Ex becario anglicano: Por qué es tan difícil el arrepentimiento para Francisco

El Espíritu Santo no está prometido a los Sucesores de San Pedro para propagar nuevas doctrinas, sino para transmitir el Depósito de la Fe que han recibido de los Apóstoles, explica el padre John Hunwicke, en un artículo publicado el 24 de junio en el sitio web LiturgicalNotes.blogspot.com.

Sin embargo, Francisco no se considera de los Sucesores de San Pedro. Hunwicke se refiere a la audiencia general del 23 de junio, en la que Francisco volvió a expresar su concepción ultramontana del papado, sugiriendo que los que no están de acuerdo con sus cuestionables doctrinas privadas son como los que no estuvieron de acuerdo con Cristo.

Para Francisco, los malos son los que se adhieren “rígidamente” a -lo que él llama- “lo Viejo” y no quieren escuchar “lo Nuevo”. Hunwicke dice que esto es “no sólo arrogante”, sino “blasfemo”, ya que Francisco no es Cristo ni un nuevo legislador que fue enviado para sustituir a Moisés y a Cristo.

Francisco es tan agresivo cuando ataca a sus críticos que Hunwicke sospecha que en su fuero más íntimo sabe que está equivocado.

Por lo tanto, el arrepentimiento -que Hunwicke propone como solución- es irreal, como él mismo admite: “La razón por la que la Soberbia es un pecado tan desastroso es que hace que la metanoia [el arrepentimiento] sea terriblemente difícil”.

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