10 Efectos de la Actividad del Demonio [y cómo protegerse]

Basándonos en el conocido exorcista P. Gabriele Amorth podemos clasificar la actividad demoníaca en ordinaria y extraordinaria en su libro Un exorcista cuenta su historia.

Un detallado catálogo para no olvidar.
A pesar que el papa Francisco ha hablado más que cualquiera de los últimos pontífices sobre el demonio, parece que aún no es suficiente, porque los párrocos siguen en general en silencio, probablemente porque no quieren ‘asustar’ a los feligreses.
¿No es esta una de las reacciones que pretende el demonio?
damos relevancia especial al tema, porque algunos no quieren oír del tema porque les asusta como dijimos y otros porque creen que se trata de una superstición medieval (otra de las cosas que el diablo quiere que pensemos, que él no existe).
10 ACTIVIDADES DEL DEMONIO
1. DOLOR FÍSICO EXTERNO CAUSADO POR SATANÁS
La actividad demoníaca puede manifestarse como dolor físico. El padre Amorth nombra a San Juan de la Cruz, el Cura de Ars, y el Padre Pío como ejemplos históricos de quienes sufrieron golpes físicos y tormento por los demonios, pero hay muchos más.
Pero, ya que esta “forma externa de la persecución no afecta al alma”, se entiende que “nunca ha habido la necesidad de un exorcismo, sólo para las oraciones.”
2. POSESIÓN DEMONÍACA
Esta ocurre cuando satanás toma plena posesión del cuerpo (no del alma); habla y actúa sin el conocimiento o consentimiento de la víctima, que por lo tanto es moralmente intachable.
En referencia a la pregunta, si hay un modelo referencial , el P. Amorth informa que,
“fijar un modelo para el conjunto de la posesión demoníaca sería un grave error; la aflicción recorre toda la gama de síntomas y gravedades“.
3. OPRESIÓN DIABÓLICA
No hay posesión, pérdida de conciencia, o acción involuntaria y de palabra, sólo eventos graves a leves que afectan a la persona.
El Padre Amorth los ejemplifica con las severas aflicciones de Job y la espina de San Pablo clavada en su carne (2 Cor 12: 7).
Mientras que “la posesión es rara”, el P. Amorth revela que él y sus colegas exorcistas han atendido
“a un gran número de personas que han sido afectadas por el diablo en susalud, trabajo, o relaciones”

4. OBSESIÓN DIABÓLICA
Los síntomas incluyen ataques repentinos, pensamientos obsesivos, a veces incluso racionalmente absurdos, pero de tal naturaleza que la víctima es incapaz de liberarse a sí misma.
Además,
“la persona obsesionada vive en un perpetuo estado de postración, desesperación con intentos de suicidio. Casi siempre obsesión influye en lossueños“.
5. INFESTACIÓN DIABÓLICA
Es el fenómeno por el que un demonio posee un lugar. Las infestaciones afectan casas, cosas o animales.
La infestación de la casa puede ocurrir cuando en esa casa se ha practicado de forma continuada espiritismo, ritos satánicos, santería o cualquier otra forma de esoterismo.
El demonio al poseer un lugar puede mover cosas a voluntad o provocar ruidos u olores. La infestación no provoca la posesión de ninguna de las personas que viven en ese lugar.
6. SUBYUGACIÓN O DEPENDENCIA DIABOLICA
El Padre Amorth explica que la gente cae en esta forma de mal cuando voluntariamente se somete a satanás.
“Las dos formas más comunes de la dependencia son el pacto de sangre con el diablo y la consagración a satanás“.
Vayamos ahora a ver las actividades ordinarias, que son las más comunes y las mas débiles
El Padre Amorth indica que maleficio y maldición es una palabra genérica. Se define comúnmente como “dañar a los demás a través de la intervención demoníaca”.
Esta es una definición exacta, pero no explica la causa del daño, por lo tanto produce confusión.
“Por ejemplo, algunos creen que la maldición es sinónimo de hechizo o brujería. En mi opinión, los hechizos y la brujería son dos tipos diferentes de maleficios”.
7. MAGIA NEGRA – BRUJERÍA – RITOS SATÁNICOS QUE CULMINAN CON MISAS NEGRAS
El Padre Amorth aborda estas prácticas como un grupo, ya que son análogas y comparten la característica común de obtener
“un maleficio contra una persona específica a través de fórmulas mágicas o rituales – en ocasiones muy complejas – invocando al demonio, pero sin el uso de concreto de objetos“.
El que se dedica a estas prácticas se convierte en un siervo de satanás a través de su propia culpa.
Hay pasajes de la Escritura que prohíben las prácticas análogas: Deu 18:10-12, Lev 19:31, Lev 20:27, Lev 19: 26-31, Ex 22:18
8. MALDICIONES
Las maldiciones invocan el mal, y el origen de todos los males es demoníaco. Cuando las maldiciones se expresan con verdadera perfidia, especialmente si hay una relación de sangre entre el que las echa y el maldecido, el resultado puede ser terrible.
El hecho de que operen dentro de lazos familiares o en una “ocasión especial”, por ejemplo, una boda, puede tener consecuencias terribles.
Por ejemplos un caso: un joven maldecido por su propio padre en el nacimiento, los padres maldiciendo a la esposa de su hijo en su boda, un hombre cuya abuela maldijo una fotografía de él, lo que resultó en sus piernas enfermas y múltiples cirugías.
9. MAL DE OJO
Esto consiste en un hechizo de mirar a alguien con voluntad de dañar. No viene, como muchos piensan, por creer que alguna persona causa mala suerte con sólo mirarte; eso es un disparate. El mal de ojo es un verdadero hechizo; en otras palabras, presupone la voluntad de hacer daño a una persona determinada con la intervención de los demonios.
Lo que es importante es que la víctima no debería sospechar todos los que conoce, sino perdonar de todo corazón al que le hizo mal, no importa quién sea.
Dice Amorth,
“Quiero hacer hincapié en que, si bien creo que el mal de ojo es posible, no puedo estar seguro de que me lo haya encontrado en mi experiencia como exorcista”.

10. HECHIZO (EMBRUJAMIENTO)
El hechizo es el “medio más comúnmente utilizado para lograr el mal. En Latín es male factus”. Se realiza generalmente usando algún tipo de artefacto maligno.
El objeto tiene un valor casi simbólico, es una señal tangible de la voluntad de hacer daño, y se ofrece a satanás para ser impreso con sus malvados poderes.
A menudo se dice que satanás es el simio de Dios; en este caso podemos utilizar los sacramentos como una analogía. Los sacramentos utilizan materia tangible (por ejemplo el agua del bautismo) como un instrumento de la gracia. En el maleficio se utiliza como instrumento de daño.
Aplicación del Hechizo:
VÍA DIRECTA: “Consiste en mezclar el objeto que se utiliza para el hechizo en la comida o bebida de las víctimas. Como ya se ha mencionado, este es fabricado con los materiales más diversos; puede ser sangre menstrual; huesos de muertos; varios polvos quemados, sobre todo negros; partes de animales (el corazón parece ser el favorito); hierbas peculiares, y así sucesivamente”.
VÍA INDIRECTA: “Esto consiste en hechizar los objetos que pertenecen a la víctima (fotografías, ropa, u otras pertenencias) o figuras que representan los maldecidos: muñecos, animales, incluso personas reales de la misma edad y sexo. Esto se conoce como material de “transferencia”, y se le ataca con los mismos males que están planeados para la víctima”.
Otros Atributos:
OBJETOS MALDECIDOS: El objeto de transferencia se une con varias cintas o pelos de animales para producir un efecto de “unión”.
El Padre Amorth relata un evento donde un muñeco estaba atado a un cordón umbilical con pelo de caballo, en un intento de atacar al hijo de una mujer embarazada.

OBJETOS EMBRUJADOS: Muchas veces objetos de transferencia de un embrujoaparecen en el interior de almohadas o colchones.
“He encontrado casi todo, desde cintas de color y gomas atadas con trozos de pelo fuertemente anudadas… animales – especialmente ratones – o formas geométricas; y coágulos sanguíneos. He visto trozos de madera o de hierro, alambre trenzado, y muñecos llenos de perforacionesy marcas y he sido testigo de la aparición repentina de trenzas muy gruesas de niños o pelo de mujeres”.
“Milagrosamente, a veces estos objetos no son visibles hasta que el agua bendita es rociada sobre la almohada abierta“.
Como recordatorio, el P. Amorth hace hincapié en que la mejor defensa contra tales ataques demoníacos – ordinarios, extraordinarios, maleficios, etc.- es vivir fielmente la vida católica, sobre todo la participación frecuente en los sacramentos de la confesión y la Eucaristía.