HERMOSURAS.

HERMOSURAS

Las hermosuras no se niegan; nos rodean siempre y en todos los lugares. La Hermosura de Dios ha hecho en Teresa de Jesús un prodigio: ordenar las amistades, las cosas, la realidad, los intereses, los tiempos, árboles, ríos y la misma salud.

Delante de tal Experiencia de Gracia Hermosa, Hermoseada, se canta y grita: ¡Oh! Es un exceso, una colmación de vida, notificación y gozo. Es un Nudo nuevo, una fijación, un abrazo total. La sobredosis es Hermosura en verdad y realidad. Todo aparece Hermoso ante Dios Hermoso y Santo, Ejemplar y Vía de la Belleza.

Gozad con el Señor, ¡tan hermoso y tan verdadero, cercano y realidad!
Cantad al Señor bueno y hermoso dentro de todas las hermosuras. ¡El más Hermoso entre los Hijos de los Hombres, el Hijo Amado del Padre!.

Dichosos los pobres, los limpios, los trabajadores de la justicia, los sufridos, los perseguidos, así fueron de dichosos los profetas.

Sin herir, sin dolor. ¡Todo lo llena de plenitud la Hermosura de Dios! Dichosa Teresa, y
Francisco, y todos los que han escrito ya su nombre en los Cielos tan Hermosos, siguiendo al Cordero, cantando. ¡Oh Hermosura. Digno es el Cordero de toda Bendición y Alabanza.

Fr. Victorino Terradillos Ortega,ofm.