Lo que Benedicto escribe en el libro de Ratzinger/Sarah

El miércoles el sitio web Tagespost.de publicó en alemán el ensayo de Benedicto XVI sobre el sacerdocio, el cual está publicado en el libro de Ratzinger/Sarah. En gran parte, el texto es superficial y está atrapado en explicaciones de términos, interpretaciones históricas, lenguaje encubierto e ideas de los años 70. Por eso el primer título dice “La formación del sacerdocio del Nuevo Testamento en una exégesis pneumático-cristológica”. La primera oración continúa en el mismo estilo: “El movimiento que se formó en torno a Jesús de Nazareth estaba en el período pre-Pascual, era un movimiento laico.

¿Movimiento laico de Jesús?
En una primera síntesis, Ratzinger llama “movimiento laico de Jesús” a la Iglesia pre-Pascual. Este movimiento no mostró una actitud “antilitúrgica” o “antijudía”, como afirman los protestantes, simplemente porque el sacerdocio estaba unido a la tribú de Leví y al Templo. Lo que Ratzinger pasa por alto es que en Cristo apareció el sumo sacerdote que llevó a su consumación el sacerdocio veterotestamentario. En consecuencia, la Iglesia pre-Pascual no fue en absoluto un “movimiento laico”.

Palabras claras sería un buen comienzo
Ratzinger confiesa que en una conferencia sobre el sacerdocio de la Iglesia, inmediatamente después del Concilio, él mismo presentó al sacerdote del Nuevo Testamento como un pensador de palabras más que como un “artesano de la liturgia”. Ahora, Ratzinger cree que el sacerdote debe considerer la Palabra de Dios, porque esta Palabra se hizo carne. En el sacerdocio se trata -cita presuntuosa de Ratzinger- “comprometerse en la carne de Jesucristo, y este auto-comprometerse es, al mismo tiempo, una exposición a la transformación de nosotros mismos a través de la cruz.

Celibato es ontológico
Al menos, las breves consideraciones de Ratzinger sobre el celibato son claras. Él señala que el vínculo entre la abstinencia sexual y el culto ya existía en el Antiguo Testamento. Sin embargo, los sacerdotes del Templo sólo se dedicaban a la liturgia en ciertos momentos. Por eso ellos podían combinar su ministerio con el matrimonio. En contraste, el sacerdote de la Iglesia celebra Misas en forma regular, incluso diariamente. Por ese motivo “toda su vida está en contacto con el misterio divino y, en consecuencia, exige una exclusividad para Dios que excluye todo otro vínculo que abarca toda la vida, como el matrimonio”. La abstinencia funcional se ha convertido en abstinencia ontológica.

Celibato es apostólico
La objeción que el celibato continúa una evaluación negativa de la sexualidad ya ha sido rechazada por los Padres de la Iglesia, advierte Benedicto. Enfatiza que la Iglesia siempre consideró el matrimonio como un don dado por Dios en el paraíso. También menciona que en la Iglesia Antigua los hombres casados fueron ordenados sacerdotes si se comprometían a la abstinencia sexual.

Publicado originalmente en inglés el 16 de enero de 2020, en What Benedict Writes in the Ratzinger/Sarah Book

Traducción al español por: José Arturo Quarracino