Francisco se negó a bendecir a un perro

Francisco la insultó (“¡Tantos niños pasan hambre y usted me trae un perro para bendecir!”) y contó la anécdota en una conferencia sobre natalidad el 12 de mayo, en presencia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
También contó que, hace dos semanas, su secretario privado se encontraba en la plaza de San Pedro, cuando llegó una madre empujando un cochecito. El sacerdote, al que Francisco calificó de “tierno”, fue a bendecir al bebé, pero dentro había un perro.
Francisco, que ha llamado “gran italiana” a la viciosa abortista Emma Bonino y ha atacado a los proabortistas, reconoce de repente que la natalidad es fundamental para el futuro de Italia y de Europa. “Que nazcan niños es el indicador más importante de la esperanza de una nación”.
Insistió en que “las más perjudicadas son las mujeres jóvenes, a menudo obligadas a elegir entre la carrera y la maternidad”.
Y: “ahora mismo, las mujeres son esclavas de esta regla del trabajo, que también les impide experimentar la maternidad”.
Mientras tanto, está presionando para que haya más trabajadoras en el Vaticano. Pero así es como actúa Francisco. Según la ocasión, dice todo y lo contrario de todo.
Imagen: © Mazur/catholicnews.org.uk, CC BY-NC-ND, #newsMyxezpshks
