Hay muy pocos datos sobre las secuelas de la vacunación Covid en niños. Las cifras de menores enfermos o con incidentes mortales se incrementan, pero un muro de silencio impide que familiares y sociedad en general vinculen los incidentes con la inoculación.
En Sinaloa, María de Jesús Moreno Ríos, originaria de una comunidad rural en Nayarit, estaba disfrutando de sus vacaciones visitando a su familia, cuando Ángel, su hijo de seis años, comenzó a presentar fiebre y dolores que no cesaban.
El diagnóstico de Ángel fue trombosis, una enfermedad que provoca coágulos sanguíneos que obstruyen las venas impidiendo que la sangre llegue a las extremidades. El especialista que lo atiende en el Hospital General de Mazatlán dijo que el menor podría sufrir la amputación de sus pies, manos y orejas.
En las noticias, no hay ninguna referencia a la inoculación del niño con la vacuna Covid. Sin embargo, quienes conocen que estos misteriosos coágulos se han generalizado en forma alarmante entre las personas que recibieron estos inyectables, piensan instantáneamente que el niño puede ser haber sido una víctima más de las inoculaciones experimentales.
¿Cómo se vigila el impacto de las inyecciones masivas?
En México, hay varios casos de menores que fallecieron posteriormente a la inoculación. En marzo de 2022 se conoció la muerte de Asheley Carbajal García (15), en Guerrero. Para Jezabel Rosales, urgencióloga de Puerto Vallarta, el vínculo entre la muerte de la menor y la inyección Covid es evidente. La doctora Rosales señaló que ya hay más casos de jóvenes que sin ninguna comoborbilidad previa, donde el único factor de riesgo es la inyección, sufren muertes súbitas.
Es difícil para las familias que pierden a un niño en forma imprevista saber qué pasó realmente. Tradicionalmente, un tabú rodea la muerte de un niño. Esta circunstancia se ha agravado con las inoculaciones masivas: los medios y médicos del sistema se unen para desmentir cualquier relación entre las inyecciones y los eventos adversos registrados.
En México no hay ninguna institución que realice el seguimiento farmacológico del operativo de vacunación Covid en niños. Tampoco hay informes oficiales sobre los efectos adversos registrados.
Son muy contados los médicos que se atreven a alzar la voz. El argentino Martín Monteverde es uno de ellos. El Dr. Monteverde lleva un registro propio de las muertes de niños en su país con posterioridad a las inyecciones. En una entrevista radial con FM Nuestra de la ciudad de Luján, describe algunos casos paradigmáticos:
- Martina Aranguren de Curuzú Cuatiá Corrientes, hija del intendente municipal, murió al día siguiente de Moderna. La autopsia dice que fue por un “ACV indetectable”. La familia tapó todo.
- En Córdoba una niña de 8 años murió de muerte súbita horas después de la inoculación. Los medios dijeron que la nena murió de “coronavirus”.
- En niño murió de muerte súbita en el recreo de la escuela, posiblemente por las arritmias que provoca el material que están inyectando en las vacunas. Dijeron que murió porque “se atragantó con un chupetín”.
En todos los casos los medios de prensa y los médicos encubrieron todo, estima el Dr. Martín Monteverde. El facultativo denuncia que no sólo los vacunas Covid, sino muchos inyectables contienen óxido de grafeno.
AUDIO: Martín Monteverve habla sobre las secuelas de la vacunación Covid en niños
Por su parte, el periodista Pedro Moreno narra el caso de la niña Lourdes (11 años), de Chaco, Argentina, que murió luego de ser inoculada a escondidas por la directora de su escuela. Su padre, Juan Ramón Lalecori, cuenta la historia en directo.
No son testimonios aislados. Las bases de datos del VAERS en EE.UU. y el Eudravigilance en Europa acumulan miles de muertes y millones de lesionados. Las víctimas mortales de niños empiezan a poblar esas estadísticas. Imperdonable.