Josefina Rojo
3675
01:37
SAN CAYETANO ERRICO. A NOMBRE DE IRAPUATOMore
SAN CAYETANO ERRICO.
A NOMBRE DE IRAPUATO
Irapuato
👏 Josefina Rojo GRACIAS, Amiga... ✍️ El Padre Cayetano Errico nació y vivió en Secondigliano, una población suburbana de Nápoles, Italia, entre los años 1791 y 1860. Estuvo dotado de un excepcional celo apostólico que se desarrollaba de mil manera distintas en el trabajo apostólico; la predicación del Evangelio, la celebración de la reconciliación y la atención a los enfermos y a los pobres …More
👏 Josefina Rojo GRACIAS, Amiga... ✍️ El Padre Cayetano Errico nació y vivió en Secondigliano, una población suburbana de Nápoles, Italia, entre los años 1791 y 1860. Estuvo dotado de un excepcional celo apostólico que se desarrollaba de mil manera distintas en el trabajo apostólico; la predicación del Evangelio, la celebración de la reconciliación y la atención a los enfermos y a los pobres, fueron siempre su mayor desvelo. "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos..." (Juan 15,13); "Yo vine a traer fuego a la tierra y ¡cuánto quisiera que ya esté ardiendo!" (Lc 12,49). La Palabra de Dios animó su vida de tal modo, que se sintió abrazado por el fuego del amor del Corazón de Cristo, y trabajó, sufrió y se empeñó incansablemente para que ese fuego ardiera en todos los corazones. Quiso asociarse a otros hermanos para que la comunión creara una pujante corriente de dinamismo misionero para la construcción del Reino de Cristo; así nació la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. La Virgen de los Dolores fue "señal de victoria" para su fundación. Con muchas dificultades, pero con gran audacia e ilimitada confianza en la Providencia, en el año 1912, los Misioneros de los Sagrados Corazones, encabezados por el P. Juan Terracciano, llegaron a Argentina. La comunidad sintió que se realizaba en plenitud el ideal misionero del Padre fundador, quien había intuído que él o sus hijos debían misionar "más allá de las fronteras" de su propia patria. En esta tierra rioplatense, se establecieron en la ciudad de Buenos Aires, poniéndose al servicio del ministerio parroquial en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores. De allí partieron para otras fundaciones. Capital Bermúdez, Provincia de Santa Fe, en 1938, trabajando en la Parroquia San Roque desde su nacimiento y fundando el Colegio Cayetano Errico. Montevideo, en la República Oriental del Uruguay, en el mismo 1938, ejerciendo el ministerio parroquial en las Parroquias Sagrados Corazones y Nuestra Señora de Pompeya. Estados Unidos, en 1953, donde surgieron varias comunidades sacricordianas que se dedicaron a diversos ministerios apostólicos entre ellos el parroquial. República Eslovaca, en 1994, donde comenzó a funcionar un centro de promoción vocacional. Sintiéndose herederos y continuadores del ideal misionero-sacricordiano el Padre San Cayetano Errico, hoy, los Misioneros de los Sagrados Corazones participan en la Misión de la Iglesia a través de diversos ministerios: El apostolado de la palabra: las misiones populares, la predicación y la catequesis. El ministerio parroquial desarrollado con espíritu misionero. La atención de escuelas y otras instituciones de asistencia y promoción humana, según la necesidad de cada lugar donde haya una comunidad sacricordiana. Las misiones entre los no-creyentes, "más allá de las fronteras" de la propia patria. Milagros 1° Milagro Castellammare di Stabia, 4 de octubre de 1952 "Recurrí con gran fe al Venerable Cayetano Errico y fui escuchada: (les relato sobre la) gracia concedida a mi marido Caccioppoli Salvatore, mariscal de la Marina Militar retirado. Miércoles 9 de enero de 1952, a las 9.30 horas, después de haber escuchado la Santa Misa, como de costumbre, regresé a casa. Tomé un café, preparado por mi esposo y, después de haber intercambiado con él algunas palabras, fui a la habitación para ordenarla, mientras mi marido se preparaba para afeitarse. Habían transcurrido pocos segundos cuando escuché un lamento. No sabiendo qué era, me apresuré a ir a la habitación donde estaba mi esposo y con gran estupor observé que se retorcía por un gran dolor de estómago. Pedí ayuda. Acostamos a mi esposo en la cama, pero todos los cuidados que le prodigamos, a la espera del médico, fueron inútiles. Cuando llegó el doctor, encontró a mi esposo bañado en una fría transpiración y que se retorcía por los atroces dolores que, del estómago, se habían extendido por todo el abdomen, tornándose duro como una madera. El médico, haciéndome notar sus condiciones, me dijo que se trataba de una perforación duodenal. El caso era muy grave debido a que, desde hacía muchos años, sufría del estómago y por consiguiente el médico quiso consultar a un cirujano, que vino pocos minutos después. Luego de haberlo revisado, no sólo confirmó lo que había dicho el primer médico, sino que ordenó la pronta intervención, tratándose de una perforación de estómago. Entre tanto me aconsejó llamar a mis amigos residentes en Barcellona (Messina), en Casale Monferrato, en Rimini, y en el Seminario Diocesano uno de los más chicos. Desde ese momento no entendí nada más debido a que había que organizar todo para la operación. Hacia las 16.00 horas, acordándome que tenía una reliquia del querido Padre Cayetano Errico (del cual llevo su nombre por voto y protección) después de haberla hecho besar a mi marido, se la puse debajo de la almohada. ¡Oh gran prodigio! Fue a partir de ese momento que el mal de mi marido cambió de aspecto. Los dolores se localizaron en las costillas, en el lado derecho y hombro correspondiente. La temperatura de 35.8º y el pulso de 130 volvió a ser normal. En pocas palabras, mi esposo que podía considerarse ya como un cadáver, a medida que desaparecían los dolores de las costillas y del hombro, comenzó a dar señales de vida, a tal punto, que pidió varias veces de beber. Entonces, cuando comprendí que de un momento a otro debíamos llevarlo en ambulancia a Nápoles, a la clínica que ya estaba avisada para la operación, se rebeló diciendo estas palabras: "Yo me siento bien, no quiero moverme de la cama, como si una fuerza superior me lo sugiriese". Mi familia y yo, nos confiamos entonces en las manos del Venerable; y mi esposo pasó una noche tranquilísima, tanto es así, que a la mañana siguiente (o sea el día jueves) los médicos y todos los amigos, conocieron con gran estupor (la noticia) que se había levantado de la cama. Ahora mi esposo está bien y regresó a todas las ocupaciones, reservándose, ni bien le sea posible, ir a agradecer al querido Superior. Termino afirmando que todo lo que he dicho compromete mi conciencia de mujer de "Acción Católica", y por eso me declaro pronta a cualquier juramento que me fuese solicitado". Cayetana Moretti de Caccioppoli. Nacida en Secondigliano el 4 de enero de 1906. Residente en Castellammare di Stabia 2° Milagro La señora Kesser Phyllis de 70 años de edad, perteneciente a la parroquia de S. Mary en Fairfield (U.S.A.), era una enferma que padecía insuficiencia vascular crónica en los miembros superiores (graves problemas circulatorios), hipertensión arterial y enfermedad de las válvulas del corazón (aórtica y mitral). El 26 de marzo de 2000 se interna en el Hospital de Gettysburg por un fuerte dolor en dos dedos del pie izquierdo. El examen a través de una ecografía doppler (que mide la circulación en las piernas), demostró una importante reducción de la circulación de sangre en la pierna izquierda. La enferma había sufrido previamente la amputación del tercer dedo del pie izquierdo, una flebitis y una embolla en el pulmón por lo que tomaba anticoagulantes. Internada en el hospital la situación empeoró rápidamente y se extendió a todos los dedos del pie izquierdo. El 29 de marzo una radiografía de la circulación de las piernas (arteriografía) mostró una obstrucción de las arterias femoral y poplítea (arterias que alimentan la pierna) por lo cual sus médicos decidieron operarla, ya que los medicamentos probados desde su ingreso al hospital no habían logrado ninguna mejoría. Durante la cirugía, efectuada el 30 de marzo, se comprobaron las obstrucciones y el 10 de abril sus médicos se vieron obligados a amputarle el cuarto y quinto dedos del pie izquierdo. El 17 de abril, en un nuevo examen ecográfico, se comprueba empeoramiento de la situación con mayor reducción de la circulación que el 3 de abril. Al otro día el pie estaba completamebte "negro y frío" por lo que se piensa que la única solución es la amputación del mismo. La señora llamó al padre Michele Messaro, misionero de los Sagrados Corazones y su párroco, para pedirle que rece por ella. El padre se dirigió al lecho de la enferma e invocó al a el Padre Cayetano Errico, fundador de los Misioneros del Sagrado Corazón, recordando la curación que por su intersección se había obrado en la pierna de Mauro Vallefuoco. Rezaron durante todo el día. El 19 de abril, antes de la operación en que se le iba a amputar el pie, los médicos realizaron una arteriografía en la cual, y ante su asombro, observaron el restablecimiento de la circulación por debajo del by-pass, el pie con la circulación recuperada a través de las arterias tibiales (otras arterias de las piernas que hasta ese momento no habían sido de utilidad para mantener la circulación del pie). La señora llamó al padre para informarle que no le iban a amputar su pie y que el dolor había mejorado. Fue dada de alta del hospital luego del milagro que maravilló a todos y sobre todo a los médicos que consideraron totalmente inexplicable la curación de la señora Phillis.