Este artículo fue publicado el 7 de mayo de 2017. Lo reproduzco por su interés e inundable actualidad. Uno de los principales protagonistas, Arzobispo Paglia, se encuentra entre los acusados por Mons. Viganò:
El hecho fue notificado por LifeSiteNews y traducido inmediatamente por Infocatólica, para mí una de las noticias más impactantes de los últimos años referentes a la Iglesia. Impactante y representativa de hasta qué grado las ideas homosexualistas (por no decir del lobby gay) han conseguido hacerse presentes en la Iglesia (aparente; o mejor dicho, pecadora). Pero… en Infocatólica han omitido algunos detalles (la realidad les parecía demasiado atroz para presentarla). En LifeSiteNews se limitaron a transmitir los hechos. Aquí vamos a ir algo más allá. Primero vamos a dar la noticia más completa.
El tres de marzo de este año LifeSiteNew informó sobre un hecho, que si no fuera porque ha sido comprobado cien veces y sin soporte de imágenes y vídeos que confirmaban lo sucedido, uno no daría crédito a lo mismo si se lo contaran. Es verdad que estamos ya acostumbrados a muchas cosas, pero este acontecimiento es tan asqueroso y repugnante, tan descarado que es una medida de la carencia de vergüenza e insolencia llevadas a cabo con total libertad y sin ninguna consecuencia negativa por los cargos que ocupan – ¡al contrario! – por parte de las personas en puestos claves en la Iglesia, especialmente en Europa Occidental. Realmente, Italia, Alemania, Austria,… aventajan en estas cosas.
Empero, ya en 2007 (en tiempos de Benedicto – ¿sorpresa?), el entonces obispo de Terni-Narni-Amelia (a cien km de Roma hacia Perugia) ha encargado pintar un en el interior de la Catedral un fresco – un vómito satánico contra Jesucristo, Iglesia, fe y moral católicas. El fresco es este:
Vamos por partes. El fresco desea presentar a Jesucristo subiendo hacia el cielo dos redes llenas de homosexuales, adúlteros y adúlteras, transexuales, narcotraficantes y todos hasta el último desnudos y semidesnudos en un tono significativamente erótico. Se supone que en ese estado es cómo van al cielo, allí donde van a continuar con sus amoríos – y lo demás.
El fresco ha sido encargado por el mismo Obispo Paglia como ya lo mencionamos, en 2007. Se presentaron diez pintores para el concurso, en el cual se concedió la autoría de la obra al pintor argentino Ricardo Cinalli, conocido por las pinturas de cuerpos humanos. Diremos de pasada que Ricardo es un homosexual. Por supuesto, eso no supuso el más mínimo problema para el obispo. Tampoco al Padre Fabio Leonardis, el encargado por el obispo de los bienes culturales de la diócesis.
Aquí se suceden hechos crudos unos tras otros, primero según los comentarios de la obra realizados por el mismo Cinalli (extraídos del vídeo y de la entrevista dada a La Repubblica). El vídeo encima ha sido tan solamente una recopilación de un extenso programa emitido en la televisión. Luego, la crudeza y desvergoncería se desprenden del mismo análisis de la obra y finalmente de la llamativamente rápida carrera que le esperaba a Paglia después: actualmente ejerce de Presidente de la Pontificia Academia para la Vida. Antes Presidente del Pontificio Concejo para la Familia (elevado simultáneamente a la dignidad de arzobispo en tiempo de Benedicto) – bajo su vigilancia se ha desarrollado el encuentro de jóvenes en Cracovia el año pasado. Inmediatamente después de ello – en la Asunción del 2016, ha sido nombrado Presidente de la Pontificia Academia de la Vida.
Son muy importantes las observaciones e información dada por el mismo pintor en el mencionado vídeo (en español e italiano):
“Trabajar con él ha sido fantástico, desde la perspectiva humana y profesional”, destacó Cinalli a La Repubblica (uno de los medios progresistas y anticlericales principales de Italia; vamos, El País italiano) en marzo del año pasado. “Nunca, durante los cuatro meses en los que nos veíamos casi tres veces por semana, Paglia me había preguntado si creo en la salvación. Nunca me expuso a una situación incómoda.” “Allí no existía un solo detalle que se ejecutaría libremente o por casualidad. Ellos (Paglia y Leonardis) nunca me permitieron trabajar por libre.”
Subrayamos esto: allí no había un detalle hecho sin voluntad y consentimiento de Paglia y Leonardis. Todo, cada minucia está ejecutada bajo petición expresa y voluntad, total asentimiento del obispo y el sacerdote encargado de la herencia cultural. Y ahora presta atención a lo siguiente:
El mismo obispo ha sido presentado semidesnudo en una red. En un abrazo sensual – llámalo erótico con un barbudo casi desnudo -, cubierto su trasero a medias con una sábana ondulando al viento.
Mientras que el P. Leonardis está al otro lado de la misma red, completamente desnudo – su propio muslo le cubre sus partes -, con el porte ridículo dando a entender no sé qué sublimidad de su guarrería, dando nota con su mirada tristona encendida con fuego del vicio. En el hombre de un cuerpo musculoso está el tatuaje de una flecha traspasando un corazón en el que escribe: “amore”. Vamos, un tebeo erótico.
En cuanto al P. Leonardis, señala Cinalli que se trata (mejor dicho que se “trataba”, porque fue llamado al Juicio poco tiempo después de haber sido terminado el fresco) de un hombre “muy abierto”, pero eludiendo decir se era un homosexual o no: “El Padre Fabio era un hombre muy abierto. No me toca a mí decir si era homosexual o no – eso no importa -, pero su apertura fue absoluta.”
Erótica y vicio, en medio de la catedral. Y este vómito lo encargó y aprobó el obispo Paglia. Cuando ves esto, uno empieza perder aliento y se tiene que sentar. Quieres llorar, pero debido al estado de shock en el que te encuentras, te quedas sin lágrimas.
Pero no es solamente un vómito. Es también una blasfemia. Eso es un insulto y desprecio del Nombre de Dios en medio de la catedral. Porque, dijimos, cada detalle ha sido observado, decidido y aceptado por Paglia y Leonardis. También aquellos referidos al supuesto rostro del Salvador: el motivo para su cara ha sido el rostro del peluquero local, “porque la gente tiene la tendencia de ver el rostro de Cristo demasiado masculino”, citando al pintor Cinalli. Es decir: hay que ver el rostro de Cristo afeminado, tierno y sensible como uno femenino… o con un deje homosexual. Si el peluquero ha sido de inclinación homosexual, eso no lo sabemos, pero ha sido declarativamente buscado debido a su exteriorización característica. ¿Y cómo dieron con él? Será que en ciertos círculos precisamente se comentan determinadas exteriorizaciones, clase y estilo de la pluma, y parecido. Porque no es precisamente fácil encontrar a un “peluquero con tal y cual expresión”.
En todo ello, ha sido añadida otra desmedida ofensa a Dios: a través de una tela fina que cubre el cuerpo del Salvador supuestamente presentado se vislumbran sus partes íntimas. No hace falta decir que esto nunca en la historia del arte sacro (verdadero) se ha recurrido a algo parecido. Máxime la ofensa se agrava en este caso ya que la escena presenta más un delirio, exuberación y descarro homoxualista que otra cosa. En medio de una catedral y con la aprobación del obispo y el sacerdote gerente de los bienes culturales.
Cinalli quiso presentar también actos de penetración de órganos sexuales – utilizo esta jerga ya que en realidad no se trata de una relación sexual; esta de acuerdo con lo dispuesto en el plano natural descansa sobre el fin del hombre, mientras que el uso de órganos sexuales en esta o aquella perversión sexual es algo completamente diferente – entre los presentados en el fresco, pero únicamente en este punto topó con la línea roja trazada por Paglia y Leonardis. La línea roja, pero desde el aspecto aparente. Comenta Cinalli las razones de Paglia y Leonardis: “Eso no me lo permitieron – es decir, el pintor sí tenía la intención de hacerlo – porque no era necesario tampoco.” ¿Y por qué no es necesario? Porque, amigo mío, eso se presupone. Quiere decir que se supone que también luego – ¡en el cielo! – serán libres para el “amor”.
Aquí por lo tanto aparecen también puntos de contacto con el Islám – mejor dicho con su inspiración -, porque los “fieles musulmanes” en el cielo tendrán unas 70 vírgenes de las que podrán disponer “a diario”. Y después de cada relación serán “vírgenes” de nuevo, de forma que “al día siguiente” otra vez podrán ser “vírgenes” para el gozo y disfrute al buen musulmán. Tan solamente esta imagen y planteamiento sobran para calificar a esta religión – es demasiado llamarla así – como un pobre absurdo, una secta sinsentido y oscurecimiento de la razón.
Y he aquí, algo parecido sostienen los dos adalides de la “cultura religiosa” cuya obra estamos viendo aquí. Literalmente Cinalli transmite su postura: “Obispo y P. Leonardis… me han dicho que ellos no consideran necesario llegar hasta este extremo con el fin de manifestar la libertad que tiene el hombre, en esencia, en este mundo y en el futuro.” Por otra parte, es lógico que coincidan en este punto la visión de Mahoma con la Paglia y Leonardis: porque es el autor de la narración de Mahoma sobre el disfrute celestial de las vírgenes, y de la idea pagliana y leonardisiana sobre esta tal “libertad” del mundo futuro – ese autor de las dos ideas es el diablo. E incluso por el mismo análisis de las ideas es consecuente la postura de Paglia: si lo que se quiere decir es que la homosexualidad no está mal aquí – ¿qué otra cosa es si un obispo desnudo abraza a un hombre con un taparrabo? -, ¿por qué ha de serlo en el cielo?
Además, en efecto, aunque ninguna de las personas en la red se presentan no copulando, Cinalli reconoce en el entrevista con la anticlerical La Repubblica que las personas en la red están presentadas con el significado erótico. “En este caso, las personas presentadas no tienen – en el sentido explícito – una intención sexual, pero sí erótica.” Todavía añada para que no quepa lugar a la duda: “Pienso que el aspecto erótico es el más destacado entre las personas en las redes.”
Que no se descuide nadie ni por casualidad, recordaremos que la postura de la Iglesia respecto a la homosexualidad es totalmente clara y categórica: se trata de uno de los cuatro pecados (junto con el asesinato del inocente, retención del jornal y explotación del pobre) que gritan desde la tierra a Dios, clamando la venganza. Es decir: Dios castiga las naciones e individuos que promueven estos crímenes. Así se enseñaba hasta el Concilio (luego en casos puntuales); el Catequismo de la Iglesia Católica del 1992 aunque recordando los cuatros pecados que tradicionalmente claman al cielo, suaviza la referencia hacia la homosexualidad. Es verdad, no esconde que se trata de un pecado grave, “un acto intrísecamente desordenado” y que “no puede ser justificado bajo ninguna circunstancia”, pero no se subraya su especial gravedad y consecuente invocación del castigo de Dios. Eso es teología “negativa”, “no apta” para los estándares actuales; de forma que si hay que esconder o maquillar la verdad con tal de ser popular o aceptado según los criterios mundanos, que sea así.
Santo Tomás de Aquino ha clarificado con su genial precisión la extraordinaria gravedad de este pecado: no se trata simplemente del “adulterio” o “fornicación”, realmente pecados graves, pero no pecados contra natura. Mientras que la homosexualidad es la perversión de la relación sexual – realmente no es siquiera eso, sino un uso perverso de los órganos sexuales – que va en contra de la naturaleza y plan de Dios para con el hombre. En otras palabras, con este pecado se inflinge una ofensa especial a Dios, aparte al hombre.
Otras consecuencias de esta obra
No esconderemos que en determinados momentos de la historia de la Iglesia no hubo desórdenes graves en la Iglesia y en el clero. No, no lo esconderemos. Pero existe una enorme diferencia que pronto subrayaremos. Primero, recordaremos un periodo especialmente difícil en el pasado en cuanto a la existencia de sodomía entre una parte del clero romano: final del siglo XI. Pero, Dios entonces hizo levantar al santo Cardenal y Doctor de la Iglesia, San Pedro Damián, autor del conocido tratado Liber Gomorrhianus en el que señala a) especial gravedad de este pecado, b) extensión del mismo a una parte del clero y c) la lucha y expugnación de esta horrible práctica. Citamos un par de pensamientos de San Damián:
“Este vicio no puede compararse en absoluto con ningún otro, pues a todos los supera enormemente. Este vicio es la muerte del cuerpo, perdición del alma; infecta la carne, apaga las luces de la mente, expulsa al Espíritu Santo del templo del corazón, hace que entre el diablo fomentador de la lujuria; induce al error, hurta la verdad de la mente, engañándola; prepara trampas al que camina, cierra la boca del pozo a quien en él cae; abre el infierno, cierra las puertas del Paraíso, transforma al ciudadano de la Jerusalén celeste en habitante de la Babilonia infernal: secciona un miembro de la Iglesia y lo arroja a las codiciosas llamas de encendida Gehenna.”
Pero también:
“Si tú te humillases de verdad, yo exaltaría con todo mi corazón en el Señor por tu renacimiento espiritual. Si un verdadero y angustiante arrepentimiento golpease la profundidad de tu corazón, yo podría con justicia gozar de una alegría inimaginable.”
Reprocha San Damián a los superiores el mirar al otro lado con respecto al castigo omitido por estos pecados. No permite que sean ordenados los que practican la sodomía y exige que se expulse del estado clerical o religioso a los ya homosexuales ya ordenados. Condena también la fornicación de clérigos con muchachas, monjas, prostitutas, así como pecados de bestialidad. Muestra especial dureza y desdén con los obispos involucrados en la sodomía con sus inferiores, hacia sacerdotes homosexuales que aprovechan el sacramento de confesión para perdonarse pecados mutuamente, así como con los clérigos que mantenían relaciones pecaminosas con los adolescentes.
Vemos pues, que desde que existe la Iglesia o mejor dicho el hombre, el pecado es capaz de introducirse. ¿Dónde entonces radica la diferencia entre el tiempo de San Damián y el nuestro, entre aquellos obispos a los que él desprecia y advierte, y Paglia que ordena que lo pinten desnudo en la pared de su catedral?
En el hecho de que en aquel tiempo el pecado se escondía, ¡y en este el pecado se expone como si fuese una virtud! ¡No tienen vergüenza del pecado, y todavía sacan pecho con todo ello! Aún desvariando con toda la altanería sobre “libertad” en aquel mundo. Realmente, estos infelices han perdido toda vergüenza.
Lo peor es que todavía no hemos terminado con todo esto. Porque lo que sería de esperar es que los fieles entren en esta catedral y rasquen por completo esta basura de forma que no dejan rastro alguno de la blasfemia. Nos quejamos – y con razón – de tantas blasfemias sembradas por ateístas y anticristianos en el mundo entero, pero la peor blasfemia es precisamente esta: la que sale de “nuestras” filas. Y con razón vuela el pensamiento a la sentencia de San Juan cuando dice: “han salido de los nuestros, pero no son nuestros”. Eso es la “sinagoga de satanás”.
Realmente, el fresco ha provocado la indignación entre los fieles y Cinalli temía que la van a destruir una vez acabada… ¡pero el obispo Paglia no lo permitió!
Y es entonces cuando, una tras otra, empiezan a ocurrir cosas incomprensibles para la Iglesia Católica. El obispo Paglia no solamente que no ha sido puesto en cuestión, sino literal y simplemente promovido; eso precisamente: nombrado arzobispo el 26 de junio de 2012 por Benedicto XVI, así como Presidente del Consejo Pontificio para la Familia (¡?). Todavía antes – recordemos que el fresco fue pintado en 2007 – en concreto en 2009, fue nombrado Presidente de la Conferencia Episcopal de Umbría. En 2011 estaba entre los primeros miembros de recién formado Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización (ja, ja, ja – me río; me burlo, pero me duele cómo se ensucian los conceptos eclesiales. Esta risa es de burla y desprecio hacia los agresores de nuestra fe.). El dos de febrero de 2013 ha sido sucedido al frente de la diócesis por el administrador apostólico Ernesto Vecchi, pero él tampoco quiso eliminar el fresco.
Paglia sigue. Solamente dos días después de este nombramiento concede una declaración “polémica” según la cual el Estado debería reconocer algunos derechos de las parejas no casadas, incluidas las de homosexuales. ¿A quién va a extrañar una declaración de este tipo después de una radiografía biográfica – totalmente real y limitándonos a exponer hechos – como la que acabamos de considerar? Se levantaron ampollas en el prensa católica – entonces la atención sobre su fresco fue desviada especialmente fuera de su diócesis, aunque no sé por qué – por estas palabra, a lo que contestó que lo sentía por haber sido entendido de esa forma (¿y cómo tenía que ser entendido?), pero no revocó sus palabras. ¿Cómo entonces extrañarse de que los poderes civiles legislen sobre los “matrimonios” del mismo sexo y sus “derechos”? Pues bien, esa fue la actuación de nuestro Presidente del Consejo Pontificio para la Familia.
Y ahora amigo mío, mientras el mismo Consejo estaba bajo la presidencia del arzobispo Paglia, ha sido organizado bajo su mando el Encuentro de Jóvenes en Cracovia. ¿Y qué material entregaba Paglia a tus hijos, a los que tú mandaste a Cracovia para estar con Dios y para que den el testimonio de la fe? Mira, un material como este les dio, suficientemente plástico para que se vea con total claridad hasta qué medida es este hombre y a él semejantes están obsesionados con el sexo (cuidado, imágenes indecentes):
[¿Qué necesidad hay para hacer insinuaciones de pechos femeninos mediante este tipo de fruta, expuesta de esta manera? El que prepara este material es un hombre enfermo.]
[Has mandado a tu hijo o hija a Cracovia, y mira qué ejemplos usan para explicar algo sobre la moralidad a los jóvenes. Mencionado psiquiatra tiene toda la razón: hay que examinar a los autores de este material.]
[¿Qué es lo que un joven católico puede aprender de Obama o Sarkozy? ¿Qué necesidad hay de esto?]
[¿Es esto decente, ayudará a alguien?]
[Dosta je zla u svijetu da se ovo donosi na vidjelo. Kome ova nesretnica može išta pomoći? Ni kad bi bilo pitanje: “želiš li se uključiti u neku udrugu za reintegraciju prostitutki?”, pokazati ovo je bljutavo i uvrijedljivo.]
[O sea, esto pretende ser una actividad sobre cuestiones de “educación sexual”, o algo así. ¿Se creen que los jóvenes son idiotas? Esto es sencillamente excitación más que cualquier otra cosa.]
[¿No te das cuenta que si quieres con fotos como estas enseñar algo a los jóvenes, solamente les despertarás la imaginación con las cosas innecesarias. ¿Quién tiene interés en ello? ¿O qué es lo que realmente les interesa?]
[Dakle na slici se pita: koji par od ovih dvoje ima seksualni odnos? Ovo je tako pokvareno, tako bljutavo, tako idiotski, tako…]
Dar este material a los jóvenes, en la época cuando las hormonas provocan el incendio en los cuerpos – por mucho que vayan al Encuentro Mundial de Jóvenes, porque los jóvenes siguen siendo eso: jóvenes – es para calificarlo de criminal. De hecho, al publicarse este material, un psiquiatra sugirió que el arzobispo tendría que ser examinado según las normas profesionalmente denominadas Dallas Charter, establecidas con la finalidad de proteger a los jóvenes de la explotación sexual. Dr. Richard Fitzgibbons, psiquiatra que ofrecía sus servicios como consejero en la Congregación para el Clero y como profesor auxiliar en el Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y Familia en la Universidad Católica de América, dijo abiertamente: “Mi primera reacción profesional con respecto a este material pornográfico y obsceno ha sido que se trataba de un maltrato psicológico y espiritual de los jóvenes. Como experto que trataba a los sacerdotes que abusaron sexualmente a los jóvenes, así como a las víctimas de los maltratos sexuales en la Iglesia, declaro que aquello que encontré especialmente preocupante ha sido el hecho de que las imágenes pornográficas de este programa se parezcan en gran medida a las usadas por los abusadores sexuales de los jóvenes.”
Pero Paglia arrasa y empuja hacia delante como un buldózer. ¿Y qué es lo que le esperaba después del Encuentro de Jóvenes? El premio, eso es lo que le esperaba: el nombramiento como Prefecto de la Pontificia Academia para la Vida y el Gran Caniller del Instituto Juan Pablo II. El blasfemo sarcasmo se refuerza con la fecha del nombramiento: el mismo día de la Asunción.
Su orientación ideológica quedó clarísima nada más empezar: ya no era necesario que los miembros de la Academia firmen la declaración de fidelidad al Magisterio perenne e inmutable respecto a derecho a la vida. El 17 de febrero de este año fue confirmado que todos los miembros de la Academia fueron cesados dejando únicamente a él mismo a y a su equipo al frente de una organización prácticamente vaciada.
Como de todo lo expuesto se sigue que el sentimiento de vergüenza no lo adorna, ese mismísimo día el arzobispo Paglia ha emitido una declaración en la que alababa al recientemente fallecido fundador de Partido Radical de Italia, Marco Panella. Eso que era un bisexual activo, que durante años embestía visceralmente contra la fe católica y la Iglesia, ¿qué más da eso? Eso que obstinadamente y sin descanso luchaba a favor de la legalización del aborto, “matrimonio homosexual”, “derechos de los transgénero”, divorcio y uniones libres, ¿es que importa eso? No hay que ser rancio, Paglia dirá, y hasta será comprendido por más de los que te esperas. En fin, la realidad que hace despertar sin embargo es que a ese luchador en pro de la supresión del concordato entre la Iglesia e Italia, Paglia lo llama “hombre de gran espiritualidad”, y que su muerte es una “gran pérdida, no solamente para los miembros del Partido Radical, sino también para nuestro país (nota: a estos ‘pensadores’ ni se les ocurre utilizar la palabra ‘patria’ o ‘nación’; además, sabe bien a qué público se dirige. ¿Para qué? Estos conceptos son les son enteramente extraños.)”
[Panella en la época cuando luchaba por la legislación del divorcio. Con esto se empieza. Primero destruye el matrimonio, luego la vida. Cardenal Stepinac dijo en su momento: “legalizar el divorcio en una nación es mayor desgracia que la guerra”. Abajo, Panella con la gran defensora del aborto y de todo lo demás, Emma Bonino.]
No hemos terminado aún, lo eleva hasta las nubes: “Su historia muestra como el hombre puede ayudar para que la historia se mueva hacia la defensa de la dignidad de cada persona, especialmente de los marginados. Tengo una gran satisfacción en decir que Marco realmente era un hombre espiritual que luchaba y esperaba contra toda esperanza.” Concluyendo: “Tenemos que recibir y mantener su (de Panella) vitalidad.”
Es increíble cómo ha comprimido en un único párrafo conceptos masónico-gnósticos tan esenciales y característicos: el progreso de la historia (o sea, se habla de la “conciencia colectiva”), la eterna preocupación sobre los “marginados” (los cuales a su vez se van hundiendo cada vez más y nunca llegan a escapar de su lamentable estado. ¿No sería más bonito que alguien realmente se preocupe en que dejen de ser marginados de una vez?) y su dignidad (una dignidad en la que no se menciona Dios ni su Hijo), una tal “espiritualidad” que es simplemente material y como mucho cultural, es decir, progresista. Mantener (por supuesto, “en la sociedad”; eso de que Dios lo reciba en su seno, eso no vale) y recibir (¿cómo se hace eso, por medio de algún proceso “energético”?) su vitalidad.
Realmente es muy capaz.
***
Finalmente, dedicaremos algunas palabras a la motivación del uso de términos “protestantismo y satanismo del NWO” presentes en el título del artículo. En esencia, el armazón doctrinal del protestantismo no merece el nombre cristiano. Porque si, como lo es, “la Iglesia es el pilar y el fundamento de la verdad” según las palabras de San Pablo (1 Tim 3, 15) y según lo muy bien dicho por San Cirilo “No puede tener a Dios por padre el que no tiene a la Iglesia por Madre”, teniendo en cuenta las desviaciones tan importantes del protestantismo respecto a la perenne e irreformable doctrina cristiana-católica (sobre la Virgen María, Sacramentos – los protestantes apenas tienen tan solamente el bautismo; lo demás, nada: ni Misa ni Sacerdocio, etc.; sobre la gracia y el pecado, Papa como garante y defensor de la ortodoxia que recibe la autoridad directamente de Cristo); entonces realmente del protestantismo se podría decir que tiene tan solamente una cierta relación conceptual con el cristianismo. No calificaré a cada protestante en particular, menos lo juzgaré – algo que solamente Dios puede hacer, pero sobre su corpus doctrinal, si algo de eso existiese formalmente, sí se puede hablar. Sobre su desviación y errores fundamentales.
Aquí traigo a colación un elemento esencial de la enseñanza de Lutero: peca tanto como quieras, pero ten fe y serás salvo. Es decir: ¡aunque continuases pecando! Porque la salvación viene solamente por la fe. Ergo, las obras no importan. Excepto la “fe”. Por eso no pudo tragar la epístola de Santiago: “los diablos también creen, y tiemblan”. Porque “la fe sin obras está muerta”. Prestemos atención que Santiago habla solamente a aquellos que ya creen – por lo que no pueden “quedar solamente en ello”, sino que tienen que traducir esa fe en amor, mientras que cuando San Pablo habla de la salvación por la fe, habla a aquellos cristianos tentados por abrazar otra vez la Ley de Moisés que no puede salvar.
¿Qué es lo que se refleja en el fresco, qué es lo que se quiere decir con ello? Los pecadores – sodomitas y otros de la peor clase – son llevados por Jesucristo al Cielo. No importa pues lo que están haciendo, la salvación es para todos y no es necesario ningún ajuste del actuar humano con la voluntad y ley divina.
Pero aquí hay algo aún peor que el protestantismo. Aquí no se presentan unos pecadores que se esfuerzan y luchan en contra de las redes de sus pasiones y quienes rogarían a Dios para que les librase de sus inclinaciones pecaminosas (algo por otra parte típico para el espíritu humano; recordemos las imágenes de la penitencia de San Jerónimo, o de anécdotas de las vidas de los santos que como San Francisco se lanzaban a la nieve a mitad de la noche luchando contra tentaciones; o de San Benedicto que se tiró al estanco helado por la misma razón, etc.); no, aquí los sodomitas continúan dándose besos – cortamos aquí – con las miradas y se van al cielo.
Eso es torcimiento completo del pensamiento y ordenanzas de Dios. Algo que solamente Satanás puede inspirar.
¿Y por qué el “satanismo NWO”?
Hemos tocado este tema en el artículo “Cuando los fascistas eran buena gente”. En la Grecia clásica existía un mecanismo bastante institucionalizado que digamos de preparación de la elite gobernante.
Jóvenes candidatos – o seleccionados – para la gobernación y círculos políticos, ya desde las edades tempranas – desde la pubescencia hasta los albores de madurez – estaban educados en las escuelas pedagógicas especiales que tenían que formar su intelecto y especialmente condicionar su voluntad. El control de las formas de pensamiento se realizaba por medio de la iniciación homosexual. El joven podía tener relaciones solamente con su maestro. Eso destruía su personalidad y ponía todas sus capacidades para las necesidades de la elite que era la que realmente ejercía el poder.
Este método en algunas de sus formas se aplica especialmente en las democracias occidentales actuales. La diferencia – con respecto a la antigüedad – radica en que por medio de los medios de comunicación se va cambiando de forma inducida la mentalidad de enormes masas de jóvenes. Sensualidad y liviandad en tantísimos programas televisivos – que manejan todas las combinaciones de estímulos afectivos que narcotizan la voluntad y capacidad de reacción: luz, sonido, movimientos, ritmos pegadizos con carga y movimientos viciosos más que sensuales – no solamente que disminuye la percepción del pecado, sino es capaz de cambiar la mentalidad por completo. “Si eso es algo normal”, dirán tantos respecto a lo que tan solamente hace un par de décadas no era posible imaginar proyectado públicamente. Y hace dos décadas lo mismo con respecto a otras dos anteriores. Siempre se hiere una generación, para luego continuar hiriendo a la generación de sus hijos o siguiente.
Pero, tal método de tratamiento no se refiere solamente a las masas de indoctrinados mediante la televisión. Existen círculos más estrechos en los que se preparan miembros para el servicio postrero de la elite. El caso paradigmático es el del predador británico Jimmy Savile.
Después de su muerte, todo salió a la luz. Este humorista de la BBC durante casi cincuenta años mantenía círculos de explotación sexual – estamos hablando de pedofilia y pederastia – unidas al culto satánico. Joven Tony Blair estaba en contacto con J. Savile en su tiempo. (Sobre Joe Biden, por ejemplo, ver aquí y aquí).
¿Qué relación tiene esto con la Iglesia? Lo correcto es decir que con ciertos miembros de la jerarquía. De esta forma ellos – mejor dicho sus miembros corrompidos – mandan mensajes codificados – lo sepan o no, así se recibe – de estar en sintonía con aquellos.
En plena luz del día, en medio de la catedral, antaño corazón católico. Esto es una puñalada al corazón. Lo significativo es que esto no fue tildado de escándalo por los medios. En su momento fue objeto de protesta de algunos fieles; una protesta que ni Paglia ni su sucesor atendieron, ni los medios apoyaron. Y unos años más tarde, le hacen un programa en la RAI, que en el fondo es un elogio y aprobación de los poderosos.
Esta es la realidad, amigo mío. Ahora di que exagero y mira a otro lado. Encoge los hombros si quieres, y consiente de paso esta blasfemia. ¿Tú no puedes hacer nada, verdad? Sí, sí que puedes y debes. Me he preguntado mil veces si seguir escribiendo sobre estos temas. Con lo agradable sería escribir un tratado o trabajo sobre lo que sea, o incluso una novela. Lo más profunda que quieras o puedas, más interesante si quieres, pero sin dirigir el dedo señalador. Claro que sería más bonito y agradable hacer eso. De hecho, en condiciones normales no debería – entiendo – un laico como yo escribir estas cosas. Pero no son tiempos normales.
Si algún día vemos a algún católico tirar una lata de pintura con la intención de estropear el fresco y obligar a rascarlo, será hecho con nuestra mano también.
Todo el proceso relacionado con el fresco – incluyendo la no aceptación del obispo Paglia y de su sucesor de no raspar esta monstruosidad – ocurrió a cien km de Roma, en tiempo de Benedicto XVI, durante seis años.
“Sed, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma. La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos. Lo mismo de la grosería, las necedades o las tonterías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso – que es ser idólatra – participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con vanas razones, pues por eso viene le cólera de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos. Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.” (Ef 5, 1-9)