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VIGANÒ: Hablo sólo de lo que he visto personalmente. Así opera la mafia homosexual en la Iglesia

Por Marco Tosatti

La entrevista efectuada al arzobispo Viganò por el Washington Post, en la que reitera su testimonio sobre McCarrick, y en la declara que el Pontífice miente para encubrir los delitos, ha despertado gran interés, como era comprensible. También a la luz del hecho que sus declaraciones se han confirmado siempre, desde hace un año a esta parte, a causa de documentos y testimonios que han salido a la luz, el último de los cuales es el “Informe Figuereido”, escrito por el secretario de McCarrick. E incluso la filípica anti-Viganò del cardenal Marc Ouellet ha sido confirmada. Aun cuando el prefecto de la Congregación para los Obispos debería explicar ahora por qué jamás mencionó la carta que su predecesor, el cardenal Re, había escrito a McCarrick y de la que estaban en conocimiento tanto el nuncio como el arzobispo de Washington. Y, naturalmente, Ouellet mismo, pero que no habló de ella, atacando a Viganò. Quizás con la esperanza – está al final del mandato – de obtener una continuación en el cargo, pero que según algunas voces podría haberle sido confiado al secretario de la Congregación, Jesus de Ilson Montanari, el amigo muy íntimo del secretario privado del Pontífice, Fabián Pedacchio.

En el interín explotó el caso Bransfield, quien había regalado dinero a muchas personas, entre ellas también al nuncio. Al hablar de la mafia homosexual, el arzobispo Viganò ahora explica que “mi comentario no fue abstracto, pero se basa en lo que conozco personalmente, por ejemplo, sobre McCarrick. Jamás he recibido ninguna acusación, verbal o escrita, contra el obispo Bransfield, durante mi mandato como nuncio en Estados Unidos. Lo que sé de él viene de esto que he leído en los diarios. Dicho esto, de lo que ha surgido parece que el obispo Bransfield es un ejemplo perfecto de aquello a que me refería. Es importante advertir que antes de ser nombrado obispo había sido rector de la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington DC, y fue presidente del Consejo de la Fundación Papal, ambas ligadas a McCarrick y al cardenal Wuerl. En efecto, su sucesor como rector de la Basílica, monseñor Walter Rossi, fue nombrado allí por McCarrick el mismo año en el que Bransfield fue nombrado obispo. Monseñor Rossi es, sin duda, un miembro de la ‘mafia homosexual’. Se puede leer de él online en el sitio web The American Spectator. Puedo decir que mientras yo fue nuncio en Estados Unidos recibí la documentación que afirma que monseñor Rossi había molestado sexualmente a estudiantes varones en la Universidad Católica de América. El Vaticano, en particular el cardenal Parolin, es muy consciente de la situación de monseñor Rossi, como lo es el cardenal Wuerl. Finalmente puedo testimoniar que el nombre de Rossi fue propuesto para la promoción a obispo a mi predecesor, el arzobispo Pietro Sambi, quien bloqueó su avance. Estos hechos muestran claramente cómo opera la ‘mafia homosexual’”.

El arzobispo Viganò recuerda que era habitual en los obispos estadounidenses enviar un regalo al nuevo nuncio cuando asumía el cargo. “En verdad no recuerdo todos los hombres de los que me enviaron estos regalos, porque no presté atención al nombre del donante que mandaba un cheque, porque eso era irrelevante para mí, porque no tenía intención de hacer ningún favor a nadie. Como dije antes, mi personal me explicó que esto era habitual en Estados Unidos, y el hecho de no aceptar el regalo habría sido una afrenta para los donantes. En consecuencia, después de haber recibido estos regalos, giraba inmediatamente estos dineros a mi cuenta para beneficencia. Puedo alegar algunos ejemplos de pruebas sobre cómo utilicé mis dineros personales junto al dinero de estas distintas donaciones.

Algunos de los nombres que me acuerdo son el cardenal Dolan, el obispo Di Marzio, el ex cardenal McCarrick, el cardenal Wuerl, pero estoy seguro de que hubo otros más.

Quisiera agregar que recuerdo con precisión uno de estos regalos hechos inmediatamente después que se anunció que yo sería enviado como nuncio a Estados Unidos, pero antes de mi llegada a ese país Era del ex cardenal McCarrick, por un importe de u$s 1.000”.


Ha surgido una cuestión del hecho que algunos parroquianos de Virginia Occidental sostienen que en el 2013 enviaron una carta al nuncio, lamentándose por el estilo de vida extravagante del obispo Bransfield. “Desafortunadamente, no recuerdo haber recibido alguna carta de ese tipo, que por cierto recordaría y habría tenido algún seguimiento. Dicho esto, la Nunciatura recibe todos los días muchas denuncias sobre todo género de cosas, y es bastante probable que desafortunadamente esta carta no haya sido considerada lo suficientemente seria para que me fuera presentada. De todos modos, si ha sido recibida, es probable que la carta esté archivada en los archivos de la Nunciatura, en consecuencia, puede ser verificada”.

Publicada originalmente en italiano el 15 de junio de 2019, en 15 de junio de 2019, ad www.marcotosatti.com/…/vigano-parlo-so…
Traducción al español por: José Arturo Quarracino