(394) Misteriosismo y verdad sin doctrina

34.- Una fe que no consiste en creer.— El cristiano cree en Dios Uno y Trino. Cree en Dios Padre, cree en Dios Hijo, cree en Dios Espíritu Santo. Y también cree las verdades naturales y sobrenaturales que Dios mismo ha transmitido por Revelación. Lo explicaba con precisión el Catecismo de San Pío X: 

«864. ¿Qué es Fe? - Fe es una virtud sobrenatural, infundida por Dios en nuestra alma, y por la cual, apoyados en la autoridad del mismo Dios, creemos ser verdad cuanto Él ha revelado y por medio de la Iglesia nos propone para creerlo».

Durante el posconcilio, el subjetivismo de la Nueva Teología desenfocará gravemente el concepto de Revelación. Difundida masivamente desde cátedras y púlpitos, convertirá la fe en experiencia de encuentro: ya no consistirá en creer, sino en experimentar, sentir, confiar, tener una cita personal con el misterio, una experiencia de enamoramiento, una cita con el noúmeno kantiano personificado en Jesús de Nazaret.

La Revelación pasará a ser sólo presencia de un Dios fascinado con el hombre, que sale a su encuentro pero sin influirle en lo más mínimo, porque respeta su criterio y libertad; un hombre endiosado que sale a su vez —hasta de forma inconsciente, según Rahner—, en busca de la verdad, como si no la hubiera recibido ya de sus antepasados.

 

35.- Modelo semipelagiano.— La fe pasará a ser dialógica, como pretende el personalismo; mas no teologal, porque en un encuentro hay dos que ponen de su parte, que se dirigen de suyo hacia el otro; pero en una infusión de virtud hay uno que entrega y otro que recibe, como en la traditio.

El modelo de fe será coherente con el paradigma semipelagiano, en que la conversión es suma de sumandos: la parte de Dios más la parte del hombre. La conversión será concebida como un diálogo entre causas primeras, en que se admite la iniciativa de una de ellas, no faltaba más, pero no su soberanía absoluta.

 

36.- La Revelación desenfocada.— Conforme a esta visión de la fe como experiencia de diálogo, su objeto, al que tradicionalmente había que asentir, quedará profundamente alterado. Ya no es que Dios comunique también verdades naturales y sobrenaturales acerca de Sí mismo y de su voluntad, sino que Dios mismo será su sólo objeto de comunicación. Se pretende que Dios no revela doctrinas, sino sólo hace presente su misterio. La Revelación, por tanto, ni terminó ni terminará, según esta perspectiva, consistirá en la presencia misma de Dios en una persona: su Hijo. La Revelación, más bien, será la Encarnación prolongada en la historia por la Resurrección.

 

37.- Verdad sin doctrina.— El concepto de verdad quedará profundamente alterado. «La verdad no es una cosa ni un sistema. Es Uno, mejor dicho, el Uno por antonomasia», dirá Hans Urs von Balthasar en La verdad es sinfónica. El subjetivismo de la Nueva Teología va a negar que la verdad sea objetiva. Es lo que se insinúa, subrepticiamente, al rechazar que sea una cosa; es lo que se declara, explícitamente, al negar, también, que sea un sistema de enunciados, es decir, una doctrina.

De esta forma, el anti-intelectualismo caracterizará la teología y la pastoral posconciliar: la verdad no puede expresarse en proposiciones inequívocas, es sólo una persona, la de Jesús de Nazaret. Enfatizando, en ocasiones, indebidamente lo humano de Jesús, gran parte de la teología posconciliar, insinuando que es persona humana, transmitirá un aire de nestorianismo que muchos extremarán en arrianismo. La doctrina, tan sólo, será seguimiento de una persona humana misteriosa y divina que es Hijo de Dios.

 

38.- La doctrina en el punto de mira.— Los modernizantes pretenderán, durante los últimos cincuenta años, que la verdad es inexpresable en doctrina,  que ésta es sólo un tanteo humano, demasiado humano. Califican de triunfalista la confianza en la eficacia aprehensiva del conocimiento.

Es un tópico del pensamiento personalista. Karl Rahner, por ejemplo, en Peligros en el catolicismo actual, amparándose en el Concilio Vaticano II, arroja la acusación de triunfalista a la posibilidad «de que los representantes oficiales de la Iglesia sobrevaloren el alcance y la significación de la doctrina recta que presentan e inculcan […] De aquí nace ese triunfalismo clerical que el Concilio ha deplorado y combatido». La acusación la extiende incluso a la defensa tradicional del derecho natural.

La Nueva Teología redunda en este lugar común, que se resume así: el pluralismo doctrinal es preferible a una doctrina inequívoca. Porque lo que Dios revela no son verdades naturales y sobrenaturales, sino sólo Él mismo, sólo su misterio informulable. La doctrina, para el pensamiento innovador, no es eficaz, no es diálogo; la doctrina abusa del misterio.

El pensamiento católico quedará profundamente confundido, porque la doctrina, como conjunto de verdades naturales y sobrenaturales, ha sido excluida de la Revelación. La fe ya no consiste también en creer verdades. La fe se quedó sin doctrina.
 

40 comentarios

  
Javier
Don Alonso, dice usted «La Revelación, más bien, será la Encarnación prolongada en la historia por la Resurrección».

Le ruego que me lo explique de otra manera porque yo no lo capto, lo de la Resurrección me confunde. Muchas gracias.
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A.G.:
Pues que la Nueva Teología equipara Revelación con Encarnación, porque piensa que la Revelación es hacer presente la verdad, que es Jesús, o sea la Encarnación. La Resurrección es concebida como revelación porque por ella Cristo sigue presente y revelando cosas a su Iglesia.
30/11/19 6:14 PM
  
Andrés
Todo eso que usted dice está muy bien, pero la fe tiene que integrarse en la psicología de la persona.
Somos seres encarnados y no basta con la voluntad en el tema de la fe, es todo mucho más costoso. Igual que se puede caer en el subjetivismo experiencialista también se puede sucumbir en un intelectualismo voluntarista.
En esta línea me parece sumamente interesante el libro "psicología religiosa" de Antoine Vergote.
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A.G.:
La fe es la puerta, el umbral. Luego viene el desarrollo de la gracia santificante, que perfecciona la persona en su integridad y la restaura, en un proceso teologal en que los dones del Espíritu Santo proporcionan incluso un modo sobrehumano de actuar y de pensar.
30/11/19 6:31 PM
  
Scintilla
Es que la fe, querido Andrés, es ya una gracia. Supera la voluntad y el intelecto y la memoria, la parte espiritual de la psiché. Y Dios nos la da para que la acoja nuestra psiché. No sólo nos conoce por nombre. Ha hecho nuestra alma. ¿Costoso? Si piensa que la fe se merece o que cuesta no está pensando en la virtud sobrenatural de la fe, sino en otra cosa, en cierto tipo de conocimiento.
30/11/19 9:20 PM
  
Scintilla
Ah, y feliz día tenga de san Andrés, el último apóstol del año.
30/11/19 9:21 PM
  
Vicente
la definición de San Pío X me parece magistral.
30/11/19 9:30 PM
  
Paco
Conviene estudiar e interiorizar los contenidos del Catecismo de 1992.
30/11/19 10:19 PM
  
Natanael
Decía Chesterton que: "Una herejía es una verdad que se ha vuelto loca". Pues bien, el modernismo trae ciertas verdades a colación, pues Cristo mismo dice de si mismo que el es la Verdad, pero sucede como con otros tantos atributos de Cristo, de Dios... por ejemplo: "sed Santos como yo soy Santo", ¿Quien es el Santo? Dios, pero el nos santifica, por su Graciq se nos da ser Santos. Cristo es la Verdad, pero también es cierto que Cristo trae, enseña como maestro, una verdad y una doctrina. Mienten quienes pretenden que la verdad es un encuentro misterioso con Cristo, con su persona exclusivamente, y que por tanto no hay dogmas ni verdad clara fuera del propio encontrarse.

Son tácticas propias de mentirosos, si solo mienten a otros o también quieren mentirse a si mismos no soy yo quien para juzgarlo, pero es claro que retuercen las palabras para llegar a donde ellos quieren. De hecho, creo que no es infrecuente tener primero claro "por inspiración" (no divina) a donde se quiere llegar, y luego van surgiendo las explicaciones.

Explicaciones que suelen ser intrincadas. Pues las malas teologías, como las malas filosofías, gustan de hacer inescrutable lo sencillo. Una cosa es que las cosas elevadas sean difíciles de entender para los no estudiados y otra que en temas básicos que cualquier catecismo enseña con claridad y nitidez no haya quién les entienda.
30/11/19 11:35 PM
  
Andrés
Scintilla:
Posiblemente me he explicado mal, lo que quería decir es que la fe no depende exclusivamente de la voluntad, como usted bien dice es un don y una gracia de Dios.
Pero esa fe se tiene que encarnar, y esto, salvo excepciones, no es algo que se consiga de forma fácil y almibarada. Requiere dejarse recrear por el Espíritu Santo, lo que implica pasar por la noche de los sentidos y la noche de la fe.

01/12/19 12:57 AM
  
Andrés
Muchas gracias Scintilla
01/12/19 12:58 AM
  
Scintilla
Sigo sin ver su punto, Andrés. Don Alonso lo pone claro. Por un lado, al subrayar el peso del paradigma semipelagiano de concepción actual de la fe, que no deja de ser un voluntarismo. Por otro, al hacer lo propio con el subjetivismo que ha pasado de la filosofía moderna a la teología modernista para sustraer objetividad a las verdades morales, de la fe y litúrgicas. Qué entiende usted por encarnación de la fe. Quien se encarna es el Verbo.
Ciertamente, como dice la encíclica Lumen fidei, la transmisión de la fe, junto con el momento sobrenatural y puramente espiritual de la infusión del don, requiere de un momento natural o material, que es la tradición de la IGlesia, que toma cuerpo en los sacramentos, que son signos visibles de aquello invisible. PAra eso están los sacramentos: para ayudarnos a crecer en el Espíritu. Unos, para marcar nuestras etapas vitales en ese crecimiento; la Eucaristía, para acompañarnos toda la vida como nuestra fuente de vida, en la que tomamos carne y sangre de Cristo, de la Encarnación misma. ¿Quién puede hablar de almíbar ante el misterio del altar? Mientras que de la enseñanza de la doctrina de la fe somos canales. O hemos de serlo para responder verdaderamente a esa fe, porque no se trata de una sabiduría meramente natural o humana, sino celestial. Esa fe es la que nos mantiene unidos a Cristo resucitado. ¿Dónde está aquí la facilidad -en términos humanos- de la fe?
Es cierto que san Juan de la Cruz hablaba de purificar los sentidos, pero esa noche no es la de la fe, no sé cómo ha leído a nuestro seráfico doctor. Precisamente esa noche del sentido es la que nos permite andar, como nos recomendaba, sólo en fe, en "fe pura", creo que decía, asidos a esa fe que es don y es tradición sacramental, desconfiando de todo lo que no sea eso, ciegos, sordos... muertos a todo lo que no sea eso. Y ahí nos probamos, es cierto, como hombres, en el padecer y seguir así a nuestro Capitán. Que está también ahí, en ese silencio, aunque retirado. Viendo si pedimos cruz o nos achantamos. Y no hay excepción posible, porque no hay santidad sin cruz, virtudes heroicas sin padecimiento guiado por la fe en nuestro Señor. Si a esto lo quiere llamar encarnación, como a los sacramentos, usted verá, pero no es muy propio, más bien confuso.
Feliz año nuevo cristiano a todos. Ven Señor Jesús.
01/12/19 9:47 AM
  
Andrés
Scintilla:
En su obra Noche Oscura, San Juan de la Cruz explica genéticamente como se desarrollan en el alma dos tipos de noche: la de los sentidos y la de la fe. A esta última, el Santo doctor, la denomina con el calificativo de "horrenda", no tiene más que coger la obra y comprobarlo por usted misma.
Esta purificación de la fe es lo que supone un duro trauma pero, a la vez, una purificación saludable, pues supone adentrarse en los desposorios espirituales. Corresponde con la quinta y sexta moradas de Santa Teresa.
Una forma de aproximarse a la naturaleza de este fenómeno místico lo constituye el testimonio de Santa Teresita de Lisieux, a la cual le atormentaba el sentimiento de ateísmo. Algo parecido aparece recogido en unas cartas publicadas de la madre Teresa de Calcuta.
La gran paradoja de este estado es que se experimenta una sequedad espiritual absoluta pero por otro lado el corazón está inflamado de vivo amor de naturaleza divina. Santa Teresa decía que era como si le ardiera el corazón.
Feliz Adviento!

01/12/19 11:48 AM
  
Néstor
El anti-intelectualismo es tal vez la peste más mortífera que afecta al catolicismo actual, porque su consecuencia inevitable es la relativización de la Verdad revelada por Dios, o sea, la desaparición de la fe.

El único modo humano de acceder a la realidad de las cosas es mediante los conceptos, que se expresan en palabras. El anti-intelectualismo es un acto de soberbia por el cual se rechaza la humilde condición humana y se busca una especie de contacto inmediato, afectivo, con Dios, con la consecuencia de que después cualquier movimiento de la afectividad, cuya causa real tal vez sea el hígado, se identifica como moción del Espíritu Santo.

Es la nueva manzana de Edén que se le ofrece al católico actual para que abandone su fe sin culpa y con excusas. Porque junto con las "doctrinas abstractas", los que se van por el sumidero son los dogmas, y con ellos, la fe católica.

Es una trampa suficientemente sencilla como para que no se pueda caer en ella sin culpa.

Saludos cordiales.

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A.G.:
Completamente de acuerdo, Néstor. Lo has calificado muy bien, nueva manzana del Edén. Con el anti-intelectualismo queda afectado, en último término, el contenido de la Revelación y por tanto la respuesta que se le debe, que es la fe. Mucha gente cae en esta trampa, como dices, muchos buenos cristianos, que se ponen a defender que no se cree en algo sino en Alguien, como si ese Alguien no enseñara algo.
01/12/19 2:17 PM
  
José Díaz
¡Qué hermosa, concisa y precisa definición de la Fe del venerable catecismo de San Pío X! ¡La Fe es una virtud sobrenatural! Con ello queda cortada de raíz cualquier clase de tentación pelagiana. La Fe es una virtud sobrenatural porque su origen está en Dios, y por eso, como vd apostilla, es teologal, no diálogica. No puede ser objeto ni resultado del malhadado consenso, como recuerda L. F. en su último y luminoso artículo. ¡Cuántas veces hemos escuchado la monserga de que la Fe es un encuentro personal de cada persona con la persona de Cristo! La huella del personalismo en esta idea es inequívoca, preñada como está de un rampante subjetivismo. La Fe o, como dicen los teólogos y pastores personalistas, la experiencia de fe queda trágicamente reducida a un corolario de emociones en el que la voluntad humana es parte decisiva. Se pretende que la Fe y, por ejemplo, también la liturgia, deben "decir algo" al hombre "de hoy" porque se han terminado aceptando una concepción nominalista del hombre y las conclusiones de una psicología que afirma que "cada persona es un mundo". Así, la comunión de la Iglesia -la unión en Cristo de todos los miembros de su Cuerpo Místico- ha sido reemplazada por una suerte de diversidad de sensibilidades en la que cabe todo, desde herejías y barrabasadas teológicas a toda clase de abusos litúrgicos en nombre de la creatividad humana. Ahí cabe todo, o casi todo, porque la defensa de la Santa Tradición de la Iglesia es tachada de rigorista, pelagiana y reveladora de desequilibrios psíquicos. AG, muchas gracias, y que el Señor que era, que es y que viene y la Virgen Inmaculada le bendigan

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A.G.:
Así es, se acepta la concepción nominalista del hombre y se cae irremediablemente en el individualismo, y por tanto en el existencialismo, con todos sus ismos: pelagianismo, situacionismo...
01/12/19 3:45 PM
  
Sss
¿Estamos seguros que la fe en primer lugar no es una experiencia? El modo humano de conocer pasa primeramente por la experiencia de la realidad. Después de la experiencia se abstraen los conceptos y la verdad.
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A.G.:
La fe es asentimiento del entendimiento a la verdad revelada, movido por la voluntad movida a su vez por la gracia, fundado en la autoridad de Dios.
01/12/19 4:13 PM
  
Sss
Para que me aclare, tomemos un ejemplo: en San Pablo, ¿qué fue primero: la experiencia de Cristo Resucitado o el asentimiento de la fe movido por la gracia? Entiendo que fue una experiencia primeramente.
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A.G.:
Lo que le sucedió a San Pablo no cambia lo que es la virtud de la fe, una virtud sobrenatural que radica en el entendimiento, porque consiste en CREER.
01/12/19 5:56 PM
  
Andrés
Estoy de acuerdo con Néstor, hay que tener mucho cuidado en basar la fe en las meras emociones subjetivas. La verdadera intelectualidad y sabiduría tiene que fundarse en los 7 dones del Espíritu Santo.
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A.G.:
Hay que distinguir, porque existe un conocimiento natural y otro sobrenatural. La fe es conocimiento sobrenatural. Pero también de forma natural se puede conocer a Dios, aunque con tantas dificultades, que hace moralmente necesaria la Revelación para un conocimiento sin error, con facilidad y certeza. Los dones del Espíritu Santo perfeccionan la fe pero no la suplantan.

01/12/19 6:32 PM
  
gustavo perez
Definitivamente la ideología kantiana que arrasó con la epstemología aristotélico-tomista ha invadido los terrenos eclesiales e la Nueva Teología a la que muchos adhieren de manera incauta por su pobre formación doctrinal en filosofía. Creen que es la panacea y no advierten sus consecuencias que rebotan en el relativismo doctrinal y moral y en la negación de la relación sujeto - objeto porque las categoría del filósofo de Könisberg los absorbió.
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A.G.:
Muy de acuerdo. La ideología kantiana lo invade todo, ha estropeado incluso la doctrina común de la ley natural. Desde la nefasta distinción personalista de individuo y persona, ha contaminado gran parte de la mente católica, subjetivizándola.
01/12/19 7:41 PM
  
Scintilla
¿Con "noche de la fe" usted se refiere a la "noche del espíritu"? No es lo mismo, Andrés, fe que espíritu. De su confusión, los ejemplos que escoge, pues donde usted apunta con santa TEresita y la madre Teresa es, precisamente, a tentación de la falta de fe. Y no es eso de lo que habla san Juan, ni mucho menos, con la noche del espíritu que, ya le digo, no es noche de fe. Al contrario, como le decía: la noche del espíritu deja al hombre, como le decía, "en pura fe". El hombre sólo queda así cuando, por amor de la cruz, después de haber despreciado el regalo que pueden traerle los sentidos, también desprecia el regalo que, a cambio, puede haber logrado su espíritu (consuelos, arrobos, etc.)
De todas maneras, se me hace difícil hablar con usted por su lenguaje poco preciso y trufado de expresiones de la modernas ciencias humanas. La teología cristiana tiene un lenguaje riquísimo y preciosísimo que es conveniente cuidar y aquilatar, no enturbiar (traumas, genetismos varios...)
Esa confusión se transmite luego al pensamiento, como me parece que le sucede no sólo en lo de fe/espíritu, sino en lo que dice al final mezclando en no sé qué estado sequedades y amor vivo, incluyendo ahí el momento del desposorio místico de santa TEresa; cosas todas, en fin, demasiados elevadas para que, en general, se hable de ellas, y más unos ignorantes como nosotros, ¿no le parece?
01/12/19 8:26 PM
  
Sss
En DCE se dice que solo se comienza a ser cristiano por el encuentro con un acontecimiento, con una persona. Yo creo que esa afirmación cojea. Puede ocurrir un encuentro (p.e. un milagro, una predicación), pero si falta la virtud de la fe no hay cristianismo que valga.
01/12/19 9:19 PM
  
Andrés
Scintilla:
Lleva usted razón, lamento el error, en efecto, es noche del espíritu.
En cualquier caso, la fe es puesta a prueba en una experiencia límite, da la impresión que el alma ha sido abandonada por Dios.
Los escritos de Santa Teresita eran tan chocantes para sus hermanas religiosas que, al principio los ocultaron. Puede usted indagar al respecto.
También he dicho en mi anterior comentario que en este estado se da una enorme paradoja: por un lado se experimenta que el alma ha sido abandonada por Dios y, por otro el alma se encuentra inflamada de amor de Dios.
Finalmente decirle que le agradezco su sinceridad a la hora de verter su opinión por la forma de expresarme, procuraré ser algo más comedido.

01/12/19 10:14 PM
  
Manuel Pérez
El artículo me parece bien trabajado, hecho por una persona conocedora de la materia que trata, pero quizás un poco desenfocado, en cuanto que parece presentar como posturas antagónicas lo que habitualmente he conocido como comportamientos complementarios. Lo conozco por trato directo con otras personas, por mi propio caso, por la vida de los apóstoles y los santos.
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A.G.:
El artículo trata del concepto modernista de Revelación. No me parece complementario con el concepto católico.
Tal vez estás entendiendo otra cosa.
01/12/19 10:26 PM
  
Graliro
Alguien me lo explico asi: tener fe es simplemente ser bueno con todos y consigo mismo. Eso es "encontrarse con Jesus". No ser rigido tratando de aplicar leyes y doctrinas que Jesus dejo sin efecto. O sea cada uno sabe què es, depende de cada uno. Ya no hay mandamientos ni doctrina. La Biblia pasa a ser una reliquia. Los sacramentos una costumbre.
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A.G.:
Los modernistas lo explican de muchas formas, todas subjetivistas.
01/12/19 10:38 PM
  
Manuel Pérez
Ciertamente, la pandemia del subjetivismo es brutal. No veo el proceso tanto en el referirse a la propia experiencia como en la reducción de ésta a sentimentalismo. "Yo he experimentado el perdón de mis pecados", dicho por una persona que permanece en el pecado.

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A.G.:
El asunto es que un concepto confuso de Revelación trae consecuencias nefastas para la fe. No trata el post de la experiencia personal cristiana sino de la negación del Depósito en cuanto conjunto de verdades. Ruego se lea bien el post
01/12/19 10:58 PM
  
Manuel Pérez
Ya van tres lecturas del artículo. Me da que la incomprensión es mutua, porque yo sigo viendo válido mi primer comentario. Salvo que no me entere. Todo es posible.

Pero lo que yo quiero decir, y espero saber expresarme, es que es posible integrar algunas cosas que no se contradicen. La fe como encuentro personal con Jesucristo no significa negación del Depósito. El que atribuya a sus supuestos encuentros con el Señor una negación de la sana doctrina está manteniendo una barbaridad. Son cosas que van juntas. Cuando Abraham se pone en camino (Gn 12), hace un acto de confianza. Como cuando se dispone a sacrificar a Isaac. En su caso, fe y confianza van unidas. Por eso, la fe es tanto creer como confiar. Expresiones como "tengo fe en Dios" indican confianza más que creencia. En fin, son reflexiones.

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A.G.:
La Nueva Teología entiende la Revelación como comunicación que Dios hace de su presencia, de su misterio, pero no de doctrinas, porque opina que éstas son sólo constructos aproximativos. De tal manera que, ante esa presencia revelada, sólo cabe el encuentro, el diálogo tú a tú, no el asentimiento intelectual. Es decir, el asentimiento, sea actual sea habitual, es sustituido por una experiencia alternativa radicada en la voluntad, de encuentro con lo misterioso inabarcable, o con la persona (insinuando que es humana) de Jesús resucitado.

Respecto a que la fe es confiar. La confianza es propia de la virtud de la esperanza, por la cual se confía en Dios, en las promesas de su Hijo.Así lo enseña el Catecismo:

1817. La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo
02/12/19 12:37 AM
  
Néstor
En un sentido, es cierto que lo primero en la fe es una experiencia, porque primero hay que enterarse de la existencia del testimonio, es decir, de las palabras con que se nos testifica algo para que creamos en ello, y eso viene por la experiencia.

Por ejemplo, cuando Nicodemo le dice a Jesús: “Sabemos que has venido de parte de Dios como Maestro, porque nadie hace las cosas que tú haces si Dios no está con él”, es porque primero que nada Nicodemo se enteró, por oídas o porque lo vio directamente, de las cosas que hacia Jesús.

Pero para pasar de eso a la fe, hay que creer en el testimonio, es decir, en las palabras. No hay nada en lo que creer mientras no hay palabras en las que creer: “la fe viene de la audición”, dice San Pablo, precisamente.

Y para creer en las palabras que designan a Jesús como Mesías, hay que tener razones, motivos de credibilidad, que son los milagros, a los que alude Nicodemo: “Porque nadie puede hacer las cosas que tú haces, si Dios no está con él.”

Lo que tuvo San Pablo fue algo especial, una aparición de Cristo Resucitado, en forma de luz, para el sentido de la vista, y en forma de palabras, para el sentido del oído. Y por supuesto, tuvo también la gracia de Dios que movió su corazón para que creyese en esas palabras, que proclamaban a Jesús como Resucitado y viviente en los fieles, a los que Saulo perseguía.

Sin esas palabras, Saulo no habría podido creer en nada.

En realidad, lo especial del caso de San Pablo está en el modo en el que le llegó el testimonio en el cual debió luego creer.

La fe como tal no es una experiencia. Experimentar es entrar en contacto inmediato con algo, mientras que creer es siempre mediato: entre el creyente y lo creído están siempre las palabras por las cuales cree.

Esas palabras no proporcionan ni evidencia ni experiencia de lo que dicen, sino que solamente lo presentan al intelecto para que éste lo crea movido por la voluntad, con la ayuda interna de la gracia y externa de los motivos de credibilidad, por ejemplo, los milagros.

Por eso creer es la primera “noche del espíritu”, por así decir, porque es asentir a algo que no es evidente, por la sola autoridad del que nos lo dice, que en este caso, es Dios.

Esa “autoridad” consiste en que Dios, que es la Verdad misma, no puede mentir ni equivocarse, y por tanto, todo lo que Él dice necesariamente es verdadero.

Saludos cordiales.
02/12/19 2:16 AM
  
Néstor
Sin duda que una vez que se ha creído, la contemplación de lo significado por las palabras que nos comunican el objeto de la fe puede producir diversos efectos en nosotros, y en ese sentido se puede hablar de una experiencia espiritual basada en la fe. Pero eso es algo distinto de la fe misma.

Saludos cordiales.

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A.G.:
Claramente es distinto.
02/12/19 2:26 AM
  
Néstor
Incluso una experiencia espiritual análoga puede producirse antes de creer, por ejemplo, en aquel que lee el Nuevo Testamento en búsqueda de la verdad y es convertido a la fe por la fuerza de la Palabra de Dios, que es "viva, eficaz y tajante como espada de dos filos", pues mediante las palabras la mente contempla los objetos significados por ellas, y así puede ser afectada o conmovida por ellos.

En el fondo, eso mismo pasaba a los que veían por primera vez a Nuestro Señor y le oían hablar.

Pero tampoco esa experiencia es la fe, sino que ésta se da cuando la mente asiente a las palabras de Jesús, o de los Apóstoles o varones apostólicos, del modo que ya dije.

Saludos cordiales.
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A.G.:
Muy bien explicado, gracias Néstor.
02/12/19 2:31 AM
  
Néstor
Y por último: eso de que la mente asiente a la verdad de la fe, es el acto de fe. Otra cosa es la virtud de la fe, que es el hábito sobrenatural, infundido por Dios, que radica en nuestro intelecto y que lo capacita para realizar el acto de fe.

Saludos cordiales.
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A.G.:
El asentimiento intelectual, sea actual sea habitual, es la esencia de la fe. Contra lo que se dice hoy, en algunos círculos de la Nueva Evangelización, la fe sí consiste en creer. La definición del catecismo de San Pío X es maravillosa por precisión:

864. ¿Qué es Fe? - Fe es una virtud sobrenatural, infundida por Dios en nuestra alma, y por la cual, apoyados en la autoridad del mismo Dios, creemos ser verdad cuanto Él ha revelado y por medio de la Iglesia nos propone para creerlo».
02/12/19 2:32 AM
  
Juan Andrés
Si no se parte de la premisa fundamental que la fe es virtud teologal y por ello de origen sobrenatural no pude entenderse lo que le sigue, la intervención segunda de la razón y la voluntad, en ese orden. Al hablar sólo de "encuentro" parecería que la única forma de tener fe es a través de experiencias místicas que sólo muy pocos han tenido en la historia, por motivos que sólo Dios sabe y respecto de esos individuos. Y ese supuesto "encuentro" es de alguna manera bien manejado por sectas protestantes que se mueven en el plano de la sugestión, el sentimentalismo, una especie de hechizo personal, el subjetivismo puro, que no pasa del plano epidérmico. El Hijo nos trajo al Padre y su autoridad pero al devaluarse ese Padre, haciéndolo casi desaparecer y mimetizarse con un abuelo consentidor, por desprecio ideológico a todo tipo de autoridad, nada queda de la Revelación como "palabra", palabra esta que, nos guste o no, el tiempo no hará mutar ni desaparecer, aunque se esconda. Toda esta tontería del encuentro conduce inexorablemente al salto de los sacramentos con derivas tales como confesarse directamente con Dios, comulgar aunque se esté en pecado mortal, no creo en la Iglesia que es obra de hombres, el andar discerniendo sin tener marco de referencia alguno que no sea el yo mismo, etc, etc. Y en este revuelto aparecen también las "novedades del Espíritu". La verdad es Uno, es cierto, pero ese Uno ha hablado claramente y con su Palabra nos muestra el Camino que conduce a la Vida, y el Camino no es un encuentro, es un trazado explicado en forma clara; si el Camino no coincide con la Palabra del Uno es que nos hemos desviado por ignorar al Uno, lo que dijo, lo que enseñó, lo que ordenó, lo que estableció, y todo ello está fuera nuestro y debemos creerlo, si tenemos fe, hemos comprendido objetivamente y ponemos empeño en obedecer.

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A.G.:
Estoy de acuerdo. La teología del encuentro procede del personalismo francés y alemán, y estos la toman del pietismo protestante y de la espiritualidad luterana en general. Es una teología extraña al católicismo que, como bien dice, no quiere intermediarios, sino relación directa con Dios.
02/12/19 2:16 PM
  
Andrés
Según el Catecismo de la Iglesia Católica:

176 La fe es una adhesión personal del hombre entero a Dios que se revela. Comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la Revelación que Dios ha hecho de sí mismo mediante sus obras y sus palabras.
177 "Creer" entraña, pues, una doble referencia: a la persona y a la verdad; a la verdad por confianza en la persona que la atestigua.

Me parece que el comentario de Manuel Pérez iría por aquí.
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A.G.:
Esa es la tesis del post. El católico cree en Dios y también en la verdad que enseña Dios.

El neo modernista piensa que sólo se tiene un encuentro misterioso con Dios, pero sin que la fe implique creer doctrinas. Es lo que dice el Catecismo, Se cree en Cristo y lo que enseña Cristo.

Pero los neomodernistas como von Balthasar piensan que se cree en Alguien pero no en algo. Sin embargo Cristo enseña algo, su doctrina, y en ella también creemos. La referencia por tanto es a la Persona divina de Cristo y a la verdad que enseña. Que es lo que pretende resaltar el Catecismo en varios pasajes como éste que usted ha citado.

Respecto a la palabra confianza, se refiere a que el fundamento de la fe es la autoridad de Dios, como enseña la Iglesia. No que creer sea confiar. Confiar es propio de la esperanza.
02/12/19 3:29 PM
  
Andrés
También del Catecismo de la Iglesia Católica

La obediencia de la fe

144 Obedecer (ob-audire) en la fe es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la Verdad misma. De esta obediencia, Abraham es el modelo que nos propone la Sagrada Escritura. La Virgen María es la realización más perfecta de la misma.

Abraham, «padre de todos los creyentes»

145 La carta a los Hebreos, en el gran elogio de la fe de los antepasados, insiste particularmente en la fe de Abraham: «Por la fe, Abraham obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y salió sin saber a dónde iba» (Hb 11,8; cf. Gn 12,1-4). Por la fe, vivió como extranjero y peregrino en la Tierra prometida (cf. Gn 23,4). Por la fe, a Sara se le otorgó el concebir al hijo de la promesa. Por la fe, finalmente, Abraham ofreció a su hijo único en sacrificio (cf. Hb 11,17).

146 Abraham realiza así la definición de la fe dada por la carta a los Hebreos: «La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven» (Hb 11,1). «Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia» (Rm 4,3; cf. Gn 15,6). Y por eso, fortalecido por su fe , Abraham fue hecho «padre de todos los creyentes» (Rm 4,11.18; cf. Gn 15, 5).

Tras estos textos pienso que la fe, la esperanza y la confianza están anudadas en un círculo virtuoso. Constituyen un anillo de conceptos que se potencian cuando se ponen en relación.
Tratar de analizarlos por separado nos resta profundidad intelectual.

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A.G.:
Las virtudes se interconectan pero son distintas por sus actos y por sus objetos. Estudiar las cosas mezcladas sin distinguir es malo. Hay que distinguir y no confundir. No confunda la confusión con la profundidad.

La fe católica es dogmática. No es fiducia. La fe consiste en creer
02/12/19 9:24 PM
  
Andrés
Estoy de acuerdo con usted que no hay que estudiar las cosas mezcladas. Lo que yo digo es que conviene también atender a la integración y estructuración de los conceptos, no sólo al análisis por separado.
Es lo que hace el texto del Catecismo.

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A.G.:
Análisis, síntesis, relación causal, relación de la parte con el todo, etc, todos los principios del conocimiento son buenos, si son bien usados.
02/12/19 10:42 PM
  
Alonso Gracián
Tengamos claro esto: si alguno niega que la doctrina es también objeto de fe, sepa que es modernista.
En esto se resume el asunto.
02/12/19 11:52 PM
  
Gonzalo
Me permito recomendarle la lectura de La fe de los demonios, de Fabrice Hadjadj. Le será de gran provecho.
03/12/19 12:12 AM
  
Néstor
«864. ¿Qué es Fe? - Fe es una virtud sobrenatural, infundida por Dios en nuestra alma, y por la cual, apoyados en la autoridad del mismo Dios, creemos ser verdad cuanto Él ha revelado y por medio de la Iglesia nos propone para creerlo».

En este caso, se dice que la virtud de la fe es aquello por lo que creemos, porque es necesario que dicha virtud esté presente en nosotros para que podamos hacer el acto de fe.

En efecto, Santo Tomás enseña que la virtud es principio de los actos que dependen de ella:

IIa Iiae, q. 4, a. 5:

“Hemos probado ya que la virtud humana hace al acto humano bueno. Por eso, todo hábito que es siempre principio de un acto bueno, puede llamarse virtud humana.”

Santo Tomás distingue entre la virtud y el acto de la fe:

Ia IIae, q.55 a. 1:

“La virtud se toma unas veces por aquello a lo que se ordena, es decir, por su objeto o por su acto, como es el caso de la fe, que unas veces significa aquello que se cree; otras veces, el acto mismo de creer; y otras, el hábito con el que se cree.”

Cuando Santo Tomás dice que la fe es “pensar con asentimiento” (IIa IIae, q. 2, a. 1), se está refiriendo al acto de la fe, que es el objeto de toda esa cuestión de la Summa.

Saludos cordiales.
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A.G.:
Insisto en que hoy día, en que se hibrida la fe con la esperanza, es muy necesario resaltar lo esencial de la virtud de la fe, que es el asentimiento intelectual, diferencia específica de la virtud de la fe, a diferencia de la esperanza y de la caridad.

Frente a los que piensan, influidos por el personalismo, que la fe es experiencia, encuentro con el noúmeno, etc., etc., hay que recalcar que la virtud de la fe es infundida en el entendimiento, que por ella asentimos firmemente a la verdad revelada.
03/12/19 5:46 AM
  
Andrés
Sr. Alonso, me gustaría hacerle una pregunta. El próximo día 8, celebramos la festividad de la Inmaculada Concepción, pues bien, en el Evangelio del día San Lucas nos cuenta como María se encuentra con el Arcángel San Gabriel y mantiene un diálogo. María queda sorprendida ante el mensaje que le trasmite el Arcángel, tras ese diálogo María dice: "Hágase". La pregunta que le hago es: ¿Ese "fiat" de María fue un acto puro de fe, puro de esperanza o puro de confianza en Dios; o, por el contrario, no fue un acto puro, sino que fue una mezcla o híbrido de los tres?
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A.G.:
No me cabe duda que en la Santísima Virgen toda virtud y todo don se manifiestan con suma perfección y claridad. Viva la Inmaculada Concepción, Señora Nuestra y destructora de todas las herejías.
03/12/19 10:33 AM
  
franciscus
¿Qué piensa de la denominada "teología del misterio pascual"? ¿Es parte de ese "misteriosismo" que denuncia? De ser así, ¿Qué pensar entonces de la reforma litúrgica que la tiene por base?
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A.G.:
De liturgia no hablo en este blog, que es filosófico, siento no poder ayudarle. No he estudiado ese asunto.
03/12/19 9:27 PM
  
Néstor
Lo esencial de la virtud de la fe es el asentimiento intelectual, en el sentido de que ella lo produce, no de que ella misma sea un asentimiento, porque las virtudes y los actos que proceden de esas virtudes son cosas diferentes. La virtud se tiene siempre (mientras no se pierde) mientras que los actos se hacen en forma puntual.

No existen los actos híbridos de las distintas virtudes. A cada virtud le corresponde su acto propio, lo que no impide que varios actos distintos puedan darse articuladamente, conjuntamente. .

El "fiat" mariano es un acto de obediencia a la Voluntad de Dios, que implica otros actos inseparables del mismo, pero distintos, de fe en lo que Dios le dice mediante el ángel, y de confianza en Dios que esas cosas le revela. También hay en la Virgen, sin duda, un acto de esperanza en que Dios cumplirá lo que le ha prometido.

Saludos cordiales.
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A.G.:
Obviamente el hábito y el acto son cosas diferentes. No así en el personalismo, que carece de un sentido correcto tanto de lo habitual como de lo actual. El personalismo hibrida la fe con la esperanza y por ello confunde ambas.
05/12/19 9:16 PM
  
Andrés
Totalmente de acuerdo con la aclaración de Néstor.


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A.G.:
Debe ser matizada respecto al personalismo, que sí que hibrida la fe con la esperanza, al modo protestante, y desvirtúa la fe. Cuando el concepto de Revelación es misteriosista, no tiene sentido hablar de una virtud de la fe, sino de mera opinión, o a lo sumo de fiducia.
06/12/19 2:55 PM
  
Hugo Alberto Verdera
Estimado Alonso: Tu carácter docente resuma ampliamente en tus elaboraciones doctrinales Pero no te quedas ahí solamente, sino que has provocado un dialogo con tus seguidores, de abierta intelectualidad y con un consiguiente incremento del Cuerpo Místico. Cumples asi plenamente tu rol de autentico laico intelectual catolico, en esta época de sofistas y claudicantes. Un sincero abrazo, estimado y admirado amigo Alonso.
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A.G.:
Muchas gracias por sus palabras de ánimo, don Hugo. Pidamos al Señor la gracia de permanecer en la sana doctrina, y que ello fructifique en luces para nuestro prójimo.
08/12/19 12:21 AM

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