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Miles - Christi
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Crónicas de un impío - Tercera parte

Miles Christi - 15/08/2015

« Que nadie se equivoque : de Dios nadie se burla » (Gal. 6, 7)

La « eco-encíclica »
Laudato Si’ : del cuidado por la Madre Tierra al Gobierno Mundial

En su « encíclica » Laudato Si’ [1] Francisco hace suya una doble impostura científica : la del calentamiento climático y la de su presumida causalidad humana. El documento se fundamenta así en datos científicamente discutibles, y discutidos de hecho, lo que le quita de raíz su razón de ser. Y si a eso se añade la objeción capital de que los asuntos de orden científico no integran el objeto de la competencia magisterial, el caracter absurdo que reviste este texto se hace evidente.

Pero hay algo peor todavía que una temática ilegítima acompañada por un presupuesto erróneo que vicia todo el discurso a la base : no hace falta ser un gran hermeneuta para comprender que la cuestión climática no es más que un pretexto en pos de una doble finalidad totalmente extranjera a la tan declamada « protección del medio ambiente ».

Dichos objetivos son los siguientes: 1. Acelerar la constitución de un gobierno mundial encargado de hacer aplicar a escala global las medidas que supuestamente se necesitan para « salvar el planeta ». 2. Continuar la adulteración del cristianismo desde el interior, en vistas a integrarlo a las otras « nobles tradiciones religiosas » en el seno de una religión universal, parodia monstruosa del catolicismo. Instauración del mundialismo político y religioso: he aquí el objetivo real que persigue este documento siniestro, so pretexto del malicioso sofisma de « cuidar la casa común » amenazada de destrucción por la actividad humana…

En un momento en el cual la humanidad ha abandonado totalmente a Dios y en el cual el mal se ha vuelto la regla moral universal (aborto, eutanasia, « industria » pornográfica, « matrimonio » homosexual, etc.), Francisco decide que la prioridad de nuestro tiempo debe ser dada a la preservación del medio ambiente y a la lucha contra el presunto cambio climático.

Esa decisión pone de relieve la falsa religión que encarna Francisco, ya que, disimulada bajo la apariencia de un vocabulario vagamente cristiano, nos propone una religión vaciada de su contenido, naturalista e inmanente, indiferente a la salvación de las almas rescatadas por la sangre de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz…

Habría tanto que decir para desenmascarar todas las patrañas y las manipulaciones empleadas por Francisco para embaucar a la gente en su « encíclica » que haría falta un extenso estudio para tratarlas convenientemente… Pero como esto no es posible en el ámbito restringido de este artículo, nos vemos obligados a destacar solamente algunos pasajes emblemáticos, acompañados de breves comentarios.

Señalemos para empezar que ninguna de las 172 notas de pie de página pertenece al magisterio anterior al CVII y que 21 están extraídas de documentos de conferencias episcopales diversas, las cuales están desprovistas de toda autoridad magisterial.

Figuran igualmente, entre otras, ocho citas de la programática « Exhortación Apostólica » Evangelii Gaudium, seis del « Patriarca » cismático Bartolomé y del teólogo modernista Romano Guardini, dos del manifiesto panteísta y evolucionista Carta de la Tierra y, finalmente, una de la mundialista Declaración de Río, del filósofo protestante Paul Ricœur, de un « maestro espiritual » sufi (!!!) y del jesuita panteísta Pierre Teilhard de Chardin. Este es mencionado sólo una vez, pero su panteísmo evolucionista impregna todo el texto y constituye sin lugar a dudas la principal fuente de inspiración del documento.

La religión de Francisco : el panteísmo evolucionista de Teilhard en versión ecológica

[…] estamos llamados a aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global. § 9

[…] Si bien el cambio es parte de la dinámica de los sistemas complejos, la velocidad que las acciones humanas le imponen hoy contrasta con la natural lentitud de la evolución biológica. § 18


Francisco profesa, además de un panteísmo naturalista que no se atreve a avanzar a cara descubierta, la doctrina evolucionista erigida en certeza científica, como buen discípulo que es del charlatán y falsificador Pierre Teilhard de Chardin[2].

Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. § 23

Francisco pretende basar su « enseñanza » sobre un pretendido « consenso científico », para colmo inexistente ; y aun si esto fuera cierto, en nada tocaría la fe y la moral católicas y de ningún modo constituiría ni el fundamento ni el objeto de un documento del magisterio eclesial.

La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. § 23

Hablando como un auténtico gurú eco-mundialista, Francisco se presenta como el portavoz del catastrofismo ambientalista que busca culpar a la humanidad del presunto calentamiento global.

Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo. § 53

Francisco aboga por el destino del planeta y de los miserables, invitando a la humanidad a tomar « otro rumbo », de corte naturalista, y que, ostensiblemente, no es el de la conversión a Dios ni el de la renuncia al pecado, sino el de la « protección » de nuestra « hermana tierra ».

Nuevo rumbo que diverge fundamentalmente del que nos indica la Iglesia, única Arca de Salvación dada por Dios al mundo, ya que para Francisco todas las « convicciones creyentes », parte integrante de la « riqueza de las religiones », están capacitadas para conducir el género humano hacia su « pleno desarrollo », al margen de la Iglesia fundada por Nuestro Señor Jesucristo :

¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las personas de buena voluntad, un capítulo referido a convicciones creyentes? No ignoro que, en el campo de la política y del pensamiento, algunos rechazan con fuerza la idea de un Creador, o la consideran irrelevante, hasta el punto de relegar al ámbito de lo irracional la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para un desarrollo pleno de la humanidad. § 62

Los papas conciliares, artesanos del gobierno mundial

Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos. Un mundo interdependiente no significa únicamente entender que las consecuencias perjudiciales de los estilos de vida, producción y consumo afectan a todos, sino principalmente procurar que las soluciones se propongan desde una perspectiva global y no sólo en defensa de los intereses de algunos países. La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común. § 164

Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia. § 53


En resumidas cuentas : a los efectos de volver coercitivo el proyecto mundialista, auténtico cosmopolitismo apátrida al servicio de la República Universal onusina, so capa de « cuidado ecológico » de la « madre tierra », nuestra « casa común », se requiere un gobierno planetario capaz de imponer esta utopía totalitaria a los recalcitrantes…

Ese propósito es aún más explícito en el pasaje siguiente en el que Francisco cita a Benedicto XVI, quien por su parte hace otro tanto con Juan XXIII, probando palmariamente, por si quedasen dudas, la continuidad del proyecto mundialista masónico de todos sus predecesores desde el CVII:

La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza. Necesitamos una reacción global más responsable, que implica encarar al mismo tiempo la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones pobres. […] Como afirmaba Benedicto XVI en la línea ya desarrollada por la doctrina social de la Iglesia : ‘‘para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, [san] Juan XXIII’’. § 175

Autoridad política mundial bajo la tutela de la ONU, cuyo designio de sociedad secularizada, humanista y naturalista se sitúa en las antípodas del reino social de Nuestro Señor, y el cual, en última instancia, sólo puede conducir a la aparición del gobierno universal del Anticristo...

El « dios » gnóstico de Francisco

[Dios] quiso limitarse a sí mismo al crear un mundo necesitado de desarrollo, donde muchas cosas que nosotros consideramos males, peligros o fuentes de sufrimiento, en realidad son parte de los dolores de parto que nos estimulan a colaborar con el Creador. § 80

Impregnado de gnosis hegeliana, Francisco concibe el acto creador como el paso de la indeterminación divina hacia sus determinaciones finitas, lo cual hace que el ser pueda recibir un contenido, en un proceso de ascención dialéctica por la cual lo creado toma conciencia de su divinidad originaria, el saber absoluto por el cual « Dios » alcanza a « expresarse » en el hombre, acto que supone el término de la historia, el equivalente del « Punto Omega » teilhardiano, el « Cristo Cósmico » hacia el cual se dirige el universo a través de su proceso evolutivo.

El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos, implica una novedad no explicable plenamente por la evolución de otros sistemas abiertos. § 81

La creación ex nihilo de Adán y Eva debe ser considerada como un « error de interpretación » de las Escrituras :

Si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas. § 67

Y debe darse cabida a la Odisea del Espíritu, que actúa como telón de fondo en la transformación de las especies y del universo en su conjunto hacia la toma de conciencia de « Dios » en la humanidad. Obsérvese de paso la negación tácita de la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, quien habría alcanzado la « plenitud divina » solamente con su Resurrección:

El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal [53[3]]. § 83

Para esta gnosis panteísta, la naturaleza y el hombre son sagrados. Y éste último toma conciencia de su verdadera naturaleza sacra « descifrando la del mundo », las cuales realidades sagradas constituyen una « manifestación divina »…

Podemos decir que, ‘‘junto a la Revelación propiamente dicha, contenida en la Sagrada Escritura, se da una manifestación divina cuando brilla el sol y cuando cae la noche’’. Prestando atención a esa manifestación, el ser humano aprende a reconocerse a sí mismo en la relación con las demás criaturas: ‘‘Yo me autoexpreso al expresar el mundo; yo exploro mi propia sacralidad al intentar descifrar la del mundo’’. § 85

Hallamos el mismo panteísmo naturalista en los pasajes siguientes:

[…] estamos llamados a ‘‘aceptar el mundo como sacramento de comunión […] Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta’’. § 9

Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea. § 216

[…] pero [las creaturas] avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios, en una plenitud trascendente donde Cristo resucitado abraza e ilumina todo. Porque el ser humano, dotado de inteligencia y de amor, y atraído por la plenitud de Cristo, está llamado a reconducir todas las criaturas a su Creador. § 83

[…] todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde. § 89

No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos. [ …] Todo está conectado. Por eso se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad. § 91


En la cita siguiente Francisco expresa su indiferentismo religioso colocando el cristianismo a la par de las otras « religiones », capaces según él de proporcionar un « significado » al ser humano y de ayudarlo a avanzar:

Quiero recordar que ‘‘los textos religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas, tienen una fuerza motivadora que abre siempre nuevos horizontes […] ¿Es razonable y culto relegarlos a la oscuridad, sólo por haber surgido en el contexto de una creencia religiosa? ’’ § 199

Luego Francisco evoca la Carta de la Tierra, documento naturalista y panteísta, a fin de que la humanidad busque emprender « un nuevo comienzo », una suerte de nueva alianza invertida, entre el hombre y la naturaleza, en la que Nuestro Señor brilla por su ausencia.

Para no perder de vista el carácter inverosímil de estas palabras debe tenerse en cuenta que quien habla es nada menos que el supuesto Vicario de Jesucristo en la tierra:

La Carta de la Tierra nos invitaba a todos a dejar atrás una etapa de autodestrucción y a comenzar de nuevo, pero todavía no hemos desarrollado una conciencia universal que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente aquel precioso desafío: ‘‘Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo […] Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida”. § 207

Jesús y María al servicio del mundialismo ecológico

Una Persona de la Trinidad se insertó en el cosmos creado, corriendo su suerte con él hasta la cruz. Desde el inicio del mundo, pero de modo peculiar a partir de la encarnación, el misterio de Cristo opera de manera oculta en el conjunto de la realidad natural, sin por ello afectar su autonomía. § 99

Francisco hace alarde de su panteísmo cósmico pronunciando palabras blasfematorias contra el Santo Sacrificio de la Misa, celebrado sobre el « altar del mundo », y contra la Santa Eucaristía, presentada como una « fuente de motivación » ecológica:

Unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. En efecto, la Eucaristía es de por sí un acto de amor cósmico: ‘‘¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo’’. La Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado. El mundo que salió de las manos de Dios vuelve a él en feliz y plena adoración. En el Pan eucarístico, ‘‘la creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el Creador mismo’’. Por eso, la Eucaristía es también fuente de luz y de motivación para nuestras preocupaciones por el ambiente, y nos orienta a ser custodios de todo lo creado. § 236

Pero la audacia de Francisco no se detiene allí : movido por un compulsivo frenesí sacrílego, no vacila en incluir a la Santísima Virgen María en su perversa impostura ambientalista:

María, la madre que cuidó a Jesús, ahora cuida con afecto y dolor materno este mundo herido. Así como lloró con el corazón traspasado la muerte de Jesús, ahora se compadece del sufrimiento de los pobres crucificados y de las criaturas de este mundo arrasadas por el poder humano. § 241

La humanidad necesita una « conversión ecológica»

El punto culminante de la insensatez llegaría cuando Francisco hizo una caricatura de la conversión cristiana, movimiento por el cual el hombre se aparta del pecado para volverse hacia Jesucristo, explicando que estamos llamados a efectuar una « conversión ecológica », y haciendo de esta parodia grotesca del cristianismo un elemento esencial del Evangelio:

Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. […] Necesitamos una solidaridad universal nueva. § 14

Si ‘‘los desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido los desiertos interiores’’, la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. […] [A los cristianos] les hace falta entonces una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. § 217


Ante tales declaraciones, que adulteran el cristianismo, metamorfoseándolo monstruosamente en una gnosis al servicio del mundialismo anticrístico, uno queda pasmado por la falta de lucidez y de reacción de parte de la inmensa mayoría del mundo católico…

Francisco prosiguió luego su muy penosa arenga ecolo-luciferina insistiendo con la doctrina panteísta de su impío maestro, el jesuita apóstata Teilhard de Chardin:

Diversas convicciones de nuestra fe, desarrolladas al comienzo de esta Encíclica, ayudan a enriquecer el sentido de esta conversión, como la conciencia de que cada criatura refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos, o la seguridad de que Cristo ha asumido en sí este mundo material y ahora, resucitado, habita en lo íntimo de cada ser, rodeándolo con su cariño y penetrándolo con su luz. § 221

El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre. El ideal no es sólo pasar de lo exterior a lo interior para descubrir la acción de Dios en el alma, sino también llegar a encontrarlo en todas las cosas. § 233

Imperturbable, el Soberano Blasfemador del Vaticano continuó su diatriba sacrílega afirmando que también la renovación incruenta del Sacrificio del Calvario incluye una finalidad ecológica, al « sanar » nuestras relaciones con el « mundo ». Es más, Blasfemoglio I no dudó en equiparar la Santa Misa con el Sabbat de los judíos talmúdicos, quienes rechazan a Nuestro Señor Jesucristo, al cual consideran un impostor merecidamente ajusticiado:

El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. Ese día, así como el sábado judío, se ofrece como día de la sanación de las relaciones del ser humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con el mundo. § 237

Francisco, « soberano pontífice » de la religión mundialista

A guisa de conclusión de su « magisterio ecológico », Francisco propuso dos plegarias diferentes, una para uso de los « cristianos », la otra destinada a los « monoteístas »…

He aquí la « oración no cristiana » (!!!) elaborada por Francisco, en la cual silenció los santos nombres de las Tres Personas Divinas al igual que el de Nuestro Señor Jesucristo, y por la cual se constituye en candidato natural para el « supremo pontificado » de la religión mundialista y ecuménica en gestación, falsificación diabólica y adulteración monstruosa del catolicismo:

Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.

Oración por nuestra tierra : Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. § 246


La « buena onda » es la « oración laica » de Francisco

Que Dios los bendiga y recen por mi, no se olviden. Y si alguno no puede rezar porque no cree o porque su conciencia no se lo permite, ¡mándeme buena onda ![4]

Si alguno « no puede » rezar, porque su conciencia « no se lo permite », ¡no importa! Basta con enviar « buena onda » a modo de « oración » al Ser Supremo y a la Madre Tierra, quienes se encargarán de transmitirlas a Francisco, siempre deseoso de recibir las « oraciones » de los herejes, las « bendiciones » de los cismáticos y ahora también, créase o no, ¡las good vibrations de parte de los ateos! Pues ha de saberse que la buena onda de aquellos que rechazan a Dios opera mágicamente sobre él, al margen de la economía de la salvación, sustrayéndose de modo misterioso a la universalidad de la Providencia Divina…

No creer en Dios, o bien negarse a rendirle el culto que le es debido porque la « conciencia no se lo permite » a uno, no son sino detalles sin mayor importancia para este hombre de una insensatez a toda prueba y cuyo pasatiempo principal parecería ser el de blasfemar sin solución de continuidad, adentrándose cada día más en el pestilente lodazal del escándalo y de la impiedad, en el que manifiestamente se desenvuelve como pez en el agua…

Los peores males del mundo actual según Francisco

- ¿Cuáles son los peores males que aquejan al mundo hoy? - Pobreza, corrupción, trata de personas... Me puedo equivocar en la estadística, pero qué me decís si te pregunto ¿qué ítem viene en gasto en el mundo después de alimentación, vestido y medicina? El cuarto son los cosméticos y el quinto las mascotas. Es grave eso, eh. El cuidado de las mascotas es como el amor un poco programado, es decir, yo puedo programar la respuesta amorosa de un perro o de una gatita, y ya no necesito tener la experiencia de un amor de reciprocidad humana. Estoy exagerando, que no se tome textual, pero es para preocuparse[5].

No es la omnipresencia de la pornografía, ni el satánico « derecho » al aborto, ni el abominable « matrimonio » de los sodomitas (por no citar más que esas tres « conquistas » del mundo « moderno ») que constituyen los mayores flagelos de la sociedad contemporánea : Francisco nos asegura, impertérrito, que se trata más bien, entre otros, del desempleo y del apego a los animales domésticos…

El pecado, la violación de la ley divina, los escándalos que conducen a una multitud de almas al infierno carecen de relevancia para este hombre cuya visión naturalista e inmanente de la « salvación » reemplaza la visión beatífica y la vida eterna por el bienestar y la resolución de la « cuestión social »…

Como dijo a Eugenio Scalfari en la famosa entrevista de octubre de 2013 publicada en La Repubblica, ilustrando acabadamente su concepción laica y naturalista de la vida humana, « los males más graves que afligen al mundo hoy son el desempleo de los jóvenes y la soledad en la que son abandonados los ancianos[6].

Para Francisco la verdad no existe

Lo único que cuenta para Francisco es fomentar la « cultura del encuentro », luchar contra el « calentamiento climático », incursionar en las « periferias existenciales » y convertir la Iglesia en un « hospital de campaña ». Enseñar la doctrina católica en materia de fe y de moral es algo que le resulta completamente extranjero, ya que no cree ni en la verdad absoluta ni en una moral inmutable:

No hay que pensar que el anuncio evangélico deba transmitirse siempre con determinadas fórmulas aprendidas, o con palabras precisas que expresen un contenido absolutamente invariable[7].

Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la pretensión de que sean únicas y absolutas[8].


Hablemos sin rodeos: este hombre no es católico. Así de simple. Y considero de la mayor importancia que esta tremenda verdad sea proclamada de manera clara y enérgica por el mayor número posible de católicos. Por otro lado, él nos ha facilitado la tarea : recordemos que al menos tuvo la franqueza de afirmar el hecho públicamente, poco tiempo después de su elección:

Yo creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios[9].

Si Bergoglio no hubiera pronunciado más que esta única frase escandalosa, y no la lista interminable de enormidades que tiene en su haber y que no deja de aumentar día tras día, ella bastaría para comprender la gravedad de la situación en la que nos encontramos. No darse cuenta de esto a la primera lectura de semejante blasfemia sólo puede explicarse por la ignorancia o por la ceguera voluntaria. Y ésta última, a su vez, puede obedecer a dos motivos diferentes : la mala fe, propia de los traidores, o el miedo, propio de los tibios y los pusilánimes…

Retomando el hilo y concluyendo: es un hecho innegable que la verdad religiosa no reviste la menor importancia para Francisco; en cambio, es igualmente cierto que ella constituye un obstáculo insalvable para la construcción de la nueva sociedad humanista y ecuménica con la que sueña, basada en el « diálogo » y en la « cultura del encuentro », una vez que la pobreza y las « injusticias sociales » hayan sido definitivamente erradicadas de un planeta al fin librado de la amenaza del « cambio climático » y salvado de la « catástrofe ambiental » hacia la que se dirigiría inexorablemente si no se produjese la « conversión ecológica » a la que tan fervientemente nos invita…

En caso de que alguien hallase mi juicio demasiado severo, me permito citar sus propias palabras, las que disipan toda duda que pudiera caber al respecto:

Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre[10].

Los católicos confrontados al misterio de iniquidad

A la vista de las declaraciones heterodoxas y de los gestos escandalosos efectuados sin cesar por Francisco desde el mismísimo día de su elección, se hace cada vez más difícil pasar por alto la profecía de San Juan acerca del Falso Profeta, aquel cuya misión consistirá en preparar el terreno al Anticristo, poniendo a su servicio una falsificación de la verdadera religión:

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. (Ap. 13, 11)

¿Qué hacer ante este hombre, cuyo carácter herético y blasfematorio es manifiesto para todo aquel que tenga ojos para ver y oídos para oír? ¿Qué actitud deben adoptar los cristianos frente a alguien que hace objetivamente el juego a los enemigos de la Iglesia? ¿Cómo reaccionar ante quien se comporta como un esmerado siervo de Satanás y un notorio precursor del Anticristo?

La respuesta me parece evidente: todo católico que se precie tiene el deber de combatirlo y de denunciarlo públicamente, dado que públicos son sus escándalos y sus ataques contra la fe y la moral católicas, y porque lo que está en juego es nada menos que el honor de Dios, la defensa de la fe y la salvación de las almas. Tengamos presente la enseñanza que nos da al respecto San Francisco de Sales, Doctor de la Iglesia:

Los enemigos declarados de Dios y de la Iglesia deben ser atacados y censurados con toda la fuerza posible. La caridad obliga a gritar ‘‘¡al lobo!’’ cuando un lobo se ha introducido en medio del rebaño y aun en cualquier lugar en que se lo encuentre. (Introducción a la vida devota)

Refugiémonos en el Corazón Inmaculado de María, nuestra Santa Madre del Cielo, e imploremos sin cesar a Nuestro Señor para que se digne guiarnos, protegernos e iluminarnos en esta hora en la que el Poder de las Tinieblas hace alarde de su arrogancia infernal en un mundo que le está enteramente sometido y que se regodea de su vil supremacía celebrando su efímero triunfo, a la espera de la Gloriosa Parusía de Jesucristo, nuestro Divino Maestro y nuestro Adorable Redentor.

Entonces podremos exultar y exclamar, junto a todos los Angeles y Santos del Cielo, en una tierra renovada y bajo un cielo nuevo, en la ciudad santa de Dios en la que moraremos:

Regocijémonos y alegrémonos, y démosle gloria, porque las bodas del Cordero han llegado y su esposa se ha engalanado. (Ap. 19, 7)

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: ‘‘He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y El morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de sus ojos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.’’ (Ap. 21, 1-4)

Terminado el día 15 de agosto de 2015, en la fiesta de la gloriosa Asunción al Cielo de la Santísima Virgen María.

[1] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[2] www.statveritas.com.ar/Varios/Evolucion_y_fra…
[3] Nota n° 53 : « En esta perspectiva se sitúa la aportación del P. Teilhard de Chardin ».
Monitum de la Sagrada Congregación del Santo Oficio (30/6/1962) :
« Varias obras del P. Pierre Teilhard de Chardin, algunas de las cuales fueron publicadas en forma póstuma, están siendo editadas y están obteniendo mucha difusión. Prescindiendo de un juicio sobre aquellos puntos que conciernen a las ciencias positivas, es suficientemente claro que las obras arriba mencionadas abundan en tales ambigüedades e incluso errores serios, que ofenden a la doctrina católica. Por esta razón, los eminentísimos y reverendísimos Padres del Santo Oficio exhortan a todos los Ordinarios, así como a los superiores de institutos religiosos, rectores de seminarios y presidentes de universidades, a proteger eficazmente las mentes, particularmente de los jóvenes, contra los peligros presentados por las obras del P. Teilhard de Chardin y de sus seguidores. » Sebastianus Masala, Notario. (AAS 54, 1962, 526)
www.infocatolica.com/…/1007281142-adve…
[4] Dirigiéndose a un grupo de periodistas en el vaticano el 7 de junio de 2015 : www.youtube.com/watch (Ver 03:45) [5] www.aica.org/17932-el-papa-l…
[6] www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
[7] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[8] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[9] www.aciprensa.com/entrevistapapalarepubblica.pdf
[10] novusordowatch.org/…/francis-not-car…
bear
Qué payasadas!
Miles - Christi
Para mayor información sobre el pontificado de Francisco, se pueden consultar los libros Tres años con Francisco: la impostura bergogliana y Cuatro años con Francisco: la medida está colmada, publicados por Éditions Saint-Remi, en cuatro idiomas (castellano, inglés, francés e italiano): saint-remi.fr/fr/35-livres - www.amazon.fr/Boutique-Kindle-Miles-Christi/s