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CANCIÓN DE SAN FRANCISCO JAVIER. Cuando es el ocaso en el mundo y parece que los sueños se hunden en el mar. Cuando ya nadie quiere cruzar el océano inmenso que arrincona a los pobres. Surge tu luz, …Más
CANCIÓN DE SAN FRANCISCO JAVIER.

Cuando es el ocaso en el mundo
y parece que los sueños
se hunden en el mar.
Cuando ya nadie quiere cruzar
el océano inmenso
que arrincona a los pobres.
Surge tu luz, Cristo,
y me envía, y me lanza...
Y no hay límites para hacer
de tu promesa mi misión.

Con Cristo en el corazón,
y el corazón en el horizonte,
no hay fronteras, no hay confines. Sólo Dios, mi esperanza.
No hay fronteras, no hay confines; sólo Dios, mi esperanza.


Aunque yo lo ganara todo,
de nada me sirve si no me lleva a ti.
No me detengan los vientos ni las tempestades
del rumbo que nos lleva a la vida.
En la pupila del que sufre,
miro lo que haces por el mundo,
y se ensanchan mis sueños,
y mi alma se embarca.

Vienes alegrando el camino,
vienes compartiendo tu paz y tu perdón.
Es tanto amor recibido
que invita al encuentro,
de un mundo que busca tu Reino.
Todo, Señor, tú me lo has dado.
Nada es mío, todo es gracia.
En tus manos recíbelo;
tú eres mi tierra y mi misión.