Enzo de la Virgen
En el famoso sueño de San Bosco, ante las tormentas y dificultades que quieren destruirnos, Dios le muestra tres signos de salvación: 1. La Barca de Pedro, la Iglesia que nos lleva al puerto de la salvación. 2. La Eucaristía, nuestra alma, necesita alimentarse del Pan de salvación, el pan de Vida Eterna, nuestra sed de justicia, nuestra ansia de felicidad solo puede saciarse con la Sangre del …More
En el famoso sueño de San Bosco, ante las tormentas y dificultades que quieren destruirnos, Dios le muestra tres signos de salvación: 1. La Barca de Pedro, la Iglesia que nos lleva al puerto de la salvación. 2. La Eucaristía, nuestra alma, necesita alimentarse del Pan de salvación, el pan de Vida Eterna, nuestra sed de justicia, nuestra ansia de felicidad solo puede saciarse con la Sangre del Nuevo Pacto, derramada en nuestro favor, por Jesús en el calvario, la adoración al Corazón eucarístico de Jesucristo es la columna de nuestra fe. 3. La Devoción a María, que consiste en contemplar e imitar sus virtudes, en consagrarnos totalmente a Dios, por medio de su Inmaculado Corazón. Junto al Papa, en la Barca de Pedro, y anclados en las columnas de salvación (los dos testigos) los corazones de Jesús y María, halláremos salvación.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Amor que ha de manifestarse en la misericordia con todos, en la caridad, comprensión, sentimental y con obras concretas, “ Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve. , I Juan 4:20 Solo en Cristo, con su ayuda podemos amar, según las exigencias evangélicas, inclusos a quienes nos odian y calumnien, “y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros, como oblación y víctima de suave aroma. Efesios 5:2. San Luis Griñon lo Resumen cuatro preposiciones: 1. Hacer todo como Jesucristo, como esclavo de amor. 2 Realizar todo en Jesucristo, con su ayuda y fuerza. 3. Obrar por Jesucristo, es decir por orden de Dios, cumpliendo su evangelio. 4. Hacerlo todo para Jesucristo, es decir para su gloria y honra.

Consagración al Inmaculado Corazón de María (MSM):

Virgen de Fátima, Madre de Misericordia, Reina del Cielo y de la Tierra, refugio de los pecadores, nosotros, adhiriéndonos al Movimiento Mariano, nos consagramos de un modo especialísimo a Tu Corazón Inmaculado.

Con este acto de consagración queremos vivir Contigo y por medio de Ti, todos los compromisos asumidos con nuestra consagración bautismal; nos comprometemos a realizar en nosotros aquella conversión interior, tan requerida por el Evangelio, que nos libre de todo apego a nosotros mismos y a los fáciles compromisos con el mundo, para estar, como Tú, sólo disponibles para hacer siempre la Voluntad del Padre.

Y mientras queremos confiarte, Madre dulcísima y misericordiosa, nuestra existencia y vocación cristiana, para que Tú dispongas de ellas para Tus designios de salvación en esta hora decisiva que pesa sobre el mundo, nos comprometemos a vivirla según Tus deseos, en particular por lo que se refiere a un renovado espíritu de oración y de penitencia, a la participación fervorosa en la celebración de la Eucaristía y al apostolado, al rezo diario del Santo Rosario y a un austero modo de vida, conforme al Evangelio, que sea un buen ejemplo para todos en la observancia de la Ley de Dios, en el ejercicio de las virtudes cristianas, especialmente de la pureza.

Te prometemos también estar unidos al Santo Padre, a la Jerarquía y a nuestros Sacerdotes, para oponer así una barrera al proceso de contestación al Magisterio, que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia.Bajo Tu protección queremos también ser los apóstoles de esta hoy tan necesaria unidad de oración y de amor al Papa sobre el cual invocamos de Ti una especial protección.

Finalmente, te prometemos llevar a las almas con las cuales entremos en contacto, en cuanto nos sea posible, a una renovada devoción hacia Ti.

Conscientes de que el ateísmo ha hecho naufragar en la fe a un gran número de fieles, de que la desacralización ha entrado en el Templo Santo de Dios, de que el mal y el pecado se propagan cada vez más en el mundo, nos atrevemos a levantar, confiados, los ojos a Ti, Madre de Jesús y Madre nuestra misericordiosa y poderosa, y también hoy, invocar y esperar de Ti la salvación para todos tus hijos. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén