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Crítica a un artículo de Roberto De Mattei: Juan XXII no cometió propiamente herejía

El artículo criticado es el Siguiente: Un Papa que cayó en la herejía: Juan XXII y la visión beatífica de los justos después de la muerte (por Roberto de Mattei)

Comentario:

En primer lugar, el título se presta a equívocos. Propiamente hablando, el Papa Juan XXII no pronunció ni promovió herejía alguna, porque su tesis todavía no era definida como herejía todavía, aunque contradecía la enseñanza tradicional al respecto. En otras palabras, lo que defendía Juan XXII contradecía un dogmadefinido posteriormente (y esto es el mérito de su sucesor Benedicto XII porque la define tan solamente dos años después de la muerte de su antecesor), aunque, y eso sí, en buena parte gracias al error de Juan XXII. Por cierto, en el mismo artículo el mismo de Mattei recuerda este hecho: Después de estas decisiones doctrinales, la tesis mantenida por Juan XXII debe ser considerada formalmente herética, aunque en la época en la que el Papa la sostuvo no había sido aún definida como dogma de fe.”

Por otra parte, hay que cotejar bien las fuentes, conectar adecuadamente los datos comprobados, reflexionando en profundidad sobre esta circunstancia histórica y real con el fin de sacar conclusiones adecuadas. Porque, parece que en efecto, lo que quiere decir de Mattei es: “no nos alarmemos demasiado por lo que pasa con Francisco. Algo parecido ya ha pasado a lo largo de la historia”. Pero como dije al comienzo de este comentario, no es cierto, en el caso de Juan XXII sencillamente no es cierto. No obstante, tenemos, y mucho, que aprender de la postura de los teólogos y en general de los cristianos de aquella época, nada fácil de la Iglesia, con los papas refugiados en Avignon debido a la difícil e ingobernable situación de la ciudad de Roma, cuya anarquía obligó a los pontífices a salvaguardar el gobierno de la Iglesia en una zona más segura y viable. Esta parece ser la intención del artículo, así la juzgo y al hilo de la misma haré las últimas reflexiones. Pero antes que nada, situémonos en el contexto histórico lo más preciso posible de Juan XXII.

Respondamos, en ese sentido, a la siguiente pregunta: ¿era precisamente la intención de Juan XXII de extender una determinada doctrina de la visión beatífica a toda la Iglesia, era su intención darle el valor magisterial? Porque de Mattei afirma otra sentencia que no comparto y denuncio como falsa, a saber: A comienzos del siglo XIV un Papa, Juan XXII, impugnó esta tesis en su magisterio ordinario y cayó en la heterodoxia.”, reafirmando otra vez lo mismo más adelante, La enseñanza heterodoxa de Juan XXII era ciertamente un acto de magisterio ordinario, concerniente la fe de la Iglesia, pero no infalible, porque carecía (cambio aquí ligeramente la traducción) de carácter definitorio. Pues no. Porque el magisterio no es de error, sino de verdad. Lo que ha ocurrido es que el papa sencillamente se había equivocado al afirmar tal tesis en citadas tres homilías en un lapso mayor de dos meses. No era prudente, se lanzó digamos en una aventura teológica sin consultar debidamente con teólogos y pastores ortodoxos que sí tenía a su disposición. Enseñó lo que no debía, a lo que no tenía derecho. Lo que afirmo es que hay que cumplir unas condiciones básicas para que una determinada “enseñanza” pueda ser considerada magisterio. Simplemente, debe ser coherente con la fe de la Iglesia. El caso de Juan XXII es un claro caso de cómo el Señor sostiene y a la Iglesia y al papa en su magisterio. El fino y ortodoxo oído de los teólogos fieles y experimentados, junto con el sensum fidei del pueblo de Dios que reaccionó inmediatamente ante la indebida intromisión del pontífice, es prueba evidente de la custodia del depositum fidei en la Iglesia.

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Enzo de la Virgen y un usuario más enlazaron a esta publicación
Cristo-Rey-Soberano
Traducción del artículo del Rev. Anthony Cekada por la pagina amor a la Verdad dice:
El Papa Juan XXII no fue hereje (...)
En un segundo sermón, por otra parte, el Papa
Juan XXII dijo lo siguiente:
“Digo con San Agustín que, si me engaño en este punto, que alguien que lo sepa mejor que yo me corrija. A mí no me parece otra cosa, a menos que la Iglesia lo declare con una declaración contraria […
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Traducción del artículo del Rev. Anthony Cekada por la pagina amor a la Verdad dice:
El Papa Juan XXII no fue hereje (...)
En un segundo sermón, por otra parte, el Papa
Juan XXII dijo lo siguiente:

“Digo con San Agustín que, si me engaño en este punto, que alguien que lo sepa mejor que yo me corrija. A mí no me parece otra cosa, a menos que la Iglesia lo declare con una declaración contraria [nisi ostenderetur determinatio Ecclesie contraria ] o a menos que las autoridades en Sagrada Escritura se expresen con más claridad contra lo que yo he dicho anteriormente. “(Le Bachelet, DTC 2 : 262).

Tales declaraciones excluyen el elemento de “obstinación” necesario a la herejía.


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