
La madre dijo el 3 de noviembre en el sitio web RestoringTheMedia (ver a continuación) que aunque la iglesia estaba vacía, el portero les gritó por no utilizar mascarillas.
Ziuraitis – quien estaba a cara descubierta – se acercó al grupo, exigiéndoles que o abandonaran la iglesia o utilizaran mascarillas, pero ellos se negaron.
Un enojado Ziuraitis llamó entonces a la policía, quien hizo saber que obligar a usar mascarillas no era su tarea. Pero a pedido del sacerdote le pidieron a la familia que se retirara.
La madre dice que durante seis semanas ningún negocio de la ciudad de Kansas le pidió que se pusiera una mascarilla.
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