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Francisco: de repente el error puede convertirse en verdad

La declaración del papa Francisco sobre la pena de muerte contradice lo que la Iglesia enseñó desde los tiempos apostólicos hasta Juan Pablo II, según P. J. Smith en firstthings.com. El 11 de octubre …Más
La declaración del papa Francisco sobre la pena de muerte contradice lo que la Iglesia enseñó desde los tiempos apostólicos hasta Juan Pablo II, según P. J. Smith en firstthings.com.
El 11 de octubre el papa Francisco llamó a la pena de muerte “contraria per se al Evangelio”. Incluso afirmó que la doctrina de Iglesia puede ser “claramente contraria” a una “nueva comprensión de la verdad cristiana”.
Según Smith, esto muestra que Francisco cree “que los desarrollos auténticos pueden corregir, no corroborar, el cuerpo de pensamieno del cual ellos proceden”.
Imagen: © Jeffrey Bruno, Aletia, CC BY-SA, #newsZvoxkdxejz
Yugo
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jamacor
El papa dice que la pena de muerte es intrínsicamente mala
En ese sentido, explicó que “la Tradición es una realidad viva y solo una visión parcial puede concebir el depósito de la fe como algo estático. ¡La Palabra de Dios no se puede conservar en naftalina como si se tratase de una vieja manta que debe protegerse de los parásitos! No. La Palabra de Dios es una realidad dinámica y viva que …Más
El papa dice que la pena de muerte es intrínsicamente mala

En ese sentido, explicó que “la Tradición es una realidad viva y solo una visión parcial puede concebir el depósito de la fe como algo estático. ¡La Palabra de Dios no se puede conservar en naftalina como si se tratase de una vieja manta que debe protegerse de los parásitos! No. La Palabra de Dios es una realidad dinámica y viva que progresa y crece porque tiende hacia un cumplimiento que los hombres no pueden detener”. Por lo tanto, “la doctrina no puede preservarse sin progreso, ni puede estar atada a una lectura rígida e inmutable sin humillar la acción del Espíritu Santo".

Con estos presupuestos puede cambiar todo lo que quiera, y hacer que todo en la Iglesia sea políticamente correcto. Obedecer a los hombres antes que a Dios.

Da la impresión de que todos los que le han precedido desde hace 2.000 eran ciegos y cortos de mente, y sobre todo que no recibieron la ayuda del Espíritu Santo.