Un santo calificó de “sinsentido destructivo” el lío del Vaticano II con las Órdenes religiosas

En 1966 el Padre general de los Franciscanos visitó al padre Pío un poco antes del capítulo especial que debía tratar las nuevas Constituciones, para pedir oraciones y bendiciones al padre Pío. Lo encontró en el claustro.

“Padre, he venido a encomendar a sus oraciones el capítulo especial para las nuevas Constituciones”.

Apenas había pronunciado las palabras “capítulo especial” y “nuevas Constituciones”, cuando el Padre Pío hizo un gesto violento y exclamó: “Todo esto no es más que un sinsentido destructivo”.

“Pero, Padre, después de todo, hay que tener en cuenta a la generación más joven. Los jóvenes evolucionan según las modas. Hay necesidades y nuevas exigencias”.

“Lo único que falta, dijo el padre Pío, son el alma y el corazón, lo son todo, la inteligencia y el amor".

Y se fue a su celda, pero se volvió y dijo, apuntando con su dedo: “¡No debemos distorsionar, no debemos distorsionar! En el juicio del Señor, San Francisco no nos recibirá como hijos suyos”.

Un año más tarde, la misma escena se repitió en la época del “aggiornamento” de los Capuchinos.

Fuente: ITreSentieri.it (22 de septiembre)

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