Claudia7
11 mil

Sólo sabemos que se llama Daniel y que tiene 23 años. Su testimonio puebla las redes sociales …

"Tengo 23 años y aún no entiendo muchas cosas. Y hay muchas cosas que no se pueden entender a las 8:00 am cuando te hablan para decirte escuetamente: “Daniel, el papa dimitió.” Yo apresuradamente …Más
"Tengo 23 años y aún no entiendo muchas cosas. Y hay muchas cosas que no se pueden entender a las 8:00 am cuando te hablan para decirte escuetamente: “Daniel, el papa dimitió.” Yo apresuradamente contesté: “¿Dimitió?”. La respuesta era más que obvia, “O sea renunció, ¡Daniel, el papa renunció!”.
El Papa renunció. Así amanecerán sin fin de periódicos mañanas, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas, que no se entienden.
Yo soy católico. Uno de tantos. De esos que durante su infancia fue llevado a misa, luego creció y le agarró apatía. En algún punto me llevé de la calle todas mis creencias y a la Iglesia de paso, pero la Iglesia no está para ser llevada ni por mí, ni por nadie (ni por el Papa). En algún punto de mi vida, le volví a agarrar cariño a mi parte espiritual (muy de la mano con lo que conlleva enamorarse de la chavita que va a misa, y dos extraordinarios guías llamados padres …Más
hussi
Tenemos mucho que aprender de Benedicto XVI, como lo comenta este joven, quizá lo más difícil de encontrar en este mundo contemporáneo inmerso en vanidades y apariencias: humildad.
Para muchos no dejará de ser el papa, el papa "escondido", el papa que en su fragilidad es un guerrero, aceptaremos al que viene por supuesto, pero la bendición que se le dió por medio del Espíritu Santo es algo que …Más
Tenemos mucho que aprender de Benedicto XVI, como lo comenta este joven, quizá lo más difícil de encontrar en este mundo contemporáneo inmerso en vanidades y apariencias: humildad.

Para muchos no dejará de ser el papa, el papa "escondido", el papa que en su fragilidad es un guerrero, aceptaremos al que viene por supuesto, pero la bendición que se le dió por medio del Espíritu Santo es algo que no se puede quitar, y la lección que nos ha dado tampoco.

Señor, permíteme aprender de mi hermanito Benedicto lo que más lo engalana y danos la sabiduría para mirar en nuestros hermanos lo que de verdad importa.