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H. Küng II. (Por Olegario, en el ABC: ¡se salen!)

José Luis Aberasturi, el 12.04.21 a las 5:21 PM

Vuelve a reincidir el ABC, dedicando esta vez nada menos que su famosa Tercera (11-IV-2021), laudatoria cien por cien -¡cómo no: es lo que se lleva en ciertos ambientes!-, sobre el Hans Küng. Insiste. Él sabrá por qué.

La firma la pone Olegario González de Cardedal, que es el “teólogo” oficial y oficialista -más o menos- que la Iglesia Católica en España ha puesto en la cumbre. Ya con casi 87 años a cuestas, que no son pocos. Con premios y demás, también a cuestas. Y con muchos libros, clases, conferencias, etc., etc., en su haber: amplísima y larga trayectoria.

Personalmente, no le conozco; ni he leído prácticamente casi nada suyo, solo alguna cosita corta: no me ha convencido nunca, la verdad.

Por eso digo lo mismo que dije de Ignacio Camacho: me voy a referir, única y exclusivamente, a “esta” Tercera y a lo que en ella dice: ni a su obra, ni a su trayectoria, ni a su vida personal o pública. Para nada. Ahora: a lo que escribe aquí, sí. Y no para alabarle precisamente, porque no puedo. Y lo siento, pero aquí raja y yerra; aunque también es posible que respire tal como escribe aquí.

De entrada y para ir a lo importante, que Olegario coloca al final de su escrito como resumen a destacar, y con lo que, supongo, pretende que nos quedemos.

Estas palabras rematan su página:

“Küng ha acompañado a no pocas personas a redescubrir aspectos centrales del cristianismo, hoy especialmente significativos, y no en último lugar su proyecto de una `Ética mundial´ a la cual las religiones están obligadas a colaborar. Hoy, reconocidos sus límites y completados con las correcciones que tanto teólogos como la autoridad eclesial le han hecho, sus libros podrán seguir ayudándonos a vivir mejor nuestra tarea de personas y nuestra fe de cristianos”.

Supongo que después de esto se habrá echado la siesta, tras tomarse algo para brindar por este “eminentísimo ‘teólogo’, de nombre Hans Küng"; que igual que Lutero, y en palabras de alguien que las dijo referidas a este último, da la impresión de que también: “Ha sido medicina para la Iglesia”. ¡Que ya tiene mérito, Blasa!

Porque seguro que, a no tardar mucho, alguien las va a decir de este buen señor. Y convencido seguramente, y pretendiendo convencernos. De hecho, es lo que hace González con Hans, aunque siempre con las “cautelas pertinentes” que le caracterizan.

Porque, vamos a ver, Olegario: ¿Podrías aclararnos de qué personas hablas, a las que el amigo Küng “ha acompañado” nada menos que “a redescubrir aspectos centrales del cristianismo, hoy especialmente significativos”?

Y aparte de algún listado de tales personas en el que el susodicho quede bien, ¿podrías añadir además cuáles son esos “aspectos centrales del cristianismo?". En especial, cuando afirmas que “hoy” son “especialmente significativos”. ¡Tal cual, Manola!

Porque, si no dices nada al respecto, perdona, pero habrás hecho mera poesía, o habrás escrito por escribir o, pudiera ser, al dictado: algo que, desgraciadamente y desde hace ya muchos años, nos sobra en la Iglesia Católica de hoy; y algo de lo que hay que huir como del COVID más contagioso, virulento y mortal.

Ya puestos: ¿podrías aclararnos qué significa para HK -y para ti, ya que parece que te subes al carro- lo de “una `Ética mundial´”?

Y, ya lanzado a preguntar, ¿qué significa para ti eso del HK de que “las religiones están obligadas (sic: tal cual, oyes) a colaborar”? Para el K ya lo sé; pero, ¿y para ti? ¿Pones en el mismo saco -las “religiones"-, a la Iglesia Católica y a todos los inventos de alrededor, aunque hayan salido de Suiza? Que ya se ve que Suiza te encandila, y de qué manera. ¡Con lo bonita que es Ávila!

Una vez aclaradas estas preguntas -que no creo que las respondas ni las aclares, aunque me parecen absolutamente necesarias que lo hicieras; porque, en caso contrario, nunca sabremos de qué vas tú, ni qué significa lo que dices-, vendrán otras más, si nos lo permites.

Por ejemplo: eso de que “…sus libros podrán seguir ayudándonos a vivir mejor nuestra tarea de personas y nuestra fe de cristianos”. Personalmente, me deja perplejo, por decir algo suave…

Porque esto lo dices después del nefasto itinerario personal de este sujeto, más la “siembra” -¡pura cizaña!-que se ha hecho en los seminarios católicos de las “hanskünadas"; palpando además los frutos notables que ha traído: vamos que se cosechan… ¡a manos vacías!

Y lo dices también después de todo un rosario de temas -en el que de la impresión de que te recreas-, en los que este señor se pasa una y otra vez de rosca; hasta el punto de no dejar nada por derribar y asolar dentro de la Iglesia.

Por ejemplo (los señalas tú mismo): La Iglesia debería ser más carismática que jerárquica; para más burla te apoyas en los protestantes -incluido Lutero, al que citas expresamente-, que inventan el tema; tema al que Hans se apunta. ¿Y tú? ¿Esto es “católico", o ni se le parece?

Más temas: cuando HK se carga -o pretende- la “infalibilidad del Papa". Y esto, después de un Concilio, el CV I, que declaró expresamente esa “infalibilidad” como verdad de Fe. Un detallito que para el Hans no tenía la menor importancia: igual que para los protes. ¿Y para ti? ¿Es católico esto?

Seguimos: ¿Seguía siendo “fiel” la Iglesia a Jesucristo? Y, en caso de duda, ¿quién decide? Había que sembrar la duda -toda una “defensa de la Fe", supongo- para, a continuación, dar “LA” respuesta: no deciden los Obispos, sino -¿adivinan?- ¡los teólogos! ¡Acabáramos, Manuela! O sea: ¡el Küng! ¿Sigues de acuerdo, González?

Item más: La Iglesia debe acabar siendo una “comunidad de elección, y ya no una comunidad de institución a cuyo contenido objetivo… uno se adhiere al creer y ser bautizado”. ¿Lo suscribes, Olegario? ¿Habría que poner urnas como en las democracias avanzadas o retrógradas, por ejemplo?¿La Iglesia Católica debería tener “puertas giratorias": ahora entro, ahora salgo?

¿Habría que revolver para ensuciar, una vez y otra -como los separatistas: ¡vengan votaciones hasta que salga que SÍ!- “la autoridad en la Iglesia -¿no les basta constatar cómo la fundó el Señor: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia?-, la identidad teológica de Jesús de Nazaret -¿no les basta con que ES “nuestro Dios y Señor"?-, y la naturaleza sacramental de la Eucaristía”: no les basta con Esto es mi Cuerpo, esta es mi Sangre. Haced esto en conmemoración mía?

¿Todo esto, y alguna cosilla más, te parece bien, Olegario? ¿Estás personalmente de acuerdo?

Finalmente, ¿podrías aclararnos en qué nos pueden ¡ayudar! -nada menos- sus libros, cuando la misma Iglesia ha dicho que eso no es católico, ni puede enseñarse como católico? ¿Para ti, como para el Hans, sí?

Puntos, todos ellos, que parece que tú los ves tan normal y tan requetebién: cuando con eso en la mano, de la Iglesia Católica no queda ni el apellido. El nombre sí, porque a cualquier cosa se le llama ya “iglesia". En Guadalajara lo dicen así: “a cualquier trapo llaman camisa”. Sabiduría popular, dicen, que no debe ser nada “científico".

Pretender ponerlo, como haces, al nivel de Karl Barth, me parece fenomenal, pues no va más allá de un protestante -"reformado", apuntas-, al que HK está más cercano -son perfectamente reversibles-, que a cualquier cura católico.

¡Pero que lo pongas al lado de Hans Urs von Balthasar…! Rondas ya con eso la ciencia ficción, Olegario González, cuando no la mentira, más la calumnia. ¿Te ha traicionado la edad o ha sido el corazoncito?

No creo que, ante esta rajada tuya, Hans Urs se quedase callado -es una pena que esté muerto-; pues no solo no tenían nada en común -excepto lo de Hans y lo de Suiza-, sino que estaban en zonas muy distintas y muy distantes en la Iglesia: uno estaba “dentro” y a favor, el otro “fuera y activa y militantemente en contra". Una distancia INFINITA, o así.

¿Tú también? O, como te ha pasado tantas veces, ¿"te da lo mismo carne que pescado"?

¡Contéstanos, Olegario, por fa! ¡Nos tienes sobre ascuas y no sabemos muy bien a qué te refieres! Si aplaudes los desatinos de HK, dínoslo también claramente. Que pareces “gallego” -lo digo en sentido coloquial: nada infamante para los naturales de Galicia, a los que aprecio de veras-, más que de La Lastra del Cano (Ávila).

Y el ABC sigue “de triunfo en triunfo hasta la derrota final". Como el PP: acomplejadillo y políticamente correcto; y así le va: cayendo, cayendo, cayendo… cavando su propia “¿desaparición?”

Le pasa lo mismo, insisto, que al PP: entre Casado y Ayuso, ni color. A Casado no le votan ni los del PP convencidos… de que no vale. A Ayuso, hasta los convencido de otros partidos: porque vale.

Pues eso. Así va el periódico, antes un referente casi obligado para toda España. Hoy, cada día más débil, devorado por asuntos ya derrotados y empequeñeciéndose.

Ustedes mismos.

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