Cardenal Brandmüller fomenta no obedecer Traditionis Custodes
Así, algunas leyes quedan abolidas por su inobservancia o quedan obsoletas con el paso del tiempo: “La ley tiene que servir al bien de la comunidad, y no al revés, la comunidad a la ley”.
Como ejemplo, Brandmüller menciona la ley de Juan XXIII de febrero de 1962 Veterum sapientia, la cual decretó que la teología universitaria debía ser enseñada en latín: “Veterum sapientia, una vez impresa, fue olvidada pronto”.
Brandmüller se refiere al Derecho común, según el cual las objeciones justificadas a una ley eclesiástica universal tienen un efecto suspensivo: “En este sentido, significa que la ley no debe ser obedecida mientras no haya sido disipada la objeción “.
Dice que “si existe una duda sobre sobre si una ley obliga, ésta no es obligatoria”. Dicha duda puede basarse en la formulación defectuosa de un texto legal.
Brandmüller subraya que su argumento sólo se aplica a las leyes eclesiásticas, como Traditionis Custodes, no al derecho natural o divino.
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