Vaticano identifica a la “juventud” con ateos y políticos extremistas
Los obispos suizos enviarán a tres jóvenes al Pre-sínodo romano que tendrá lugar en marzo, como preparación para el “Sínodo de la Juventud” del papa Francisco, informó la página web 20min.ch.
El controvertido Pontificio Consejo para la Cultura pidió explícitamente delegados que fueran “críticos de la Iglesia” y “ateos”.
Uno de ellos es Jonas Feldmann, de 25 años, un católico no-practicante que se opone a la doctrina católica y es militante activo a favor del aborto, pro-homosexual, anti familia y del Partido Verde favorable a la eutanasia, un partido de extrema izquierda. Él le dirá a Francisco que no quiere ser miembro de una institución que “discrimina el amor homosexual”.
Otro delegado es el periodista Sandro Bucher, de 25 años, miembro de al menos cinco organizaciones rabiosamente anti-Iglesia. Bucher considera a la Iglesia como “enemiga del progreso” y le dirá a Francisco que “deshaga el daño que está haciendo la Iglesia Católica”.
El tercer delegado es Medea Sarbach, de 23 años, una estudiante de teología. Se la describe como católica practicante. Si se reúne con Francisco, le dirá “buenos días” o “buenas tardes”.
Lo que el Sínodo de la Juventud ya le ha enseñado a la Iglesia es que los jóvenes católicos normales no tienen lugar en el Vaticano de Francisco.
Imagen: © korea.net, CC BY-SA, #newsRsgzhixijl
El controvertido Pontificio Consejo para la Cultura pidió explícitamente delegados que fueran “críticos de la Iglesia” y “ateos”.
Uno de ellos es Jonas Feldmann, de 25 años, un católico no-practicante que se opone a la doctrina católica y es militante activo a favor del aborto, pro-homosexual, anti familia y del Partido Verde favorable a la eutanasia, un partido de extrema izquierda. Él le dirá a Francisco que no quiere ser miembro de una institución que “discrimina el amor homosexual”.
Otro delegado es el periodista Sandro Bucher, de 25 años, miembro de al menos cinco organizaciones rabiosamente anti-Iglesia. Bucher considera a la Iglesia como “enemiga del progreso” y le dirá a Francisco que “deshaga el daño que está haciendo la Iglesia Católica”.
El tercer delegado es Medea Sarbach, de 23 años, una estudiante de teología. Se la describe como católica practicante. Si se reúne con Francisco, le dirá “buenos días” o “buenas tardes”.
Lo que el Sínodo de la Juventud ya le ha enseñado a la Iglesia es que los jóvenes católicos normales no tienen lugar en el Vaticano de Francisco.
Imagen: © korea.net, CC BY-SA, #newsRsgzhixijl