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La campana alemana contra Benedicto XVI

Indignación irracional. El mismo día en que el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW)publicó el informe sobre abusos encargado por la arquidiócesis de Múnich, una ola de indignación inundó la memoria de Benedicto XVI en Alemania. A la hora de la verdad, el veredicto sobre Benedicto XVI se pronunció en los medios de comunicación públicos: Culpable.

Sin pruebas. Guido Horst señala en el sitio web Die-Tagespost.de que no hay ninguna prueba contra Ratzinger. Subraya que el veredicto no fue pronunciado por un tribunal, sino por un bufete de abogados. Los abogados no son conocidos por ser amigos de la verdad. Según Horst, si el bufete Westpfahl Spilker Wastl hubiera sido un tribunal normal, el “acusado” Benedicto XVI habría sido absuelto por falta de pruebas.

El objetivo. Horst expresa lo que es evidente: Esta campaña de desprestigio no tiene que ver con las acciones de Benedicto, sino con su legado, que se interpone en el camino de los obispos alemanes que planean construir otra Iglesia basada en un modelo protestante fracasado. “Un hombre como Ratzinger es inquietante. El jueves, el aparato mediático lo destruyó con la ayuda de teólogos celosos”.

La sincronización. Una cosa es interesante. Los abusivos inquisidores de los abusos admitieron que el punto álgido de las supuestas agresiones en la arquidiócesis de Múnich, en su mayoría contra varones jóvenes, se produjo en los años 60 y 70. En otras palabras: Fue la época posterior al Concilio Vaticano II, que fue acompañada por un colapso moral, dogmático y litúrgico y que se presenta como una “gran renovación”, cuando supuestamente ocurrieron la mayoría de los crímenes. También fue la época en la que los grupos de izquierda, como el Partido Verde que ahora forma parte del gobierno alemán, intentaron abiertamente “legalizar” la pedofilia.

La culpa de Ratzinger. Guelfo Rosa escribe en la página web RadioSpada.org que Ratzinger debe ser condenado por el estado desastroso en que dejó a la Iglesia universal, por su enseñanza contradictoria, por renovar la apostasía de Asís. Guardó silencio cuando debería haber defendido la Tradición. Pero hacer pasar a un anciano por la picadora de carne a causa de antiguas afirmaciones refritadas por un frenesí mediático destemplado e hipócrita no es un acto heroico.

January 24th, 2022, in The German Campaign Against Benedict XVI
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