Séptimo día de la Novena a la Virgen del Carmen. La Virgen es Rosa que santifica todo lo que toca y purifica lo que bendice. Su labor ha sido siempre santificar a la Humanidad usando para ello cualquier …Más
Séptimo día de la Novena a la Virgen del Carmen.
La Virgen es Rosa que santifica todo lo que toca y purifica lo que bendice. Su labor ha sido siempre santificar a la Humanidad usando para ello cualquier medio u ocasión con tal de que sus hijos no se olviden jamás de que peregrinan hacia una vida mejor.
Por eso se le apareció a San Simón Stock diciéndole, al mismo tiempo que le daba un escapulario:
- Recibe, hijo mío, esta prenda de salud que traigo a mis devotos en la tierra. El que muriere con ella, se librará del fuego eterno, y entrará en la mansión de los elegidos.
Tal fue el origen del Santo Escapulario de la Virgen del Carmen que los fíeles usan como escudo contra el mal.
La misma Virgen María hizo al Papa Juan XXII la siguiente promesa:
- Los que mueran llevando mi escapulario (el del Carmen) serán librados del Purgatorio el sábado siguiente después de su muerte.
La Iglesia, procurando que todos los fieles usen y gocen de este beneficio concedido por la Virgen, permite cambiar el Escapulario por una medalla que lleve en un lado el Corazón de Jesús y en el otro la Virgen del Carmen, siempre que antes haya sido impuesto el escapulario ordinario; basta, después de esta imposición, conque la medalla descrita antes haya sido bendecida normalmente.
La Virgen es Rosa que santifica todo lo que toca y purifica lo que bendice. Su labor ha sido siempre santificar a la Humanidad usando para ello cualquier medio u ocasión con tal de que sus hijos no se olviden jamás de que peregrinan hacia una vida mejor.
Por eso se le apareció a San Simón Stock diciéndole, al mismo tiempo que le daba un escapulario:
- Recibe, hijo mío, esta prenda de salud que traigo a mis devotos en la tierra. El que muriere con ella, se librará del fuego eterno, y entrará en la mansión de los elegidos.
Tal fue el origen del Santo Escapulario de la Virgen del Carmen que los fíeles usan como escudo contra el mal.
La misma Virgen María hizo al Papa Juan XXII la siguiente promesa:
- Los que mueran llevando mi escapulario (el del Carmen) serán librados del Purgatorio el sábado siguiente después de su muerte.
La Iglesia, procurando que todos los fieles usen y gocen de este beneficio concedido por la Virgen, permite cambiar el Escapulario por una medalla que lleve en un lado el Corazón de Jesús y en el otro la Virgen del Carmen, siempre que antes haya sido impuesto el escapulario ordinario; basta, después de esta imposición, conque la medalla descrita antes haya sido bendecida normalmente.