Kevin Angel
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Evangelio según San Mateo 16, 13-19. (22/02/2016) Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?". …Más
Evangelio según San Mateo 16, 13-19. (22/02/2016)

Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?".
Ellos le respondieron: "Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas".
"Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?".
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo".
Y Jesús le dijo: "Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.
Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella.
Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo".

Palabra del Señor.
Kevin Angel
La Cátedra del Apóstol San Pedro
En esta fiesta, la Iglesia reflexiona sobre la importancia de la enseñanza de San Pedro y sobre lo esencial que es la fe en Cristo para esta enseñanza. La fidelidad de Dios es eterna y el Señor ha mantenido sus promesas y su alianza de generación en generación, a pesar de la infidelidad, la rebeldía, la traición y la idolatría de su pueblo. Esta alianza encuentra …
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La Cátedra del Apóstol San Pedro

En esta fiesta, la Iglesia reflexiona sobre la importancia de la enseñanza de San Pedro y sobre lo esencial que es la fe en Cristo para esta enseñanza. La fidelidad de Dios es eterna y el Señor ha mantenido sus promesas y su alianza de generación en generación, a pesar de la infidelidad, la rebeldía, la traición y la idolatría de su pueblo. Esta alianza encuentra su pleno cumplimiento en Cristo y en su Iglesia. Jesucristo, nuestro Señor, selló el inicio de la Nueva Alianza fundando su Iglesia sobre el fundamento de los apóstoles, con Pedro, “la Roca”, como cabeza visible en el mundo, es decir, el Papa. Y el Señor ratificó esta “alianza nueva y eterna” instituyendo la Sagrada Eucaristía, memorial de su Pasión redentora, el pacto de Dios con los hombres que fue sellado con su Sangre preciosa para la remisión de los pecados de todos.

Cuando Jesús les preguntó “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”, la respuesta de Pedro fue producto de la inspiración divina: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.” Fue el conocimiento interior prometido por Dios para todos aquellos con quienes estableció la Nueva Alianza.

La buena noticia para nosotros es que Pedro no siempre fue el líder inspirado que aquí vemos. Al principio de su discipulado cometió muchos errores, como también los cometemos nosotros, pero tuvo un mérito muy valioso que ojalá todos lo tuviéramos: Amó entrañablemente al Señor Jesús y fue dócil a la inspiración del Espíritu Santo. Con el correr de los años, su apostolado se fue perfilando claramente, y su carácter se fue forjando en el crisol de la persecución y el sufrimiento; sólo el amor y la fidelidad a Cristo le permitieron llegar hasta el final. Por eso, ahora, al escuchar la lectura de su primera carta, vemos que finalmente llegó a ser, no sólo un cristiano maduro y sabio, sino el primer Papa de la Iglesia.

Así pues, si todos nos mantenemos unidos a Cristo y nos dedicamos a la oración, la meditación de la Palabra de Dios, la recepción de los Sacramentos y el servicio al prójimo, todos podemos llegar a ser también cristianos sabios y maduros.


“Padre amado, te pedimos por el Papa Francisco que hoy ocupa la Cátedra de San Pedro. Bendice su ministerio y sostenlo en la verdad, mientras él pastorea el rebaño y lo lleva hacia tu Reino eterno.”