Iconografía decimonónica de la Virgen del Rocío (Las ráfagas de rayos biselados y el traje de los Montpensier)



Se pretende con este artículo, arrojar datos inéditos e hipótesis sobre uno de los aspectos histórico de la Virgen del Rocío poco estudiado, como es su iconografía. Abarcaremos profundamente el cambio estético que sufrió la imagen durante el siglo XIX, con la adquisición de un nuevo juego de plata, como son las llamadas ráfagas de Rayos y el traje denominado los Montpensier.

Tras la invasión francesa, el atuendo de la Virgen seguía manteniendo la línea de los siglos anteriores, a la moda femenina de fines del siglo XVI y principios del XVII. Un vestido de línea muy sencillo, gracioso y elegante: se componía de basquiña, que era una falda acampanada. El busto se cubría con corpiño, de cerrado escote y alto cuello, terminando con gorguera de finos encajes. Las mangas de jubón, ajustadas al brazo, llevaban otras mangas, amplísimas, de las llamadas de punta o pérdidas, que llegaban al filo mismo de la falda. Estos vestidos se hacían casi siempre en brocado; se usaban alguna que otra vez el damasco y el terciopelo en sus diversas clases. La gorguera, se alzaba bastante por la nuca, se prolonga y se adapta a la cabeza de la imagen en forma de cofia. Sobre la cofia se le pone un velo. El manto se le ponía prendido en los hombros.[1]

Ostentaba la Virgen por entonces, las denominadas ráfagas de puntas redondas de 1733, donadas por los hermanos almonteños José Carlos e Isabel Tello de Eslava.[2] Las ráfagas redondas, o puntas de plata de martillo, se componen de ocho grandes semicírculos de plata repujada, imitando los encajes de hilo de plata. El diccionario de Autoridades, de 1737, define uno de los sentidos de la palabra punta “…se llama asimismo una especie de encajes de hilo, seda u otro material, que por un lado van formando unas porciones de círculo…”. Situada en el borde del manto, confiere a la imagen el perfil que la identifica sobradamente.[3] Adornaba también a la imagen una corona de plata sobredorada, donde aparece contemplada varios detalles como rayos flameantes y ondulados, dieciséis estrellas y el sol de Judea. Posiblemente de finales del siglo XVII o principios del XVIII.[4] ¿De Juan Laureano de Pina?[5] A los pies de la Virgen una creciente o media luna con la cara de un Ángel en su centro y dos estrellas en las puntas con una piedra verde cada una, de principios del XVIII. Desde 1754, vestía la imagen un vestido costeado por su mayor parte por el Canónigo Tello de Eslava.[6]

Grabado de Ntra. Sra. del Rocío de 1754. La Virgen con las ráfagas y traje del almonteño Tello de Eslava


En el XIX, el atuendo de la Virgen irá evolucionando, incorporando nuevos estilos artísticos y atributos tal como aparece en litografías y pinturas de la primera mitad del siglo. Lucirá la imagen unos nuevos atributos de plata. Son las denominadas ráfagas de rayos biselados de plata de estilo rococó, de un rococó tardío. Las ráfagas ostentan angelitos sobre dorados y sobre puestos, la corona imperial de la Virgen, está ornamentada de rocallas, y en su aureola, los rayos de luz, al igual que la diadema del niño. En la media luna aparece en su centro la corona y el anagrama de María.

Nuestra Señora en una fotografía tomada por los Hermanos Alcañiz
en la década de 1890 con el conjunto orfebre


Corona de Rayos (Orfebrería Religiosa en la Villa de Almonte. 1998.
Catálogo de la Exposición. Cuadernos de Almonte, Nº 14)


Media Luna con el Anagrama de María (Orfebrería Religiosa en la Villa de Almonte. 1998.
Catálogo de la Exposición. Cuadernos de Almonte, Nº 14)


Ráfaga de Rayos Biselados (Orfebrería Religiosa en la Villa de Almonte. 1998.
Catálogo de la Exposición. Cuadernos de Almonte, Nº 14)


Diadema del Niño (Orfebrería Religiosa en la Villa de Almonte. 1998.
Catálogo de la Exposición. Cuadernos de Almonte, Nº 14)


¿Quién adquirió o regaló a la Virgen este nuevo juego de plata? Hasta la fecha, nadie ha sabido poner nombre o nombres. En una rendición de cuentas de 1823, en el que se desglosa varias adquisiciones realizadas desde 1813 a 1822, por parte de la Hermandad del Rocío de Almonte, nada alude de haberse ejecutado la compra de este conjunto orfebre, por lo tanto tuvo que ser una donación a la Virgen.

La media luna de este conjunto de plata, presenta el punzón de FLORES y NO8DO.[7] Existe en el santuario del Rocío una demanda petitoria de mediados del setecientos, en forma de fuente circular lisa con una pequeña imagen de la Virgen del Rocío en su interior. En el labio ostenta la siguiente inscripción: “ESTA DEMANDA ES DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSYO Y SE RENOBO SIENDO MALLODOMO DN JVAN JOSÉ LAGARES, Aº DE 1813”. También aparecen los punzones de FLORES y NO8DO,[8] al igual que en la media luna de la Virgen ¿se pudo labrar las ráfagas de rayos biselados en el mismo lugar en el que se restauraba la demanda de plata? Si fuese así, ¿Quién es Juan José Lagares que aparece como mayordomo en 1813?

Demanda petitoria de la Virgen del Rocío del siglo XVIII (Orfebrería Religiosa en la Villa de Almonte. 1998.
Catálogo de la Exposición. Cuadernos de Almonte, Nº 14)


Demanda petitoria vista desde arriba con la
descripción de la restauración en 1813 (Exposición Intercesora de Almonte)


Juan José Lagares es un personaje que ocupa durante una larga etapa desde principio del siglo XIX, importantes cargos civiles y religiosos en la villa de Almonte.[9] Era natural y oriundo del vecino pueblo de Bollullos Par del Condado. Fue escribano público y secretario del ayuntamiento de Almonte. Su nombre y rubrica aparecen en el Acta del Voto del Rocío Chico del 16 de agosto de 1813, y lo hace como Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Almonte. Su esposa aparece identificada como camarista de la Virgen y como “hermana mayora”.[10]

La coincidencia de la restauración de la demanda de plata, con la aparición del conjunto orfebre de la Virgen en torno a ese año, podemos pensar que Juan José las regalase, del cual podíamos sustentar por varias razones más. En un inventario del santuario del Rocío de 1805, solo aparece un par de ráfagas, “…Ráfagas de Punta de Plata…”,[11] estas son las conocidas ráfagas redondas de metal de 1733, llamadas de punta por estar acabadas en pequeñas puntas redondeadas en cada plato o semicírculo. La aparición de las ráfagas de rayos biselados y su conjunto, aparecen en un grabado de principios del siglo XIX, en torno a 1813. También esta refutado en un exvoto pictórico del año 1819, del patrimonio artístico de la Hermandad Matriz de Almonte.

Grabado de José María Martín en torno a 1813 y Exvoto pictórico de 1819
del patrimonio artístico de la Hermandad Matriz de Almonte


El escribano del voto del Rocío Chico, Juan José Lagares, fue nombrado Hermano Mayor de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad el 17 de noviembre de 1816, tomando posesión en la ermita de Gracia. Permaneció en el cargo hasta 1838.[12] Nos adelanta Lorenzo Cruz de Fuentes que el estado de la cofradía de la Soledad, tomo un nuevo impulso en 1816 gracias al piadoso señor Lagares, quien adelantó y nunca cobró los 9.423 reales invertidos ese año en el colchón, almohada y sábanas de la urna del Santo Cristo y en “adornos y bordados de oro para la Virgen”.[13] También era bienhechor de la Hermandad del Rosario de Almonte.[14]

Juan José Lagares junto a la familia de su mujer, los Ayala, eran grandes hacendados, y protagonistas en aquella época del universo social y religioso tanto en Almonte como en Bollullos. El hecho de que regalase adornos y bordados de oro a los titulares de la Hermandad de la Soledad y del Rosario, sostiene con más fuerza nuestra hipótesis, de que Juan José regalase a la Virgen del Rocío el juego de ráfagas de rayos en 1813, cuando este ostentaba el cargo de Hermano Mayor del Rocío y su mujer como camarista.

¿Quién las realizó? Adelantábamos anteriormente que aparecía el punzón de FLORES. Se trata del marcador Joaquín Flores, quien actuó como tal desde 1809 hasta 1825.[15] Existe una corona imperial con rocalla al igual que la de la Virgen del Rocío, en la localidad de Lebrijas (Sevilla), en conjunto con la media luna, aparece los punzones FLORES y NO8DO.[16] Podemos ver también la marca de FLORES en un cáliz de plata en Almonte, como en copones y cáliz en los pueblos del entorno; Chucena, Hinojos, Niebla, La Palma del Condado, Trigueros etc. Por ahora, tenemos el punzón del marcador ¿pero quién era el orfebre? Da el caso, de que el orfebre que siempre acompañaba al punzón de FLORES, era un tal PALOMINO.[17] Miguel María Palomino fue un reputado orfebre de Sevilla. Recibió la aprobación como maestro en 1777. Fue cónsul de plata en 1796.[18] Actuó como orfebre desde 1777 hasta 1829. La producción de Miguel Palomino fue muy amplia aunque lo frustro de algunas marcas y las inexactitudes con que se han transcrito otras hace difícil una identificación cierta en todos los casos.[19] Eligio y Rafael, familiares de los Palominos, entraron como aprendices en el obrador de Joaquín Flores el 1 de diciembre de 1809, y fueron aprobados como plateros en 1814.[20]

Miguel María Palomino y Flores elaboraron las ráfagas, corona y media luna de la Virgen de Consolación de Carrión de los Céspedes (Sevilla).[21] De misma hechura y similitud al de la Virgen del Rocío, es la corona imperial de la Virgen de la Paz de la parroquia de Santa Cruz de Sevilla. Solo aparece en este caso el punzón de PALOMINO. En la capilla penitencial del Santuario del Rocío, la Virgen de los Dolores del Calvario, ostenta al igual que la Patrona almonteña, una corona de rocalla de rayos. Esta imagen dolorosa pertenecía originalmente al antiguo convento de Dominicas de Almonte, donde a principios del ochocientos, era monja superiora la cuñada de Juan José Lagares. La Virgen de los Dolores junto a Juan Evangelista y el Crucificado, pasaron en torno a 1858 al santuario del Rocío.

Posiblemente Miguel María Palomino labrara los rayos de plata de la Virgen del Rocío en 1813, y quien a la vez restaurara la demanda petitoria. En 1821 restauró la custodia procesional de la Hermandad Sacramental del Salvador de Sevilla, siendo por entonces uno de los plateros más prolíficos de la urbe hispalense.[22]

El conjunto de rayos de la Virgen del Rocío ya aparece mencionado en el inventario de 1884, “…Unas ráfagas de la Virgen de dos varas de alto cada una de las dos, de plata con Angelitos sobre dorados y sobre puestos, su peso trece libras. Una media luna de plata con una María y corona en el centro sobredorada, su peso dose libras… Una corona imperial de la Virgen, labrada y cincelada, su peso novecientos cincuenta gramos… Una diadema del mismo niño…”.[23] Aparece también un “Cetro de plata, su peso trescientos gramos” Este cetro de la Virgen que suele utilizar cuando viste con los rayos, es de fecha anterior al conjunto. Apareciendo en el inventario de 1805.[24]

Mientras tanto, el vestido de la Virgen del Rocío irá evolucionando en lo que va de siglo XIX, pero sin perder su línea y traza primitivo. En la segunda mitad de siglo, precederá a uno de los vestidos más insigne de la imagen.


Con la llegada de S.A.R. el duque de Montpensier a la romería de 1851, el patrimonio y el auge del Rocío, y como el de sus hermandades, se vieron beneficiadas externas e internamente.

Los Duques fueron aclamados como hermanos mayores nominales en distintas hermandades, entre ellas la Hermandad de Almonte, en 1851, y de las de Triana y Coria del Río en 1853. Obsequiaron con varios regalos como son los cuatros varales de plata para el palio de la Virgen, más los anillos de los cañones, en 1852. También donó la vara del estandarte.[25] Un año antes, en su primera romería, contribuyeron con una importante limosna en el Santuario.[26] A la Hermandad trianera, aportaron en 1855 una limosna estimable para un Simpecado nuevo que se estrenó ese mismo año, también aportaron 1.000 reales para el nuevo paso-carreta, que estrenaron en el año 1867.[27] ¿Regalaron los Duques el traje a la Virgen que aparece inmortalizado en fotografías de principios del siglo XX?

Estos antecedentes vienen tras la incursión de los duques de Montpensier en la ciudad de Sevilla el 7 de mayo de 1848. Por entonces, se vieron fuertemente potenciadas y respaldadas las cofradías sevillanas. Los Duques, mecenas artísticos y enamorados de las costumbres de Sevilla, en su corte del palacio de San Telmo reunían a los literatos y artista principales del momento.[28] Su implicación en la vida cofrade de la ciudad sería intensa durante todo el año. Fueron muy numerosas las hermandades de pasión y de gloria que les nombraron como hermanos mayores perpetuos.[29] Los duques ayudaron, igualmente, a renovar los costosos ajuares a numerosas cofradías: Un vestido para la Soledad en 1850, un manto terciopelo, saya y toca para la Virgen de la Salud y un vestido para el niño, un manto para la Virgen de la Paz en 1853 y un manto bordado a Ntra. Sra. De la O el mismo año.[30] La Infanta regaló a la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla, un traje blanco con el que hizo su salida ese año,[31] y un manto rojo de terciopelo con guardilla y salpicado de flores al estilo barroco.[32]

Precisamente a la Virgen de Montserrat, los Montpensier le regaló un fantástico manto bordado. Fue estrenado el 14 de abril de 1866. En el mismo manto, están representadas las flores de lis por todo el conjunto, en un homenaje a los Montpensier, ya que es un signo que representa a la Casa Real Francesa.[33] De la misma forma aparecen las flores de lis en el manto de Nra. Sra. Del Rocío.

El manto de Montserrat fue realizado por la prestigiosa bordadora Patrocinio López. Era una artesana que más extendió su producción a lo largo del siglo XIX. Está considerada por algunos autores como una de las más importantes bordadoras que han trabajado para la Semana Santa sevillana, gracias a su interesante labor artística y profesional que realiza para algunas conocidas cofradías de Sevilla a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX. A mediados de siglo, alcanzaría especial auge al quedar asociada a los Montpensier, pues Luisa Fernanda de Borbón y Antonio de Orleans son nombrados hermanos mayores perpetuos de Montserrat en 1851 y la reina María Amelia protectora y camarera perpetua dos años después. En 1879, Patrocinio realiza los bordados del manto de la Virgen de Loreto de la Hermandad de San Isidoro, (hoy propiedad de la Hermandad de las Penas de San Vicente). Presenta las flores de lis al igual que los mantos de la Virgen de Montserrat y de la Virgen del Rocío.[34]El bordado del traje de Rocío tiene un realce con técnicas diversas. Lleva una composición simétrica en forma piramidal, de estilo rococó y barroco, en el que se presencia ornamentos vegetales. Y en su manto, en su eje central, una paloma blanca rodeadas de unos flamante rayos. En el contorno de la pieza, aparecen salpicadas las flores de lis.


Dibujos de la saya del traje de Los Montpensier


Manto con la flor de Lis del traje de Los Montpensier (Simpecados del Rocío: Speculum Reginae Roris.
Hermandad Matriz de Almone. Sevilla, 2012)


Algunos historiadores atribuyen que el vestido de Ntra. Sra. Del Rocío lo estrenó para su Coronación Canónica en 1919, como regalo en 1918 por S. A. R. la condesa de Paris. En ninguna relación de la época aparece este supuesto obsequio. Nada refiere en la crónica de la Coronación Canónica de Juan Ignacio Cepeda de 1923 de un regalo a la Virgen sobre un traje para tan magna conmemoración. En los donativos más importantes para el evento aparecen los de SS. RR. Infantes D. Carlos y Dª Luisa, con doscientas pesetas; S. A. R. el duque de Montpensier, doscientas pesetas y S. A. R. la Condesa de Paris con doscientas pesetas.[35] La creencia errónea de adjudicar el vestido a la Condesa, cae por su propio peso, ya que este vestido aparece en fotografías de principios del siglo XX, como en una publicación de 1906.[36] Mientras tantos, otros historiadores se lo atribuyen a los Montpensier. Esta última atribución pudiera ser la correcta, como hemos visto anteriormente. El vestido se refleja en la pintura del ovalo del simpecado actual de romería de la Hermandad de Villamanrique de la Condesa de 1855.[37] Con algunas variaciones, a dispensa de la interpretación y toque que le diera el autor de la obra. También está representado en unos exvotos pictóricos de 1894 y 1900.[38]

Exvotos pictóricos de 1894 y 1900. Representando el traje de Los Montpensier.
Patrimonio de la Hermandad Matriz de Almonte


El traje aparece inventariado en 1884 “…una saya de tisú de plata bordada de oro cada uno de una tercia, con corpiño, mangas y sobremangas de la misma tela y bordado…”[39]

¿Fue Patrocinio López la bordadora del traje de los Montpensier de Ntra. Sra. Del Rocío? dada la época y su relación con los Duques, pudiera ser ella quien lo bordara entre 1851 – 1855.

Con la llegada de este terno, hubo nuevas variaciones en la confección del mismo. El vuelillo de encajes que rodeaba el rostro, fue tomando forma de rostrillo a finales del siglo XVIII y principios del XIX, en finas holandas con puntilla de encaje, con la llegada de este vestido, se fijó el rostrillo de prenda independiente de tejido rico, tisú de oro y plata con argentería. Las amplias mangas de punta, vinieron a convertirse en el actual mantolín.[40]

Desde 1813 hasta 1918, la Virgen solo luciría dichas ráfagas tanto en las procesiones como en su camarín. En 1919, en la Coronación Canónica, se vuelven a recuperar las llamadas ráfagas redondas de 1733, dejando las de rayos en contadas ocasiones durante su permanencia en su santuario. Es en 1949 cuando se realizan unas replicas de las ráfagas redondas y de la corona de 1919 para su uso en el camarín, quedando las de rayos guardadas sin utilidad durante varias décadas. Precisamente en la década de 1980, se vuelva a recuperar para camarín, siendo restauradas y doradas. La volveríamos a ver en Almonte durante su estancia de 1998-1999.

Coincidiendo en el traslado a Almonte de 2012, la Hermandad Matriz decide restaurarla volviendo a su aspecto original de plata. La Virgen la luciría durante octubre de 2012 hasta enero del año siguiente. Es tal impacto visual que produjo, ya que marcaba de nuevo la iconografía que ostentó durante el siglo XIX y principios del XX, que la Virgen volvería a lucirlas para el Bicentenario del Rocío Chico en agosto (1813 – 2013), procesionando con ellas 95 años después de la última vez.

Procesión de 1918. La última vez que la Virgen procesionaría
con el conjunto orfebre de Rayos hasta 2013

Principios de la década de 1980. Santuario del Rocío

La Virgen en la Parroquia de la Asunción de Almonte en 1998


La Virgen luce en 2012 en la parroquia almonteña
el conjunto de plata recién restaurado


Simbólica procesión extraordinaria en agosto de 2013
por el Bicentenario del Rocío Chico (Fotografía Antonio Valladolid)


Javi el Almonteño

CITAS:

[1] INFANTE GALÁN, J.: Rocío. La devoción mariana de Andalucía. Sevilla, 1971. Pp. 56 y 57.
[2] Regla directiva, y constituciones… Op. Cit. P. 13.
[3] GONZÁLEZ CRUZ, D.: Ritos y ceremonias en el mundo Hispano durante la edad moderna. Huelva, 2002. P. 360.
[4] Se trata de una de las alhajas más antiguas de la Virgen del Rocío. Los rasgos estilísticos que la adornan son la corona imperial de tipología barroca, labrada y cincelada en plata de ley, todavía con acentuadas reminiscencias manieristas. La Revista del Rocío, nº 9, Huelva, mayo de 2012. Pp. 41 y 43.
[5] La hermandad sevillana del Dulce Nombre (La Bofetá), posee una corona de misma similitud a la de Ntra. Sra. Del Rocío. Atribuida al orfebre jerezano Juan Laureano de Pina o a su círculo. De finales del siglo XVII. Al igual que la “corona canasto” realizada por el mismo orfebre a la Virgen de las Angustias de Jerez.
[6] “…el más especial y mayor devoto de Ntra. Sra.…”. Para recaudar lo necesario, se nombraron “…diputados que asistan a pedir limosna que sea bastante sobre dichos cien pesos para la compra de dicho retablo…”. ÁLVAREZ GASTON, R.: Devoción de un pueblo, Las Raíces del Rocío. Madrid, 1981. Pp. 184 y 189.
[7] GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M. y CARRASCO TERRIZA, M. J.: Catalogo monumental de la provincia de Huelva. Huelva, 1999 P. 100.
[8] GONZÁLEZ GÓMEZ, J. M. y CARRASCO TERRIZA, M. J.: Catalogo monumental... Op. Cit. P. 76.
[9] LÓPEZ TAILLEFERT, M Á.: Comentario al acta de nombramiento de Don Juan José Lagares como hermano mayor de la Cofradía del Santo Entierro. Revista Almonte Cofrade. Bollullos Par del Condado, 2006. P. 43.
[10] PADILLA DÍAZ DE LA SERNA, S. y Otros… Testimonio histórico de la devoción de los almonteños a la Madre de Dios. Huelva, 2006. P. 59.
[11] MAYO RODRÍGUEZ, J.: El Rocío en la Guerra de la Independencia, revista Exvoto. Sevilla, 2011. P. 121.
[12] PADILLA DÍAZ DE LA SERNA, S. y Otros… Testimonios históricos… Op. Cit. P. 59.
[13] CRUZ DE FUENTES, L.: Documentos de las fundaciones... Op. cit. Huelva, 1908. P. 206.
[14] Gran acomodado del pueblo, poseía varias casas. CRUZ DE FUENTES, L.: Documentos de las fundaciones… Op. Cit. P. 329. En junio de 1817 obtiene licencia del ayuntamiento para construir una choza contigua al corral de la ermita del Rocío. MUÑOZ BORT, D. y FLORES CALA, J.: Hermanos Mayores de Almonte, cuadernos de Almonte, nº57. Almonte, 2011. P. 37. 
[15] CRUZ VALDOVINOS, J. M.: Cinco siglos de platería sevillana. Sevilla, 1992. P. 136.
[16] VV.AA. Guías para visitar los santuarios marianos de Andalucía occidental. Madrid, 1996. P. 441.
[17] SANZ SERRANO, M. J.: La orfebrería sevillana del Barroco, tomo II. Sevilla, 1976. P. 48.
[18] CRUZ VALDOVINOS, J. M.: Cinco siglos… Op. Cit. Sevilla, 1992. P. 375
[19] Ibídem. P. 375.
[20] Ibíd., p. 375.
[21] Ibíd., p. 376.
[22] RODA PEÑA, J.: La custodia procesional de la Hermandad Sacramental del Salvador de Sevilla. Laboratorio de arte 8. Sevilla, 1995. P. 399.
[23] LÓPEZ TAILLEFERT, M. Á.: El ajuar de Ntra. Sra. del Rocío y de su ermita según un inventario del último cuarto del siglo XIX, revista Exvoto, nº 2. Sevilla, 2013. P. 46.
[24] MAYO RODRÍGUEZ, J.: El Rocío en la guerra de la independencia. Revista Exvoto. Sevilla, 2011. P. 121.
[25] LÓPEZ TAILLEFERT, M. Á.: El ajuar de Ntra. Sra. del Rocío… Op. Cit. P. 47.
[26] MUÑOZ BORT, D. y FLORES CALA, J.: Hermanos Mayores de Almonte, cuadernos de Almonte, nº57. Almonte, 2001. P. 57.
[27] MAYO RODRÍGUEZ, J.: El Rocío: Reino devocional de los Montpensier, revista Exvoto, nº 3. Sevilla, 2014. P. 65.
[28] HERRERO SÁNCHEZ, J.: La Semana Santa de Sevilla. Madrid, 2003. P. 239.
[29] FERNÁNDEZ ALBÉNDIZ, M. C.: Sevilla y la monarquía: Las visitas Reales en el siglo XIX. Sevilla, 2007. P. 176.
[30] HERRERO SÁNCHEZ, J.: La Semana Santa… Op. Cit.P. 240.
[31] FERNÁNDEZ ALBÉNDIZ, M. C.: Sevilla y la monarquía… Op. Cit.P. 177.
[32] CARRASCO TERRIZA, M. J… y otros. Guía para visitar los Santuarios Marianos de Andalucía occidental. Madrid, 1992. P. 362.
[33] (http://traselaltar.blogspot.com.es/2011/11/en-el-patio-caballos-articulos-de.html)
[34] (http://sevillapedia.wikanda.es/wiki/Patrocinio_L%C3%B3pez)
[35] INFANTE GALÁN, J.: Rocío. La devoción mariana… Op. Cit. Pp. 140.
[36] COLCHERO Y NAVARRO, F.: Función de desagravio a la Virgen del Rocío en su santuario. Sevilla, 1906.
[37] En 1885 Villamanrique adquiere un nuevo Simpecado, siendo hermano mayor Francisco de Paula Sánchez, por un coste de 6.800 reales de vellón. Descripción de las Hermandades que concurren al Rocío. Villamanrique, en revista La Romería del Rocío, Talleres Tipográficos de El Defensor, Huelva, 1922, s. p.
[38] GALÁN CRUZ, M.: Exvotos pictóricos de Nuestra Señora del Rocío. Expresiones populares de fe. Huelva, 2010. P. 12 y 46.
[39] LÓPEZ TAILLEFERT, M. Á.: El ajuar de Ntra. Sra. del Rocío… Op. Cit. P. 50.
[40] INFANTE GALÁN, J.: Rocío. La devoción mariana… Op. Cit. PP. 56 y 143.

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