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Alfie ha muerto, pero la batalla por la Vida continúa

Por RICCARDO CASCIOLI

Alfie ha muerto. Falleció a las 2.30 horas de la madrugada (hora de Liverpool; 3.30 horas de Italia). El Señor decidió liberarlo, a su modo, de esas cuatro paredes del hospital donde se lo mantenía prisionero de médicos y jueces que habían decretado su condena a muerte. Además del alma, ahora también su cuerpo podrá salir finalmente de ese lugar de muerte.

La oración que lo acompañó en todo el mundo en estos últimos días ahora se torna más intensa y conmovedora. Por Alfie, para que el Señor le conceda esa alegría eterna para la que ha sido querido y creado. Por sus fantásticos padres, Tom y Kate, para que el Señor los sostenga y les dé consuelo en este dificilísimo momento; y para que el valor de la extenuante batalla que han combatido heroicamente durante tantos meses con el Poder, y el dolor que están experimentando en este momento, se transformen en una obra de amor; por todos los que hemos acompañado la batalla de Alfie, para que la chispa de vida y de amor que encendido en tantos corazones se convierta en un fuego que – como decía santa Teresa de Lisieux – «encienda con el fuego de tu Amor la multitud de los pobres pecadores». Por los médicos y jueces que lo han querido muerto y por los intelectuales, políticos, eclesiásticos que lo han apoyado: que el Señor abra su corazón y su mente para que tengan tiempo de arrepentirse.

Alfie ha sido asesinado. Sobre esto no nos debemos equivocar. Ha sido asesinado en el momento en el que se le retiro el apoyo vital de la ventilación. No hay necesidad de pensar siquiera que en las últimas horas se le había hecho de todo para acelerar su muerte, aunque la sospecha es fuerte. Pocas horas antes de la muerte le habían dicho a Tom y a Kate que lo dejarían ir a casa, lo cual constituyó la última burla. En realidad, habían decidido que no debería salir vivo del hospital, y así fue. Y el pensamiento en este momento se traslada a los miles y miles de enfermos incurables que viven sólo gracias a apoyos vitales: el que legitima la muerte de Alfie firma también la condena a muerte de aquéllos.

Por esto la batalla de Alfie no se detiene aquí, más aún: el pueblo de la vida está llamado a ser cada vez más consciente de lo que está en juego y del combate al que está llamado. El Príncipe del Mundo vencerá todavía en algunas batallas terrenas, lo ha hecho siempre, pero la batalla que estamos combatiendo – como dice san Pablo en la Carta a los cristianos de Éfeso - «no es contra las criaturas de carne y sangre, sino contra los principados y las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que habitan en las regiones celestiales». Mantengámonos entonces «bien firmes – sigue diciendo san Pablo - ceñida la cintura con la verdad, revestidos con el escudo de la justicia y teniendo como calzado en los pies el celo para propagar el evangelio de la paz».

Cristo ya ha vencido, y ha vencido también a través de Alfie: basta ver lo que ya ha nacido de esta experiencia, como ya hemos tenido ocasión de resaltar (hacer click aquí y aquí). Y también nosotros estaremos asociados a esta victoria se aprendemos a combatir con las armas sugeridas por san Pablo, si de esta aparente derrota aprendemos a depender totalmente de Nuestro Señor, y a confiarle totalmente nuestro corazón a Él y a su Madre.

Publicado originalmente en italiano el 28 de abril de 2018, en lanuovabq.it/it/alfie-e-morto-l…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino