Benedicto XVI: la dimensión espiritual. La dimensión espiritual garantiza la libertad. Lo repitió Benedicto XVI en la catequesis de la audiencia general del 17 de septiembre en donde recorrió las …Más
Benedicto XVI: la dimensión espiritual.
La dimensión espiritual garantiza la libertad. Lo repitió Benedicto XVI en la catequesis de la audiencia general del 17 de septiembre en donde recorrió las etapas del viaje que concluyó recientemente en Francia. La auténtica laicidad, dijo el Papa, no significa prescindir de la dimensión espiritual sino reconocer que ésta es garante de nuestra libertad y de la autonomía de la realidad terrena gracias a los preceptos de la sabiduría creadora que la consciencia humana sabe acoger y realizar.
El Papa subrayó, en la segunda parte de la catequesis, la importancia de la etapa de su viaje a Lourdes:
Benedicto XVI: "Queridos hermanos y hermanas, agradezcamos juntos al Señor por este viaje apostólico rico de dones espirituales. Particularmente glorifiquémoslo porque María, al aparecerse a santa Berndardita, abrió en el mundo un espacio privilegiado para encontrar el amor divino que sana y salva. En Lourdes, la Virgen Santa, invita a todos a considerar la tierra como un lugar de nuestra peregrinación hacia la patria definitiva en el cielo".
La dimensión espiritual garantiza la libertad. Lo repitió Benedicto XVI en la catequesis de la audiencia general del 17 de septiembre en donde recorrió las etapas del viaje que concluyó recientemente en Francia. La auténtica laicidad, dijo el Papa, no significa prescindir de la dimensión espiritual sino reconocer que ésta es garante de nuestra libertad y de la autonomía de la realidad terrena gracias a los preceptos de la sabiduría creadora que la consciencia humana sabe acoger y realizar.
El Papa subrayó, en la segunda parte de la catequesis, la importancia de la etapa de su viaje a Lourdes:
Benedicto XVI: "Queridos hermanos y hermanas, agradezcamos juntos al Señor por este viaje apostólico rico de dones espirituales. Particularmente glorifiquémoslo porque María, al aparecerse a santa Berndardita, abrió en el mundo un espacio privilegiado para encontrar el amor divino que sana y salva. En Lourdes, la Virgen Santa, invita a todos a considerar la tierra como un lugar de nuestra peregrinación hacia la patria definitiva en el cielo".