5 títulos de la Virgen que no te esperarías

Philip Kosloski
Sep 12, 2017


JoseMDelaa | CC

Estos nombres para María no son los que normalmente dedicarías a tu Madre

El título más antiguo para la Santísima Virgen María es simplemente el de ‘Madre’. Era el nombre que Jesús usaba y el mismo que los cristianos han usado desde entonces. El nombre de ‘Madre’ describe el papel de María en nuestras vidas como madre espiritual que nos vigila y cuida de nosotros en nuestra necesidad.

Sin embargo, a lo largo de los siglos, santos, obispos y papas en la Iglesia le han dedicado toda una letanía de nombres, como puede verse en la tradicional Letanía de Loreto. Estos nombres, normalmente, se explican por sí mismos y tienen sentido por lo general. Pero luego existen otros títulos que uno no esperaría para la Virgen María. Por ejemplo, ¿por qué se compara a María con una torre? ¿O con un vellocino?

A continuación puedes leer cinco de estos títulos junto a una breve explicación que, esperamos, arroje algo de luz sobre estos nombres menos conocidos para la Santísima Virgen María.

Torre de David

La primera mención a este título aparece en el Cantar de Salomón, donde Dios es representado como un amante que describe la belleza de su amada. Aquí encontramos: “Tu cuello es como la torre de David, construida con piedras talladas: de ella cuelgan mil escudos, toda clase de armaduras de guerreros” (Cantar de los Cantares 4,4). María a menudo es considerada un símbolo de la Iglesia, la esposa de Cristo, así que el título señala primero hacia este aspecto espiritual de la función de María en la historia de la salvación.

En segundo lugar, el rey David construyó una torre en la ciudad de Jerusalén para proteger al pueblo de los asaltos enemigos. María es una madre protectora y hará lo que tenga que hacer para defender a sus hijos espirituales. Es una fortaleza, un lugar de refugio durante la guerra de nuestra alma. El título nos anima a acercarnos a ella para buscar protección y ver en su imagen a la perfecta esposa de Cristo.

Torre de marfil

De nuevo una torre, pero esta vez es de marfil. De nuevo, este título aparece por primera vez en el Cantar de los Cantares en un escenario similar. Dios habla de nuevo a su amada: “Tu cuello es como una torre de marfil” (Cantar de los Cantares 7,4). El marfil es blanco y se relaciona con la identificación de María como la “Inmaculada Concepción”. Ella es la que fue preservada de toda mácula de pecado y es la esposa pura de Cristo. Este título nos recuerda la pureza de María y nos insta a imitar su fidelidad total a Dios.

Lucero del alba

La estrella de la mañana es conocida por ser la última estrella en el cielo antes de que salga en sol. El cardenal John Henry Newman explica que es “un privilegio de María el ser la Estrella de la Mañana, la Estrella que anuncia el Sol. Ella no brilla por sí misma, ni con luz propia, sino que es un reflejo de su Redentor y el nuestro, lo glorifica.

Cuando ella aparece en la oscuridad, sabemos que Él está a las puertas. Él es el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin. Él viene pronto, y trae con Él su salario, para dar a cada uno según sus trabajos. ‘Sí, Yo vengo pronto. Amén. Ven, Señor Jesús’”. Esto nos enseña que nosotros también estamos llamados a ser heraldos de la luz de Cristo y a señalar siempre al Sol que nunca se pone.

Destructora de herejías

Según el padre Paul Scalia, “En [su carta encíclica] Pascendi dominici gregis, el papa Pío X invoca a la Santísima Virgen María con el título de Destructora de todas las herejías. Escogió este curioso apelativo para la amable y dulce dama de Nazaret de la Misa de la Santa Virgen María. El título tenía un significado especial en Pascendi, que fue escrito en 1911 contra el modernismo, un ‘conjunto de todas las herejías’. Frente a aquella crisis, era apropiado recurrir a la Destructora de todas las herejías”.

Del libro de Génesis muchos han interpretado a María como la que fue anunciada que aplastaría la cabeza de la serpiente, al diablo, y ya que la herejía (o cualquier falsedad) viene directa de la boca de Satán, María es considerada como la que puede destruir las herejías. Así recordamos que María es nuestra protectora frente a las herejías y quien nos guía hacia la verdad.

Vellocino de lluvia celestial

En un comentario sobre los Salmos, John Mason Neale escribe: “Ciertamente, digo, a María se la compara con un vellocino, ya que de su fruto se teje la prenda de la salvación para los pueblos. [El pasaje evoca a Gedeón, pidiendo la lluvia sobre el vellocino, como signo de que Dios está de su parte, en Jueces 6, 36-40. N.d.e.].

María es de verdad un vellocino, puesto que de su suave seno surgió el Cordero, Quien llevando la lana de Su Madre, es decir, la carne, cubre las heridas de todas las naciones con un delicado vellocino. Ya que la herida de todo pecado está vendada con la lana de Cristo, instigada con la Sangre de Cristo; y, para recuperar la salud, es cubierta con el atuendo de Cristo”.

Además, María es considerada como un puro vellocino sobre el que descendió Jesús en la Anunciación, “los salmos dicen ‘Sea Él como lluvia que cae sobre el vellón’ [Salmos 72,6], es decir, gentil e imperceptiblemente Él bajará a la Virgen, porque Él vendrá con toda humildad y mansedumbre”. Este título nos devuelve a la mente la pureza de María y evoca la dulzura de la Anunciación y cómo Dios vino a morar entre nosotros.

Fuente: aleteia
Pacocatolic
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