¿Entonces qué debemos hacer? ¿Entonces, qué debemos hacer? Domingo 12 de Diciembre de 2021 III de Adviento Queridos hermanos y hermanas, el pasaje del Evangelio de Lucas que escuchamos el domingo 12…Más
¿Entonces qué debemos hacer?
¿Entonces, qué debemos hacer?
Domingo 12 de Diciembre de 2021 III de Adviento
Queridos hermanos y hermanas, el pasaje del Evangelio de Lucas que escuchamos el domingo 12 de diciembre nos ayuda a comprender lo grande que es el hombre. De hecho, la pregunta planteada por la multitud a Juan el Bautista, "¿Qué debemos hacer?", Supone que el hombre, a diferencia de todas las demás criaturas de la tierra, no está determinado por su instinto, sino que es capaz de elegir. Dios le ha dotado de libre albedrío, un poder que nada ni nadie podrá jamás extinguir por completo. Además, el hombre en este camino hacia la libertad encuentra en Dios a su mayor Aliado. No es casualidad que las multitudes le pidan consejo a Dios, a través de su Portavoz, el Profeta, sobre lo que deben hacer.
De hecho, sólo con su poderosa ayuda los hombres pueden comprender que la verdadera libertad se construye encontrando en Dios la fuerza para "salir" de la prisión del egoísmo para saborear y disfrutar la belleza de vivir juntos, trabajando con todos los hermanos y hermanas para buscar nuevas y cada vez más creativas formas de solidaridad, explorando y persiguiendo con valentía nuevos caminos para realizar la fraternidad universal, destacándose en el servicio de los rechazados por la sociedad, disfrutando de la vida haciendo felices a los demás.
¿Entonces, qué debemos hacer?
Domingo 12 de Diciembre de 2021 III de Adviento
Queridos hermanos y hermanas, el pasaje del Evangelio de Lucas que escuchamos el domingo 12 de diciembre nos ayuda a comprender lo grande que es el hombre. De hecho, la pregunta planteada por la multitud a Juan el Bautista, "¿Qué debemos hacer?", Supone que el hombre, a diferencia de todas las demás criaturas de la tierra, no está determinado por su instinto, sino que es capaz de elegir. Dios le ha dotado de libre albedrío, un poder que nada ni nadie podrá jamás extinguir por completo. Además, el hombre en este camino hacia la libertad encuentra en Dios a su mayor Aliado. No es casualidad que las multitudes le pidan consejo a Dios, a través de su Portavoz, el Profeta, sobre lo que deben hacer.
De hecho, sólo con su poderosa ayuda los hombres pueden comprender que la verdadera libertad se construye encontrando en Dios la fuerza para "salir" de la prisión del egoísmo para saborear y disfrutar la belleza de vivir juntos, trabajando con todos los hermanos y hermanas para buscar nuevas y cada vez más creativas formas de solidaridad, explorando y persiguiendo con valentía nuevos caminos para realizar la fraternidad universal, destacándose en el servicio de los rechazados por la sociedad, disfrutando de la vida haciendo felices a los demás.