MENSAJE DEL SEÑOR A PEPE CAYETANO
CRUZ BLANCA, 19 Mayo 1985

P. Cayetano:– ¡Perdóname Señor, pues no Te reconocí, mi Señor Enamorado estoy de vuestra presencia y postrado ante Ti, mi Señor!
Señor:– LA MIES ESTA MADURA. Es necesario tomar la hoz y segar en abundancia para Mi Padre.
P. Cayetano:– Si, mi Señor.
Señor:– Mi Iglesia es como un CIRCULO, en el que, de CUATRO PARTES, UNA QUIERE EL CONCILIO DE TRENTO, EL CONCILIO VATICANO IIº NO DA FRUTOS ESPIRITUALES.
P. Cayetano:– ¡Oh mi Señor! no me habléis, por favor de cosas del Vaticano IIº. Os lo suplico.
(Tras unos momentos de silencio, exclama el vidente):– Se alegra mi corazón, Señor, en esa buena noticia, Padre mío. Perdón para todos... Tú sabes la alegría que causas en mi corazón, Señor.
Todos seremos verdaderos y dignos hijos de MARIA.
Señor:– VOLVERA LA DOCTRINA DEL CONCILIO DE TRENTO... JUAN PABLO IIº LUCHA, PERO NO LE DEJAN... POR ESO TIENE QUE ACTUAR CON EL PROGRESO... actuando de progresista... PERO NO ES SU DESEO.
Y te digo, hija Mío, que estas palabras que tu boca pronuncia el mundo te rechazará por estas palabras y serás humillado y pisoteado por tus propios hermanos... incluso por tu padre espiritual.
P. Cayetano:– ¡Señor mío y Dios mío! Eres Tú, Quien me importa en el mundo, eres Tú, mi amor y mi alegría, mi tristeza y mis dolores... lo único que Te pido es que HOY, me lleves contigo.
(Festividad de la Ascensión del Señor, en la Liturgia, sí bien la auténtica fecha fue el pasado 16).
Llévame HOY, para que Te vea tan maravilloso como cuando has venido y no te reconocía en el tiempo en que llegaste.
(Le apareció el Señor vestido de un brillantísimo manto blanco, según propia confesión del vidente).
Señor:– Diles a Mis hermanos, que los frutos acumulados en vosotros con esas espinas clavadas en vuestros corazones, se convertirán en péta... pétalos de rosas que adornarán el paso y el camino de Mi Segunda Venida a la tierra.
P. Cayetano:– Altísimo Jesús, como Divino Pastor que eres, tómanos, cógenos, condúcenos a Tu Redil, llévenos al Padre Celestial... llévanos conTigo, porque estás lleno de Majestad y de Gloria.
(El vidente besa la tierra y dice)– Por amor a Ti, porque esa es mi cruz, la beso y la amo, Señor. Si... amado mío, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Señor:– (Privado para el sacerdote presente) Pastor F., esa espina que hay dentro de ti, pronto saldrá y levantarás el hisopo...
P. Cayetano:– ¿El hisopo?...
Señor:–... y bendecirás a aquellos que tantas piedras contra ti, han lanzado.
P. Cayetano:– Explícame Señor, que es lo que es "hisopo"... ¡no!... "guisopo"... yo no lo sé decir así, de esa manera, Señor
Señor:– Y ahora, Pastor F., te ordeno y sabes que no tengo derecho, porque tú tienes Mi Poder en la tierra, que des una Bendición a tus hijos.
P. Cayetano:– ¿Cómo... urbi... orbi... orbi... urbi? ¡Señor, no me formes un lío, por favor!... Si, Padre mío... que él (el sacerdote) ya lo sabe?... Padre F. denos la Bendición en el Nombre de Nuestro Señor JesuCristo a todos vuestros hijos. (El Sacerdote da la Bendición y dice el vidente):– Señor mío, JesuCristo ¿porqué has elevado Tus Manos hacia el Padre... cuando el pastor nos bendecía?
Señor:– Pidiendo la Bendición para él y para todos vosotros.
Hijitos Míos, en verdad marcho al Padre, para preparar para vosotros las moradas celestiales y DE NUEVO BAJARE PARA TOMAROS.
P. Cayetano:– Señor Jesús, pero Tú me dijiste que antes de Tu Venida a la tierra, que yo estaría conTigo, y ahora me dices que Tú bajarás pronto y que nos tomarás... ¡bueno! ¿no me dirás eso por mí, no?
Señor:– El alma que en verdad Me ama, comprende Mis palabras.
El alma que en verdad Me ama, sabe que Mi Padre la quiere mucho... ¡Acércame esos misterios que tienes en tus manos!
P. Cayetano:– ¿Misterios en mis manos, Señor?. Estos no son misterios, Padre mío, son Rosarios, Señor.
(Entrega un libro de devociones a una señora y le dice:):
Señor:– Despójate de todas esas miserias que hay en ti y Me darás los frutos que deseo para ti misma.
Soy Jesús el que vela por ti y sufre tus consecuencias.
P. Cayetano:– ¿Dónde vas, Señor? (El vidente va dirigiendo su vista hacia un lugar que le indica el Señor y de pronto exclama como sorprendido):– ¡Dios mío!... ¡ese rostro de Clemente, Señor! Ten misericordia de todos, Padre mío y perdónalos.
(Alude el vidente a Clemente Domínguez, cabeza visible del Cisma por él iniciado en l976).
Señor:– El perdón saldrá del Vaticano, paro todos... muy pronto.
La tierra florecerá y EL TRIUNFO DE MARIA vendrá muy pronto, porque muy pronto vendrán los derramamientos de vuestras lágrimas, por las muchas ofensas que recibiréis de MIS PROPIOS MINISTROS.
P. Cayetano: – Señor mío JesuCristo ¿eres en verdad el Hijo de Dios Vivo?... porque a veces, Señor, no sé si Te am... no sé Quien eres y no sé... qué hay dentro de Mí que se arroja a Ti, Señor... pero ¿Quién eres?
(Momentos de silencio)... y yo, también te amo con todas mis fuerzas... porque quisiera Señor arrancar mi corazón y dártelo para Ti, para que lo llevaras a donde Tu vas, Señor.
Adiós Padre mío, adiós mi Señor, adiós Padre mío... ¡llévame contigo!