
La ceremonia incluso fue trasladada de la iglesia a la sala parroquial, donde sólo se utilizó el 30% de la capacidad para el distanciamiento sanitario. Los asistentes utilizaron mascarillas y desinfectantes (ver foto).
Las autoridades civiles locales estuvieron de acuerdo con la Misa. Incluso visitaron la parroquia y ayudaron a arreglarla.
El arzobispo de Florianópolis, monseñor Wilson Jönck, explicó en una declaración datada el 1 de diciembre que repentinamente la policía consideró a la Misa un “evento social” y no un culto litúrgico, porque tuvo lugar en la sala.
“Si no se puede ver la diferencia entre una Misa y un baile de carnaval, hablar se vuelve difícil”, comentó Jonck. A pesare del raid policial, se pudo continuar con la ceremonia de Confirmación, pero se prohibió la distribución de la Comunión.
Imagen: Luan Jorge da Luz, #newsQjileckjji
