El Santo Rosario Guadalupano - La Virgen de Guadalupe.La Virgen misma nos ha ilustrado muchísimo acerca del Santo Rosario, a través del Padre Gobbi. -“ No se asombren si en esta batalla caen los que no han querido o no han sabido usar el arma que Yo misma les he dado: la oración sencilla, humilde y mía del Santo Rosario. Es oración sencilla y humilde y, por lo tanto, es la más eficaz para combatir a Satanás, que hoy los seduce, sobre todo, con el orgullo y la soberbia “ ( 28 de Mayo de 1976 ).

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Y recuerda, TEN FE... ese es el unico requisito que Dios te pide, para obrar milagros en tu vida.

¡Dios te bendiga!

¡Alabado sea Jesucristo y Maria Inmaculada!

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Video: Creado y editado por "Jovenes Oblatos de Maria Inmaculada" (canal de youtube.com) con windows movie maker.
Texto: Santo Rosario a la Virgen de Guadalupe - Aparicion a Juan Diego.
Audio: Rezado y grabado por el Grupo de Jovenes Oblatos de Maria Inmaculada, Grupo J.E.S.U.S. (Jovenes Empleando Sinergia Unidos para el Servicio), en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, San Jose del Rincon, Santa fe, Argentina.
Imagen: Las imagenes que aparecen en este video fueron modificadas y pertenecen a las siguientes especificaciones en Google: Herramientas/ derechos de uso / Etiquetas para reutilizacion con modificaciones.
Musica: Acordes de guitarra + repeticion de estrofa.

P.d.: Pedimos disculpas por el "sumbido" que se escucha de fondo y por el "cliqueo" al iniciar cada momento de la grabacion.

Recuerda que:

Recitar el Rosario, en efecto, es en realidad contemplar con María el rostro de Cristo.

Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso, que favorezca en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvelen su insondable riqueza.

El Rosario es a la vez meditación y súplica. La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesión lo puede todo ante el corazón del Hijo... En el Rosario, mientras suplicamos a María, templo del Espíritu Santo, Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno, rogando con nosotros y por nosotros.