Renovar el compromiso de conversión en esta Cuaresma- Audiencia General 13 Febrero 2013

Queridos hermanos y hermanas

Como saben – (aplausos...) gracias, por vuestra simpatía – he decidido renunciar al ministerio que el Señor me encomendó el 19 de abril de 2005. Lo he decidido en plena libertad y por el bien de la Iglesia, después de haber rezado largo tiempo y de haber examinado mi consciencia ante Dios, profundamente consciente de la gravedad de este acto, pero, al mismo tiempo consciente, de no tener ya la capacidad de ejercer el ministerio petrino con el vigor que el mismo requiere. Me sostiene e ilumina la certeza de que la Iglesia es de Cristo. Él no le hará faltar nunca su guía y cuidado. Agradezco a todos por el amor y la oración con la que me han acompañado.

En estos días no fáciles para mí, he percibido casi físicamente la fuerza de la oración, que me da el amor de la Iglesia y de vuestra oración. Sigan rezando por mí, por la Iglesia y por el futuro Papa ¡El Señor nos guiará!

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy, Miércoles de Ceniza, comenzamos el tiempo litúrgico de la Cuaresma, cuarenta días que nos preparan para la celebración de la Santa Pascua, es un tiempo de particular compromiso en nuestro camino espiritual. El número cuarenta aparece varias veces en la Biblia. En particular, como se sabe, recuerda los cuarenta años que los israelitas vagaron por el desierto un largo período de entrenamiento para convertirse en el pueblo de Dios, sino también de un largo período en el que la tentación de ser infiel a la alianza con Dios siempre estuvo presente. Cuarenta y también los días del profeta Elías camino para llegar al monte de Dios, Horeb, así como el tiempo que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su vida pública y en donde fue tentado por el diablo. En la catequesis de hoy quiero centrarme en este momento de la vida terrenal del Señor: que nosotros que leemos en el Evangelio de este domingo.

En primer lugar, el desierto, donde Jesús se fue, el lugar del silencio, la pobreza, donde se priva al hombre de los materiales de apoyo y está situado frente a una de las preguntas fundamentales de la vida, se le pedirá que ir a lo esencial y para ello lo más fácil es encontrar a Dios, pero el desierto es también un lugar de muerte, porque donde no hay agua no hay vida, y es un lugar de soledad donde el hombre siente la tentación más intensa. Jesús va al desierto, y allí se siente tentado a abandonar el camino indicado por el Padre para seguir otros caminos más fáciles y mundana (cf. Lc 4:1-13). De esta manera se cobraría nuestras tentaciones, trae con él nuestra pobreza, para vencer el mal y para abrir el camino hacia Dios, el camino de la conversión.

Reflexionar sobre las tentaciones experimentadas por Jesús en el desierto es una invitación para que cada uno de nosotros para responder a una pregunta fundamental: ¿qué es realmente importante en mi vida? En la primera tentación que el diablo ofrece a Jesús a transformar una piedra en pan para apagar el hambre. Jesús responde que el hombre también vive en pan, pero no sólo de pan: sin una respuesta al hambre de verdad, hambre de Dios, el hombre no puede salvarse (cf. vv 3-4.). En la segunda tentación, el diablo ofrece a Jesús el camino del poder le lleva y le da dominio sobre el mundo, pero este no es el camino de Dios: Jesús fue muy claro que no es la primera potencia mundial que salva al mundo, pero el poder de la Cruz, la humildad, el amor (cf. vv. 5-8). En la tercera tentación, el diablo ofrece a Jesús a lanzarse desde el pináculo del Templo de Jerusalén y ser salvados por Dios a través de sus ángeles, es decir, para hacer algo sensacional para poner a prueba a Dios, pero la respuesta es que Dios no es un objeto que imponer nuestras condiciones: es el Señor de todos (cf. vv 9-12.). ¿Cuál es el núcleo de las tres tentaciones que sufrió Jesús? Y "la propuesta de manipular a Dios, para usarlo para sus propios intereses, para su propia gloria y para su éxito. Así que, en esencia, de ponerse en el lugar de Dios, sacándolo de su existencia y haciendo parecer superfluo. Todo el mundo debe entonces preguntarse: ¿cuál es el papel de Dios en mi vida? Y «Él es el Señor o yo?

Superar la tentación de someter a Dios a sí mismo ya sus propios intereses o para ponerlo en una esquina y se convierte en el orden adecuado de prioridades, para dar a Dios el primer lugar, se trata de un viaje que todo cristiano debe caminar una y otra vez. "Conversión", una invitación que vamos a escuchar muchas veces en la Cuaresma significa seguir a Jesús en su Evangelio para que pueda guiar la vida real, que significa dejar que Dios nos transforme, a dejar de pensar que somos los únicos productores de nuestra existencia es reconocer que somos criaturas que dependen de Dios, su amor, y sólo "perder" nuestra vida en Él podemos ganarla. Para ello es necesario para operar nuestras decisiones a la luz de la Palabra de Dios hoy en día ya no puede ser un cristiano como una simple consecuencia del hecho de que vivimos en una sociedad que tiene raíces cristianas, quien proviene de una familia cristiana, y se educó religiosamente a cada día, renovar la decisión de ser cristiano, que es darle a Dios el primer lugar en la cara de las tentaciones de una cultura secularizada que sugiere todo el tiempo, frente a las críticas de muchos de sus contemporáneos.

Las pruebas de que los sujetos sociedad moderna los cristianos, de hecho, son muchos, y afectan a la vida personal y social. No es fácil ser fiel al matrimonio cristiano, la piedad práctica en la vida cotidiana, deje espacio para la oración y el silencio interior, no es fácil oponerse públicamente a las elecciones que muchos dan por sentado, como el aborto en caso de un embarazo no deseado, la eutanasia en caso de enfermedad grave, o la selección de embriones para evitar enfermedades hereditarias. La tentación de dejar de lado su fe está siempre presente y la conversión se convierte en una respuesta a Dios que debe ser confirmada en varias ocasiones en la vida.

Hay un ejemplo y estímulo conversiones importantes como la de St. Paul en el camino a Damasco, o San Agustín, sino también en nuestro tiempo de eclipse del sentido de lo sagrado, la gracia de Dios está en el trabajo y hace maravillas en la vida de muchas personas. El Señor nunca se cansa de llamar a la puerta del hombre en contextos sociales y culturales que parecen absorbidos por la secularización, como fue el caso para el ruso Pavel Florenski ortodoxa. Después de una educación completamente agnóstico, así que trate de abierta hostilidad hacia las enseñanzas religiosas que se enseñan en la escuela, el científico Florensky es a exclamar: "No, usted no puede vivir sin Dios", y cambiar su vida por completo, por lo que monaco qué hacer.

También creo que la figura de Etty Hillesum, una joven judía de origen holandés que murió en Auschwitz. Inicialmente lejos de Dios, descubre mirando profundamente dentro de sí misma y escribe: "Un pozo es muy profundo dentro de mí. Y Dios está en ese hoyo. A veces lo que pueda para lograrlo, más a menudo de piedra y arena que cubre: entonces Dios está enterrado. Debemos una vez más que dissotterri "(Diario, 97). Disperso e inquieto en su vida, encuentra a Dios en medio de la gran tragedia del siglo XX, el Holocausto. Esta frágil joven e insatisfecho, transfigurado por la fe, se convierte en una mujer llena de amor y de paz interior, capaz de decir: ". Yo vivo en constante intimidad con Dios"

La capacidad de oponerse a los halagos ideológicas de su tiempo para elegir la búsqueda de la verdad y abrir al descubrimiento de la fe se evidencia por otra mujer de nuestro tiempo, el Día de las Américas Dorothy En su autobiografía, confiesa abiertamente que han caído en la tentación de resolver todo con la política, la adhesión a la propuesta marxista: "Yo quería ir con los manifestantes, ir a la cárcel, escribir, influir en los demás y dejar mi sueño en el mundo. ¿Cuánto ambición y cuánto estaba buscando a mí mismo en todo esto. " El camino de la fe en un secularizada por lo que fue particularmente difícil, pero Grace hace lo mismo, como ella señala: "Es cierto que he oído más a menudo tienen que ir a la iglesia, arrodillarse, inclinar la cabeza en la oración . Un instinto ciego, se podría decir, porque yo no era consciente de la oración. Pero me fui, me inserivo atmósfera de oración ... ". Dios la ha llevado a una adhesión consciente a la Iglesia, una vida dedicada a los más desfavorecidos.

En nuestro tiempo hay algunas conversiones entendida como el retorno de los que, después de una educación cristiana, tal vez superficial, se ha alejado de la fe durante años y redescubierto a Cristo y su Evangelio. En el libro de Apocalipsis leemos: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo "(3, 20). Nuestro hombre interior debe prepararse para recibir la visita de Dios, y por esta razón no debe dejarse invadir por las ilusiones, por las apariencias, por las cosas materiales.

En este tiempo de Cuaresma, Año de la fe, renovamos nuestro compromiso con el proceso de conversión, para superar la tendencia a encerrarnos en nosotros mismos y hacer, sin embargo, lugar para Dios, mirando con sus propios ojos la realidad. La alternativa entre el cierre de nuestro egoísmo y abierto al amor de Dios ya los demás, podríamos decir que es la alternativa a las tentaciones de Jesús: alternativa, es decir, entre el poder humano y el amor a la Cruz, incluyendo un canje de puntos de vista sólo en el bienestar material y la redención como la obra de Dios, que llamamos la primacía de la existencia. Conversión significa no cierra en la búsqueda del éxito, prestigio, su posición, pero asegúrese de que cada día, en las pequeñas cosas, la verdad, la fe en Dios y el amor se convierten en lo más importante.