Benedicto XVI defiende su dimisión – y [principalmente] a él mismo
Esta noticia solo puede referirse a un artículo del cardenal Walter Brandmüller, publicado en julio de 2016 y en el que comentó la renuncia de Benedicto.
Aparentemente enojado consigo mismo, Benedicto insinúa en su carta que Brandmüller está “enojado”:
“Para algunas personas y – me parece – también para usted, el dolor [sobre la dimisión] se ha convertido en enojo que ya no remite simplemente a mi dimisión, sino que en forma creciente remite también hacia mi persona y a mi papado como un todo”.
Benedicto teme que de esta manera su pontificado sea devaluado y “diluido en el lamento sobre la situación actual de la Iglesia”.
Él reprende a Brandmüller: “si usted conoce una forma mejor [que la dimisión] y, en consecuencia, piensa que puede juzgar la forma que yo elegí, por favor dígamelo”.
Benedicto señala que hay ejemplos históricos de renuncias, como Pío XII, quien temía que los nazis lo arrestaran, razón por la cual había preparado una dimisión en caso de que esto ocurriera [pero de hecho él nunca renunció].
¿Con este ejemplo Benedicto da a entender que su renuncia fue causada por una amenaza proveniente de un Estado extranjero?
Imagen: © Mazur/catholicchurch.org.uk, CC BY-NC-SA, #newsZbbhqjwyct
