El Final de los Tiempos

El presente libro, constituye un acto de obediencia que le hago a mi Señor Jesús de dar a conocer todos los acontecimientos que le esperan al mundo entero, debido a que se están viviendo momentos cruciales en la historia de la salvación, por eso el Señor mismo ha venido en nuestro auxilio, cansado de esperarnos con los brazos siempre abiertos.


Estos son los últimos avisos que el cielo nos da pues el tiempo en que la humanidad sea sacudida está a las puertas.


Siento en mi corazón que es voluntad del Señor, que conozcamos los tiempos y lo que va a suceder, no para tener miedo sino para que confiemos cada vez más en Él y nos preparemos de corazón para lo que ha de acontecer.


 La presente obra está dividida en tres secciones para una mejor comprensión: 


a) En el primer capítulo, se encuentra una explicación ordenada de todo lo que ha sucedido, está sucediendo y lo que sucederá en los últimos tiempos.
b) En el segundo capítulo, los diversos mensajes que el Señor y la Santísima Virgen me han dado, puestos de manera textual.
c) Para luego terminar con un tercer y último capítulo, que contiene las citas bíblicas utilizadas en el texto, colocadas en el orden cronológico de los acontecimientos.



Cabe aclarar, que si bien la explicación dada, no es en su totalidad palabra textual del Señor sobre los acontecimientos sucedidos, los que estamos viviendo y los que están a punto de realizarse, es Él quien me ha explicado todo con paciencia, como si fuera yo un pequeñuelo.


De ningún modo se busca imponer estas revelaciones a alguien como si fueran del depósito de la fe,  pues se debe estar consciente que el objetivo de toda revelación privada “no es la de mejorar o completar la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudarnos a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia.” CIC. Art.67. Aunque considero importante decir junto con el Apóstol Pablo: “No extingáis el Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno.” 1 Ts 5, 19-21.


No desechemos esta manifestación del amor de Dios que nos invita a volvernos a Él con sincero arrepentimiento, pues el tiempo de la justicia ha comenzado.


Que el Espíritu Santo los llene de sus dones para poder descubrir cuán grande es el amor de Dios y de esta manera abandonarse totalmente en sus brazos sin restricción alguna.


                                                                     Hno. Jesús E. Medina López.