LAS 12 ESTRELLAS DE LA VIRGEN. LOS 12 PRIVILEGIOS DE MARÍA SANTÍSIMA
LOS 12 PRIVILEGIOS DE MARÍA SANTÍSIMA
Contemplación y significado de las 12 Estrellas de María según las Apariciones de la Virgen a la Sierva de Dios Madre María Costanza Zauli.
La Sierva de Dios Madre María Costanza Zauli (1886-1954), fundadora de las “Siervas Adoradoras del Santísimo Sacramento” (“Ancelle Adoratrici del SS. Sacramento”), tuvo la inspiración de practicar y difundir la devoción de los 12 Privilegios de María Santísima, ya desde el 1924, durante un período de grandes sufrimientos físicos y morales. Escribe en su diario el 30.06.1939 : «En aquella bendita vísita, la Santísima Virgen me enseñó la práctica de los Doce Privilegios y me ordenó de hacerla conocer y difundirla, porque le agrada mucho a su Corazón: recordándolos, meditándolos mentalmente y rezando por cada uno una Ave María y la siguiente oración de alabanza: “Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María”».
1er PRIVILEGIO : PREDESTINACIÓN DE MARÍA
“Antes que los abismos fui engendrada yo; no había aun fuentes ricas en aguas.” (Proverbios, 8:24)
Contemplación: El Padre Divino, desde la eternidad ideaba su obra creadora, admirando la perfección que habría imprimido en sus criaturas, y se complacía de la suma obra maestra, de la joya más preciosa, teniendo en su pensamiento a la Madre que le habría preparado su Hijo.
Invocación: Oh Gloria de la Santísima Trinidad: ayúdame a acoger y a cumplir el diseño de amor que el Padre tiene para mí.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
2° PRIVILEGIO: LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
“Y pondré enemistad entre ti y la mujer.” (Genesis, 3:15)
Contemplación: Las primeras luces del amanecer de la Redención, después de la promesa hecha en el Edén, aquí están en la inmaculada concepción de María. En la primera aparición de la estrella de la mañana, la humanidad empezó a gozar de las primicias de la reconciliación con Dios, ya que la cortina de separación de él, en virtud de la primera palpitación de la pequeña Criatura elegida, se arrancó, dejando rebosar desde lo alto la misericordia del Altísimo.
Invocación: Oh llena de gracia: sé mi fuerza para vencer el pecado y crecer en sabiduría y gracia.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
3er PRIVILEGIO: LA PERFECTA CONFORMIDAD DE MARÍA A LA VOLUNTAD DE DIOS
“He aquí la esclava del Señor: Séame hecho según tu palabra.” (Lucas, 1:38)
Contemplación: El alma de María era un verdadero paraíso de delicia para el Hijo y el más bello ornamento de gloria para la Santísima Trinidad. Ella sabía levantarse en las límpidas regiones de la fe donde veía a su Dios y adoraba su Santísima Voluntad repitiéndole el “fiat” de una dedición plena y perfecta.
Invocación: Madre de la Fe: haz que yo esté listo y alegre en mis Sí cotidianos a la Santa Voluntad del Padre.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
4° PRIVILEGIO: LA EMINENTE SANTIDAD DE MARÍA
“Sin mancha, ni arruga, ni nada semejante, sino Santa e Inmaculada.” (Efesios, 5:27)
Contemplación: La Santidad de la Virgen es totalmente un tejido de oro en la simple trama de la perfecta fidelidad a sus deberes y en el estado de vida más simple y común, que se presta a ser imitada.
Invocación: Oh modelo de santidad: sálvame de la hipocresía de la virtud aparente, enséñame humildad, amor, oración profunda.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
5° PRIVILEGIO: LA ANUNCIACIÓN
“Salve, llena de gracia; el Señor es contigo.” (Lucas, 1:28)
Contemplación: María, en el momento que recibió el Anuncio por el Arcángel, estaba absorta en la oración. Su alma dio tres esplendores: adoración, amor, dedicación, tan perfectos y elevados hasta que atrajo las complaciencias de Dios, que de aquella maravillosa Criatura formó la Sede de la Eterna Sabiduría.
Invocación: Oh elegida entre las mujeres: dóname la sencillez de tu corazón, tu generosidad, tu inquebrantable confianza en la Palabra del Señor.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
6° PRIVILEGIO: LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
“He aquí que vas a concebir en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.” (Lucas 1:31)
Contemplación: En el gran momento en que el Verbo se vistió de carne en María, su alma bendita y todo su ser permanecieron sombreados por el Espíritu Santo que la consagró Madre de Dios. ¡Qué éxtatis fue la suya! La felicidad del Padre se introducía y se enriquecía con su alegría materna.
Invocación: Oh Madre del Verbo: prepárame para acoger los dones del Espíritu Santo, para que yo me vuelve conforme a Jesús e hijo (hija) obediente de la Iglesia.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
7º PRIVILEGIO: LA PERFECTA VIRGINIDAD DE MARÍA
“¿Cómo será eso, pues no conozco varón?” (Lucas 1:35)
Contemplación: La Virgen bendita es la gloria más brillante de las criaturas, que extraordinariamente enobleció levantando primero el estandarte de la virginidad. Las almas que confían en Ella imitándola, pueden convertirse a su vez en templos vivos de Dios.
Invocación: Tú eres Madre y eres virgen, oh María: nada es imposible para Dios. Transfigura mi alma y mi cuerpo con tu dulce y cándida luz.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
8º PRIVILEGIO: EL MARTIRIO DEL CORAZÓN
“Junto a la cruz de Jesús estaba de pie su madre”. (Juan 19:25)
Contemplación: María, por la fuerza y la delicadeza del amor materno, precedía los pasos de Jesús, manteniéndose en perfecta dedicación a todas las disposiciones del Padre para cumplir la obra redentora, incluso para entregarse sin reservas junto con Él, identificándose en los mismos latidos de su corazón y de esta manera formando una sóla víctima de expiación.
Invocación: En el dolor me procreaste, Reina de los mártires. Apoya mi inconstancia en perseverar y enséñame a consolar a los que sufren.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
9º PRIVILEGIO: EL GAUDIO DE MARÍA EN LA RESURRECCIÓN Y ASCENSIÓN DE JESÚS
“Glorifica mi alma al Señor, y mi espíritu se goza en Dios mi Salvador” (Lucas, 1:46-47)
Contemplación: Jesús derramó con radiosa plenitud su gaudio en María en el momento de la Resurrección. Para una Madre como Ella, ver con sus propios ojos la exaltación del Hijo que Ella adoraba, la felicidad y las riquezas del Reino del cual Ella tomaba posesión, era motivo de gran alegría.
Invocación: Madre de Jesús, Cordero inmolado, ahora estás exultando con Él en gloria. Llévame a adorar el esplendor de su Divinidad en el Don de la Eucaristía.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
10º PRIVILEGIO: LA ASUNCIÓN DE MARÍA EN EL CIELO
“Hoy en día el arca viva y sagrada del Dios vivo ha encontrado descanso en el Templo del Señor.” (cfr. 1 Crónicas, 16)
Contemplación: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, arrebatados por el amor a su hija, Madre y Esposa, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo, acompañada por los ángeles con hosannas, hasta las alturas del Trono de Dios, del cual recibió la más alta glorificación.
Invocación: No estás lejos, Mujer vestida de sol: estás aquí, obrando con materna ternura, junto a cada uno de nosotros en nuestro camino hacia el cielo.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
11° PRIVILEGIO: LA REALEZA DE MARÍA
“El Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob por los siglos, y su reinado no tendrá fin.” (Lucas, 1:32-33)
Contemplación: En el cielo, María es el Paraíso de la Santísima Trinidad, en el cual el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se complacen. ¡De qué poder está honrada esta gran Reina! Y todo para nuestro beneficio. ¡Qué don tan inestimable nos hizo Dios dándola a nosotros como Madre!
Invocación: Tú eres reina y eres Sierva: para ti y para Jesús, reinar no tiene otro significado que servir. Edúcame, oh Madre, para ser real en testimoniar la verdad y la justicia.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
12º PRIVILEGIO: LA MEDIACIÓN DE MARÍA Y EL PODER DE SU INTERCESIÓN
“Porque quien me halla a mí, ha hallado la vida, y alcanza el favor del Señor”. (Proverbios 8:35)
Contemplación: Veo a María Santísima ante el Altísimo para obtener la salvación de sus hijos pecadores. Recibiendo todas las gracias descendientes de la Primera Fuente, hechas por el Mediador, verdadera Mediadora, Ella transmite las gracias a sus hijos y su generosidad en dar aumenta continuamente sus riquezas.
Invocación: La Santísima Trinidad te confió la misión de la Maternidad universal: yo te recibo, así como Juan, con amor filial y espontáneo, consagrándome a tu Inmaculado Corazón.
Ave María …
Bendita y alabada sea la Santísima Trinidad por las gracias concedidas a la Virgen María.
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CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN
Oh María,
Reina del mundo,
Madre de bondad,
confiando en tu intercesión,
Te confiamos nuestras almas.
acompáñanos cada día a la fuente de la alegría.
Danos el Salvador.
Nos consagramos a ti, Reina del Amor.
Amén.
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Imprimátur : Monseñor Claudio Stagni, Arzobisbo de Bolonia, 11.04.1990
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Por amor a la Santísima Virgen María y a Jesús
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madremariacostanza.net/dodici_privilegi.html
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