclica.
La ocasión de la encíclica fue motivada por la conmemoración del 40° aniversario de la Rerum Novarum de León XIII (1891) y a la que Pío XI denomina “la carta
magna del orden social”. Entre las finalidades que animaron su redacción, se e ncuentran la de:
1 Recordar los grandes bienes que la Rerum Novarum había promovido.
2 Defender de ciertas dudas las enseñanzas de dicha encíclica, completando el
desarrollo de algunos de sus puntos.
3 Descubrir la raíz del desorden social de esa época.
4 Mostrar el único camino de restauración salvadora o reforma cristiana de las
costumbres
Consecuente con dichos propósitos, la encíclica agrupa los temas en tres grandes
partes:
PRIMERO. Beneficios de la encíclica Rerum Novarum.
II. Autoridad de la Iglesia en materia social y económica.
III. Cambios profundos operados después de León XIII.
En la tercera parte, Pío XI dedica su atención a los cambios que había experimentado tanto el régimen económico capitalista como el socialismo, respecto a los tiempos de León XIII (los cuarenta años previos) y en donde denuncia los defectos y excesos que evidenciaron en su desarrollo ambas ideologías. Al mismo tiempo, da
cuenta en forma explícita y pública de la existencia de una nueva entidad política: la
del “imperialismo internacional del dinero”.
El régimen económico capitalista y el recto orden.
Pío XI reafirma la concepción de la Rerum Novarum. Es superfluo decir que el
capitalismo es el régimen económico tan enérgicamente caracterizado por León XIII.
Consiste en la economía en la que unos ponen el capital y otros el trabajo y en la que
“ni el capital puede subsistir sin el …