Por la espalda: Despedido impecable prelado del Vaticano

Francisco despidió sin aviso, después de 8 años de servicio, a monseñor Robert Oliver, estadounidense y secretario de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.

Oliver mencionó esto con “ira” en Boston, durante una homilía del Viernes Santo (ver vídeo a continuación). Unos días antes, estaba en el aeropuerto de Roma para lo que pensó que era un corto viaje a Boston.

De repente, sonó su teléfono y un periodista le preguntó por qué el Vaticano había anunciado el fin de su servicio. “Desafortunadamente, mis superiores en Roma no fueron capaces de hacérmelo saber”, dijo Oliver.

Minutos después, Oliver recibió una llamada del cardenal de Boston, Seán O'Malley, jefe de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, quien le dijo que él “regresará” a Boston. O'Malley le explicó a Oliver que había servido más de lo que está reglamentado y agregó sarcásticamente “bienvenido a casa”.

La fórmula de Oliver “mis superiores en Roma” indicó que el propio O'Malley fue puesto ante un hecho consumado por el subsecretario de Estado, el cardenal Edgar Peña Parra, quien hace el trabajo sucio para Francisco.

Oliver fue durante años miembro laico de la Carismática Hermandad Laica, que tiene su sede en Boston, antes de ser ordenado sacerdote. Es un trabajador sensato, honesto y serio que evidentemente no encajaba en el tortuoso régimen sudamericano que Francisco instaló en el Vaticano.

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