31:23
▶ Regresa la sotana... ¡Viva la Sotana! - Documental Completo. LAS SIETE EXCELENCIAS DE LA SOTANA Fíjese si el impacto de la sotana es grande ante la sociedad, que muchos regímenes anticristianos la …Más
▶ Regresa la sotana... ¡Viva la Sotana! - Documental Completo.

LAS SIETE EXCELENCIAS DE LA SOTANA Fíjese si el impacto de la sotana es grande ante la sociedad, que muchos regímenes anticristianos la han prohibido expresamente. Eso debe decirnos algo. ¿Cómo es posible que ahora, hombres que se dicen de Iglesia desprecien su significado y se nieguen a usarla? Muchos sacerdotes y religiosos mártires han pagado con su sangre el odio a la fe y a la Iglesia desatado en las terribles persecuciones religiosas de los últimos siglos. Muchos fueron asesinados sencillamente por vestir la sotana. El sacerdote que viste su sotana es para todos un modelo de coherencia con los ideales que profesa, a la vez que honra el lugar que ocupa en la sociedad cristiana. Si bien es cierto que el hábito no hace al monje, también es cierto que el monje viste hábito y lo viste con honor. ¿Qué podemos pensar del militar que desprecia su uniforme? ¡Lo mismo qué del cura que desprecia su sotana! Hoy en día son pocas las ocasiones en que podemos admirar a un sacerdote vistiendo su sotana. El uso de la sotana, una tradición que se remonta a tiempos antiquísimos, ha sido soezmente despreciado por los miembros de la secta modernista infiltrada en la Iglesia. Pero la sotana es hoy más útil que nunca para combatir la indisciplina y el relajamiento de las costumbres entre el clero en general. La sotana fue instituida por la Iglesia a fines del siglo V con el propósito de darles a sus sacerdotes un modo de vestir serio, simple y austero. Recogiendo esta tradición, el Código de Derecho Canónico impone el hábito eclesiástico a todos los sacerdotes (canon 136). Contra la enseñanza perenne de la Iglesia está la malsana opinión de círculos enemigos de la Tradición que tratan de hacernos creer que el hábito no hace al monje, que el sacerdocio se lleva dentro, que el vestir es lo de menos y que lo mismo se es sacerdote con sotana que de paisano. Sin embargo, la experiencia demuestra todo lo contrario, porque cuando hace más de 1,500 años la Iglesia decidió legislar sobre este asunto fue porque era y sigue siendo importante, ya que ella no se preocupa de niñerías.