Benedicto XVI come con los pobres. Que nadie esté sólo, nadie marginado, o abandonado: es el llamamiento lanzado por el Papa Benedicto XVI, durante su visita al comedor de los pobres de la Comunidad …Más
Benedicto XVI come con los pobres.
Que nadie esté sólo, nadie marginado, o abandonado: es el llamamiento lanzado por el Papa Benedicto XVI, durante su visita al comedor de los pobres de la Comunidad de San Egidio en Roma.
El Papa fue recibido en la sede de la Comunidad San Egidio, por el fundador, Andrea Riccardi, su presidente Marco Impagliazzo, el arzobispo Luigi Moretti, vicegerente de Roma y monseñor Vincenzo Paglia, Obispo de Terni, acompañados por dos huéspedes de la comunidad, una mujer rumena, Yelena Hailovic y un senegalés, Laye Sissoko.
El Papa se sentó en la mesa junto a doce comensales, entre los cuales una familia gitana de cuatro personas; un refugiado político afgano chií de 34 años; un viudo de 90 años; un joven de 25 años en silla de ruedas desde su nacimiento, quien fue abandonado por su familia.
El Papa durante el almuerzo conversó con ellos y escuchó sus historias difíciles. “Estoy aquí entre ustedes –explicó Benedicto XVI- para decirles que estoy cerca de ustedes y que les quiero”. Al finalizar el encuentro con más de 150 invitados, el Papa entregó regalos personalmente a todos los niños presentes.
Que nadie esté sólo, nadie marginado, o abandonado: es el llamamiento lanzado por el Papa Benedicto XVI, durante su visita al comedor de los pobres de la Comunidad de San Egidio en Roma.
El Papa fue recibido en la sede de la Comunidad San Egidio, por el fundador, Andrea Riccardi, su presidente Marco Impagliazzo, el arzobispo Luigi Moretti, vicegerente de Roma y monseñor Vincenzo Paglia, Obispo de Terni, acompañados por dos huéspedes de la comunidad, una mujer rumena, Yelena Hailovic y un senegalés, Laye Sissoko.
El Papa se sentó en la mesa junto a doce comensales, entre los cuales una familia gitana de cuatro personas; un refugiado político afgano chií de 34 años; un viudo de 90 años; un joven de 25 años en silla de ruedas desde su nacimiento, quien fue abandonado por su familia.
El Papa durante el almuerzo conversó con ellos y escuchó sus historias difíciles. “Estoy aquí entre ustedes –explicó Benedicto XVI- para decirles que estoy cerca de ustedes y que les quiero”. Al finalizar el encuentro con más de 150 invitados, el Papa entregó regalos personalmente a todos los niños presentes.