Predicador de la pobreza Francisco se queda sin dinero, busca refugiarse en el dinero del cardenal Marx
Francisco ha fracasado estrepitosamente en limpiar el presupuesto de la Santa Sede, aunque ésta era una de las tareas que sus electores querían que él cumpliera.
Ahora, la casa se está incendiando. El déficit del Vaticano se duplicó en el 2018 y llegó a los 70 millones de euros, en un presupuesto de 300 millones de euros.
El Vaticano tiene demasiados empleados, 5000, contratos innecesarios, una flota sobredimensionada de autos, una pobre administración de las propiedades y gastos extras, como pagar 550.000 euros para colocar el pesebre de Navidad en la Plaza San Pedro.
El Wall Street Journal publica el 3 de setiembre que Francisco le pidió al cardenal de Múnich, Reinhard Marx, el coordinador del Consejo de la Economía del Vaticano, en una carta datada en mayo, contramedidas rápidas. Marx convocó a una reunión extraordinaria para el 20 de setiembre, para abordar el problema.
Hay otra dificultad: Modernistas como Francisco son buenos para recibir aplausos del mundo, pero alejan a los católicos simples y fieles que aportan a la Iglesia.
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