¿A qué le tiene miedo? – Teólogo de Amoris Laetitia reprende a Francisco
El sacerdote y teólogo italiano Giovanni Cavalcoli, OP, un defensor de Amoris Laetitia, exhortó a Francisco que deje de promocionar una especie de “misericordia” que promueve la herejía, la impiedad, la apostasía, los conflictos, las divisiones, la laxitud, el libertinaje y la corrupción moral (MarcoTosatti.com, 28 de mayo).
De este modo, convencidos que “Dios no les castiga”, advierte Cavalcoli, los pecadores, los herejes y los criminales no se ven castigados por la autoridad eclesiástica y creen que pueden seguir pecando libremente, confiados falsamente en que igualmente pueden alcanzar la salvación.
Cavalcoli explica a Francisco que el buen pastor predica la misericordia al arrepentido y defiende la causa de los oprimidos mediante la amenaza de la venganza divina contra el malvado.
Pero si usa la benevolencia y consideraciones también con los corruptos y los pecadores arrogantes e impenitentes, sin amenazarlos con los castigos divinos y sin advertirles que las desgracias que les afligen (por ejemplo, el coronavirus) son llamados divinos a la penitencia, ellos seguirán caminando engreídos por la senda de la perdición, pensando que el Papa está con ellos.
El papa Francisco debería tener presente que la misericordia dada a quien no la merece y no quiere convertirse no le hace bien, no lo cura, sino que lo hace peor y todavía más descarado.
Los pecadores obstinados y orgullosos “solo pueden ser contenidos mediante la severidad”, enfatiza Cavalcoli, “rechazando su falsa seguridad de salvarse, amenazándolos con los castigos divinos y suscitando en ellos el temor de Dios.
Por el contrario, el papa Francisco “calla” sobre los grandes pecados que son promovidos por los herejes, por los ateos, por los falsos profetas, por los impíos, por los luteranos, por los modernistas, por los relativistas, por los rahnerianos, por los masones, por los comunistas, por los hedonistas, por los disolutos y por los sodomitas.
“¿Francisco tiene miedo de perder prestigio en el mundo?”, pregunta Cavalcoli.
#newsGlhhiusvsw
De este modo, convencidos que “Dios no les castiga”, advierte Cavalcoli, los pecadores, los herejes y los criminales no se ven castigados por la autoridad eclesiástica y creen que pueden seguir pecando libremente, confiados falsamente en que igualmente pueden alcanzar la salvación.
Cavalcoli explica a Francisco que el buen pastor predica la misericordia al arrepentido y defiende la causa de los oprimidos mediante la amenaza de la venganza divina contra el malvado.
Pero si usa la benevolencia y consideraciones también con los corruptos y los pecadores arrogantes e impenitentes, sin amenazarlos con los castigos divinos y sin advertirles que las desgracias que les afligen (por ejemplo, el coronavirus) son llamados divinos a la penitencia, ellos seguirán caminando engreídos por la senda de la perdición, pensando que el Papa está con ellos.
El papa Francisco debería tener presente que la misericordia dada a quien no la merece y no quiere convertirse no le hace bien, no lo cura, sino que lo hace peor y todavía más descarado.
Los pecadores obstinados y orgullosos “solo pueden ser contenidos mediante la severidad”, enfatiza Cavalcoli, “rechazando su falsa seguridad de salvarse, amenazándolos con los castigos divinos y suscitando en ellos el temor de Dios.
Por el contrario, el papa Francisco “calla” sobre los grandes pecados que son promovidos por los herejes, por los ateos, por los falsos profetas, por los impíos, por los luteranos, por los modernistas, por los relativistas, por los rahnerianos, por los masones, por los comunistas, por los hedonistas, por los disolutos y por los sodomitas.
“¿Francisco tiene miedo de perder prestigio en el mundo?”, pregunta Cavalcoli.
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