PERMANECED EN MI AMOR. QUE SEAMOS UNO... Amiga... Amigo... Aquel día de Siwan, el Cenáculo, sabia a pan recién horneado con el trigo ofrecido, de las primicias de la nueva siega, en “la fiesta de …Más
PERMANECED EN MI AMOR.
QUE SEAMOS UNO...
Amiga... Amigo...
Aquel día de Siwan, el Cenáculo, sabia a pan recién horneado con el trigo ofrecido, de las primicias de la nueva siega, en “la fiesta de las semanas” Desde la Pascua , habían pasado siete semanas es decir una cincuentena de días, era Pentecostés. La Madre estaba entre ellos, Pedro presidía la Iglesia naciente. Ellos eran UNO, como Jesús lo quería y en Él, podían decirse unos a otros en respuesta al mandato del Señor, te amo y me amas como Él nos amó... que siempre vivamos todos unidos así... María los miraba uno a uno con ternura de Madre con ese mismo amor... y decía en oración a su Hijo amado: -Jesús que ellos y yo seamos de ti y Tú de nosotros, que todos sonriamos juntos y tengamos “sabor a Ti” que cada uno te diga “Que Tú seas de mi y que yo, sea de Ti y juntos todos vivamos siempre así...”- Ellos los apóstoles, especialmente el querido Pedro sentía que sin la Presencia visible de Jesús, se hacía difícil la Misión de anunciar su mandato de amor “AMAOS COMO YO OS AME”, él, se quejó humildemente al Maestro: “las almas esperan pero quisiera huir, de algunas que son difíciles y molestas... Jesús le respondió al silencio de su interior acongojado: “NO HUYAS DE MI”... Pedro, bajó la cabeza y recordó aquel día de las “tres veces” y de Su perdón y aquello otro, “El que a otro desprecia a Mi me desprecia” entonces dijo: Sí Jesús Sí!... que Tú seas de mi y que Yo sea de Ti y que todos juntos vivamos siempre así...! En eso un fuerte viento inundó el Cenáculo y llamas de amor y de fortaleza descendieron sobre sus cabezas y sus corazones se llenaron de amor y de anhelos de construir junto a María la UNIDAD EN
DIOS.
Es urgente cambiar nuestros corazones, amando a todos sin distinción y amando a la tierra que nos sustenta y al cielo que nos cobija.
Son creación del inmenso Amor de Dios Creador, un don gratuito para nosotros sus hijos... para ti y todos nosotros tus hermanos y hermanas, para mi y para todos ustedes mis hermanos y hermanas sin excluir a nadie.
¿Será posible hoy en nuestro mundo construir el AMOR?
Sí es posible, si vivimos el mandato de Jesús:
“AMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO”
Jn 15; 9-17 Oro por ti por siempre Hna M Agustina
QUE SEAMOS UNO...
Amiga... Amigo...
Aquel día de Siwan, el Cenáculo, sabia a pan recién horneado con el trigo ofrecido, de las primicias de la nueva siega, en “la fiesta de las semanas” Desde la Pascua , habían pasado siete semanas es decir una cincuentena de días, era Pentecostés. La Madre estaba entre ellos, Pedro presidía la Iglesia naciente. Ellos eran UNO, como Jesús lo quería y en Él, podían decirse unos a otros en respuesta al mandato del Señor, te amo y me amas como Él nos amó... que siempre vivamos todos unidos así... María los miraba uno a uno con ternura de Madre con ese mismo amor... y decía en oración a su Hijo amado: -Jesús que ellos y yo seamos de ti y Tú de nosotros, que todos sonriamos juntos y tengamos “sabor a Ti” que cada uno te diga “Que Tú seas de mi y que yo, sea de Ti y juntos todos vivamos siempre así...”- Ellos los apóstoles, especialmente el querido Pedro sentía que sin la Presencia visible de Jesús, se hacía difícil la Misión de anunciar su mandato de amor “AMAOS COMO YO OS AME”, él, se quejó humildemente al Maestro: “las almas esperan pero quisiera huir, de algunas que son difíciles y molestas... Jesús le respondió al silencio de su interior acongojado: “NO HUYAS DE MI”... Pedro, bajó la cabeza y recordó aquel día de las “tres veces” y de Su perdón y aquello otro, “El que a otro desprecia a Mi me desprecia” entonces dijo: Sí Jesús Sí!... que Tú seas de mi y que Yo sea de Ti y que todos juntos vivamos siempre así...! En eso un fuerte viento inundó el Cenáculo y llamas de amor y de fortaleza descendieron sobre sus cabezas y sus corazones se llenaron de amor y de anhelos de construir junto a María la UNIDAD EN
DIOS.
Es urgente cambiar nuestros corazones, amando a todos sin distinción y amando a la tierra que nos sustenta y al cielo que nos cobija.
Son creación del inmenso Amor de Dios Creador, un don gratuito para nosotros sus hijos... para ti y todos nosotros tus hermanos y hermanas, para mi y para todos ustedes mis hermanos y hermanas sin excluir a nadie.
¿Será posible hoy en nuestro mundo construir el AMOR?
Sí es posible, si vivimos el mandato de Jesús:
“AMENSE LOS UNOS A LOS OTROS, COMO YO LOS HE AMADO”
Jn 15; 9-17 Oro por ti por siempre Hna M Agustina