Las clamorosas ausencias en las cuatro ‘preferencias apostólicas’ de los jesuitas

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«Promover el discernimiento, caminar con los excluidos, acompañar a los jóvenes, ocuparse del cuidado de la casa común» son las cuatro preferencias apostólicas universales presentadas para los próximos diez años por la Compañía de Jesús que el Papa ha aprobado.

 

Suenan casi a resumen de la ‘renovación’ eclesial que estamos viviendo, con las palabras clave, las ideas obsesivas y, sobre todo, las grandes ausencias. Son las cuatro «preferencias apostólicas universales» de los jesuitas que el Papa ha aprobado en una carta al general de la Compañía, Arturo Sosa: promover el discernimiento, caminar con los excluidos, acompañar a los jóvenes, ocuparse del cuidado de la casa común.

Ni oración, ni sacramentos, ni fe, ni Cristo ni nada, en fin, que no pueda aprobarse con aplausos en una asamblea de la ONU o desde un editorial del New York Times. El Papa ha subrayado a Vatican News, el boletín informativo online ‘de la casa’, que las preferencias «están en sintonía con las actuales prioridades apostólicas de la Iglesia», expresadas a través del magisterio ordinario del Papa, de los sínodos y de las conferencias episcopales. Como si hiciera falta subrayarlo.

Dejando de lado el optimismo que supone dar por hecho que la Compañía de Jesús, con los números cayendo en picado y la edad media de sus miembros entrando en la decrepitud, seguirá existiendo dentro de diez años, sorprende que una congregación católica que tantas glorias ha dado a la Iglesia y tantos santidades ha suscitado pueda resumir su empeño apostólico en esas cuatro vacuidades, en esos clichés hueros de todo sentido sobrenatural.

Dios no cuenta, o cuenta muy poco, y los tópicos a los que se refieren esas cuatro ‘preferencias’, o son inanes metáforas o conceptos deliberadamente indefinidos que cada cual puede interpretar como le plazca, de modo que proponerse esas directrices no es un plan, sino una mera licencia.

¿Cómo se ‘promueve’ el discernimiento? ¿Qué es, en la práctica, en el uso corriente que parece dársele hoy? Oímos hablar del ‘discernimiento’, que en su significado original no es otra cosa que pensar, siempre en circunstancias muy precisas. Se pide ‘discernimiento’ para juzgar cuándo conviene dar la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y no piensan dejar de hacer uso del matrimonio con su segunda esposa civil, que la Iglesia no puede reconocer. Se invoca el discernimiento para, de igual manera, ofrecer la Sagrada Eucaristía a quienes, por su fe, no pueden creer en la Presencia Real, los cónyuges luteranos de fieles católicos. Y, en general, solo oímos citar la dichosa palabra sino para referirse a la excepción.

¿Cuándo escucharon, de fuentes oficiales vaticanas, discernir lo que ha sido siempre práctica habitual de los fieles católicos? ¿Cuándo que se use el término para deducir nuevas exigencias de la fe? Así, queda la descorazonadora impresión de ser un ‘truco’ psicológico para hacer lo que de cualquier modo deseamos hacer y probablemente íbamos a hacer, pero con buena conciencia y las bendiciones de la jerarquía. Apuesto que no abundan los casos en que, en las situaciones citadas más arriba, el proceso se ha resuelto con una respuesta negativa.

Caminar con los excluidos amontona en tres palabras dos clichés, ese ‘caminar’ que uno no sabe muy bien qué significa, metáfora abusiva donde las haya, y ese ‘excluidos’ que igualmente puede referirse al grupo que más interés se tenga en promocionar. Es decir, no se usa como mero participio del verbo excluir, dejar fuera, sino de los mismos colectivos que constituyen la coartada humana de la izquierda política. En la Iglesia de hoy tendrían motivos de sobra para sentirse excluidos, para verse muy obvia y hasta oficialmente excluidos, ‘colectivos’ que, apostamos un brazo, no están en la mente de Sosa ni en la de los redactores de las ‘preferencias’. Cualquier congregación con veleidades de piedad tradicional tiene todas las papeletas para ser ‘misericordiada’, es decir, excluida, del mismo modo que todo personaje público que exprese su inclinación por la doctrina católica de toda la vida. No puedo jurarlo, pero dudo que muchos de ellos se encuentren con muchos ‘caminantes’ jesuitas a su lado.

‘Acompañar a los jóvenes’ no solo es increíblemente inane como propósito; en los tiempos que corren empieza a ser casi sospechoso. Está por comenzar una minicumbre motivada por escándalos de clérigos de los que no puede decirse que no buscaran ‘acompañar a los jóvenes’. En otro sentido, es paradójico este empeño por la juventud en una congregación que envejece inexorablemente, de la que los jóvenes, evidentemente, parecen preferir mantenerse mayoritariamente a distancia.

Como dijimos con ocasión del sínodo falsamente denominado «de la juventud», los renovadores, siempre que apelan a la mocedad, parecen estar refiriéndose a la suya propia, sin hacer el elemental examen de conciencia que les lleve a concluir que son todas esas estrategias pensadas para halagar a los jóvenes las que han fracasado lamentablemente. Si algo caracteriza a las tendencias ideológicas dominantes es que sus partidarios están convencidos de que lo que se necesita cuando fallan con estrépito sus soluciones es duplicar la dosis.

De ocuparse de la casa común poco diré. La ecología es una novedad en la doctrina católica, al menos como se plantea ahora, siguiendo con conmovedora fe todos los dogmas seculares al respecto. No sé exactamente qué tiene de apostólico distribuir correctamente la basura en sus bolsas correspondientes, ni cómo podría considerarse asunto tan prioritario para un católico como para incluirlo en una lista de solo cuatro directrices para diez años. Por otra parte, todo lo que se me ocurre verdaderamente apostólico está proscrito como proselitismo o rigidez, así que quizá sea mejor reciclar, que no puede hacer mucho daño.

Despojadas de sus ropajes clericales, separadas de su contexto eclesial, las ‘cuatro preferencias’, además de continuar la senda única ya emprendida y ser, por lo mismo, innecesarias, pueden presentarse como un buen resumen de lo que debe hacer el progresista al uso. Y, sinceramente, eso ya lo tenemos en todas partes; para eso nos parecen innecesarias las órdenes, las jerarquías y la propia Iglesia. Ya tenemos una ONU, no necesitamos dos.

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Comentarios
21 comentarios en “Las clamorosas ausencias en las cuatro ‘preferencias apostólicas’ de los jesuitas
    1. Se conoce que les tiene dicho el geriatra que «caminar» y «acompañar» es la actividad óptima para controlar el colesterol, la próstata y los desarreglos cardiovasculares. Otra cosa es que excluidos y jóvenes deseen acompasar su paso al cansino renqueo de cebolletas parlanchines…

  1. EL DE LOYOLA SOÑO
    UN EJÉRCITO VALIENTE
    BIEN PREPARADO DE MENTE,
    Y ES ASÍ QUE LO FUNDÓ
    PERO,BIEN PRONTO,EL DEMONIO,
    COMO BIEN VIERA PASCAL,
    LA CORROMPIÓ CON EL MAL
    Y LA HIZO SU PATRIMONIO.
    Y ASÍ LLEGÓ A NUESTRO DÍA,
    CON PERVERSIÓN DE SU ESENCIA:
    TODO MUNDO,NULA CIENCIA:
    SIN FE.SIN DIOS.SIN MARIA…

  2. Que moderas ?
    Que cuestionas en decir que miren las expresiones faciales.

    Tienes que hacertelo ver

    Estas para la pedir limosna en el Metro

  3. Menuda forma de juntarse gente para nada, comer beber, aviones etc, una forma como otra cualquiera de juntarse los colegas que no se ven hace tiempo, quedarse satisfechos de su vida y de haberse conocido ¡Gastar dinero a lo tonto! ¡Como se ve que les sobra el tiempo y el dinero!.

  4. Lo de acompañar a los jóvenes con una media de más de 70 años se me antoja cómico. Van a tener que pedir, previo pago al efecto, ser acompañados por jóvenes cuidadores. Lo del discernimiento ya sabemos de qué va: propiciar la comunión en pecado mortal. El cuidado de la casa común no estaría mal que empezase por sus propias casas, en ruina muchas de ellas ante la falta de vocaciones. ¿ Caminar con los excluídos ? Los excluídos de hoy somos los católicos, perseguidos por el pensamiento único, el islam religión de paz, el comunismo internacional y, ahora también y con especial saña, por Roma y sus jesuítas, tan obedientes según para qué.

    1. No se me hagan los martires que bien que les gusta a ustedes perseguir a todos los que no piensan como ustedes, si tuvieran algún poder no estarían todo el día soltando bilis por el blog, estarían haciendo mucho más que eso, por suerte para los demás ya no tienen el poder de antaño y gracias a eso podemos respirar, pero tampoco se pongan a llorar que ya nos hubiera gustado que nos hubieran tratado a los demás como los demás les tratamos a ustedes, fuera de algunos paises donde realmente se coarta la libertad de los cristianos pero tambien a muchos otros colectivos, en el mundo occidental viven ustedes muy cómodos, no he visto nunca a nadie amenazar o insultar a un catolico solo por serlo y si he visto amenazar a gays y muchas veces he visto insultar, me han insultado y aunque no me han agredido si me han tratado de intimidar, en parte con la cobertura intelectual que blogs como éste generan, así que sean felices porque viven mucho mas tranquilos de lo que vivimos otros.

      1. Claro,claro…
        por eso en los balcones de los ayuntamientos siempre ondean banderas católicas,y nunca arcoiris…
        Para tu disgusto te informo que, las cosas que tanto te ponen ,con el paso del tiempo se chuchurrian y mustian,y,…,ni con botox!

      2. Pues majete, dí en qué país vives. Porque en España sí que te insultan por ser católico, vivido por mi mismo, no hacen falta más referencias. Y públicamente, el desdén y la persecución silenciosa son un hecho. Y si tu no vives tranquilo es normal, en este mundo no hay tranquilidad porque no hay orden y no habiendo orden no hay paz (cfr. San Agustín). La poca tranquilidad relativa que se puede tener va unida a una recta conciencia y a las virtudes teologales, especialmente a la esperanza en Dios. Eso sí, hay una falsa tranquilidad de la que gozan los malvados mientras Dios les deja.

      3. ¡Ay, pobrecito mío, con lo mucho que te queremos todos y todas por aquí! Que los gays como tú no simpaticéis con la castidad cristiana (una virtud) me entristece, pero pasemos a tu afirmación: «no he visto nunca a nadie amenazar o insultar a un catolico solo por serlo»
        «ARDERÉIS COMO EN EL 36» capilla de la Complutense,
        «LA ÚNICA IGLESIA QUE ILUMINA ES LA QUE ARDE ¡CONTRIBUYA!» Exposición en el Reina Sofía hará unos 6 años o menos.

  5. Discernir es el esfuerzo por llegar a la verdad, basándose en ALGO ( En el caso de la verdad revelada, basándose en la Escritura y la Tradición. ).
    Eso, ya estaba inventado, mucho antes de que llegaran los Jesuítas «modernos» actuales.
    Si DISCERNIR , es «encontrar en nosotros la propia verdad «, entonces, el centro de la Verdad es el Hombre. Cada uno de nosotros y no Dios.
    En éste sentido se entienden perfectamente los abrazos a las obispas luteranas y los Sellitos de la Posta Vaticana en homenaje a San Lutero ( » Sóla Scriptura » y libre interpretación de la Biblia ).
    Lutero sería sin duda el » Gran Discernicedor». Libre interpretación. Múltiples verdades
    Milagrito: Un luteranismo moribundo, resucitado desde Roma.
    Neoluteranos ( ¿ Católicos ? ) vacíos de Dios y RELATIVISMO a tope sin grabadora : » Lo que Yo pienso, es la Verdad» .
    El discernizador que lo discierna, buen discernizador será !.

  6. No rectifican ni por equivocación. Siguen cavando su propia tumba con especial empeño. Van derechos a su extinción, pero quieren morir matando. Para eso han okupado la cátedra de Pedro, para perseguir a todo lo que les suena católico a muerte.

  7. Cada uno opina lo que le da la gana, pero las preferências las ponen los jesuítas no Infovaticana. Infovaticana que haga su lista de preferências y esta todo dicho. Cada uno com las suyas.

  8. Demos al César lo que es del César. Donde hablan de discernimiento se refieren a desarrollar y cuidar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. No estaría mal que se los tomaran en serio…

    Las otras tres preferencias son paja, por no decir cosas peores.

  9. Las preferencias apostólicas me parecen cuanto menos incomprensibles. El apostolado será eficaz si es ejemplarizante y se realiza con sentido común.
    Lo siento, no me gusta este Papa, ni sus exabruptos, ni su ambigüedad.

  10. Dijo Jesús: » Si perseveráis en Mi doctrina seréis verdaderamente discípulos Míos. Conoceréis la verdad. Y la verdad os hará libres». Pues eso es lo que deberíamos hacer todos,.

  11. Este Papa y estos curas actuales me saturaron, hablan tanto del pueblo de Dios y bla, bla. El caminar juntos y bla, bla. Farsantes, viven como reyes y luego manifiestan, los laicos cuando se refieren al llano, la plebe y mi hermano sacerdote cuando habkan de la casta especial. No se regieran mas a Dios y a su hijo cuando no cumplen sus enseñanzas, cada ves estamis peor, acaso todos los bautizados no somos hermanos????

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