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Ecumenismo a puerta cerrada- Por Sandro Magister

Mientras Benedicto XVI facilitaba el ingreso en la Iglesia católica de los anglicanos en desacuerdo con el giro "progresista" de su Iglesia, Francisco no y prefiere que se queden donde están. Las revelaciones de dos amigos anglicanos del Papa.

ROMA, 2 de febrero de 2015 – La ordenación de la primera mujer obispo de la Iglesia anglicana de Inglaterra, que tuvo lugar en York hace una semana (ver foto), ha provocado las vivas reacciones de quienes no aceptan esta ruptura y que, por este motivo, podrían incluso abandonar la Comunión anglicana y pasarse a la Iglesia católica, como algunos de ellos ya han hecho.

El paso del anglicanismo al catolicismo, no sólo de individuos, sino de comunidades enteras con sacerdotes y obispos fue facilitado y regulado en 2009 por Benedicto XVI con la constitución apostólica "Anglicanorum cœtibus".

Según esta constitución, los nuevos llegados tienen la facultad de conservar su anterior rito litúrgico, mientras sus sacerdotes y obispos, en su mayoría casados y con hijos, son ordenados sacerdotes en la Iglesia católica y siguen guiando a sus respectivas comunidades.

Con este fin, entre 2011 y 2012 se crearon en la Iglesia católica tres ordinariatos "personales", es decir, con la atención a los fieles pero sin territorio, algo parecido a los ordinariatos militares: el primero en Inglaterra y Gales, el segundo en los Estados Unidos y el tercero en Australia.

La innovación fue acogida por los vértices de la Iglesia anglicana bastante pacíficamente; tanto es así, que en 2009 el anuncio fue dado contemporáneamente por las dos sedes primaciales de Roma y de Canterbury y en 2012 Benedicto XVI y el entonces primado anglicano Rowan Williams rezaron juntos las vísperas en el monasterio romano de San Gregorio al Celio, que tenía y tiene como prior a un converso del anglicanismo, el australiano Peter John Hughes.

Pero con el Papa Francisco no está dicho que los anglicanos que quieran entrar en la Iglesia católica encuentren en él a alguien que les anime a dar el paso.

Es cierto que como arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio ya no compartía en absoluto las normas y finalidades de la "Anglicanorum cœtibus".

Lo sabemos por el testimonio de dos querídisimos amigos suyos.

El primero es el obispo anglicano argentino Gregory Venables, primado de la Comunión anglicana del Cono Sur del continente.

El segundo es el obispo Tony Palmer, miembro de la Comunión de las Iglesias episcopales evangélicales – que no depende de Canterbury, sino que forma parte de la galaxia anglicana –, sudafricano que después se estableció en Italia con su mujer e hijos católicos, cuya amistad y encuentros con Bergoglio empezaron durante un viaje a Argentina en 2011, intensificándose tras su elección como Papa.

Palmer murió en un accidente de moto en julio de 2014. Y con él Bergoglio ha perdido a uno de sus tres amigos más queridos entre los no católicos y no cristianos. Los otros dos son el rabino judío Abraham Skorka y el jeque musulmán Omar Abboud, a los que quiso a su lado, ya elegido Papa, durante el viaje a Tierra Santa del año pasado.

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Mensajero Mariano y un usuario más enlazaron a esta publicación
adeste fideles
adeste fideles
Hay testimonio de que Tony Palmer (+) deseaba convertirse al Catolicismo y Jorge Mario Bergoglio lo instó a desistir de ese propósito. Tony Palmer falleció trágicamente sin haber recibido el bautismo en la santa fe católica a la que deseó pertenecer.
2 más comentarios de adeste fideles
adeste fideles
Es obvio que el propósito de Francisco es contrario al de Benedicto XVI respecto a la conversión de protestantes al catolicismo.
adeste fideles
"El paso del anglicanismo al catolicismo, no sólo de individuos, sino de comunidades enteras con sacerdotes y obispos fue facilitado y regulado en 2009 por Benedicto XVI con la constitución apostólica "Anglicanorum cœtibus".