A los 81 años: Francisco jubila a obispo alemán que aseguraba que los paganos siguen siendo paganos

Alfert presentó su renuncia en 2016 al cumplir 75 años. Llegó a Paraguay desde Alemania como misionero de los Oblatos de María Inmaculada [OMI] en 1972. Su tía fue religiosa en Brasil.
En el Pilcomayo viven diez grupos aborígenes, cada uno con su propia idea de Dios, dijo Alfert a Kirche-und-Leben.de en agosto de 2017: “No queremos convertirlos en católicos” [pero los evangélicos los convertirán al protestantismo].
Alfert se interesa por las reformas agrarias y quiere luchar para que los indios sigan siendo paganos (“para preservar su religión”).
La vida parroquial está a cargo de “los fieles”, dijo. “Cuando llego a una aldea, primero pregunto qué tengo que hacer, en vez de al revés”.
Recordó que llegó a un servicio religioso. “Se había leído la lectura y ya se había pronunciado el sermón”. Entonces, un feligrés dijo: “Nuestro obispo lleva un cuarto de hora sentado ahí. Vamos a escuchar lo que tiene para decir”.
No sorprende que Francisco mantuviera a Alfert tanto tiempo en el cargo.
Ironía de la historia: El Monasterio de María Engelport, donde Alfert completó su noviciado, fue abandonado por la moribunda congregación OMI en 2013 y ahora es un Monasterio de Rito Romano de las Hermanas del Instituto Cristo Rey.
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