El iglesia modernista bendice personas...
La iglesia fiel bendice ALMAS...
No podemos salirnos de la fórmula original de las sagradas escrituras que son claras, precisas, santas y espirituales.
Eclesiástico 11, 24 " La bendición del Señor es la recompensa del justo; en un momento hace que florezca su bendición."
Deuteronomio 11, 26-28"... Yo os pongo hoy delante bendición y maldición; la bendición, si cumplís los mandamientos de Yavé, nuestro Dios, que yo os prescribo hoy; la maldición, si no cumplís los mandamientos..."
NO sé puede bendecir a los que abiertamente práctican una vida sin Dios alejada y pecaminosa.
NO sé puede bendecir una maldición, un error independientemente si se quiere disfrazar que se bendice solo la persona y no el pecado, el pecado está en el hombre, en la persona y vive en el, es parte de su vida y no se puede premiar algo que está mal a los ojos de Dios.
La bendición es para el justo, para el que cumple la voluntad de Dios, para el que realmente quiere cambiar, no a las personas que quieren que con la bendición su relación pecaminosa sea estable, alegre y con gran felicidad.
Si uno va de incógnito ya sea en pareja o solo, el sacerdote sino se da cuenta, los puede bendecir porque no tiene la seguridad que pertenezcan a los arrejuntados, LGBTQ+, divorciados vueltos a casar, etc.
Pero si el sacerdote sabe de la situación pecaminosa o si tiene duda; pregunta, y si son de los irregulares como se dice erróneamente NO puede bendecir aunque lo diga la iglesia, porque primero se obedece la palabra de Dios y luego la palabra de los hombres siempre y cuando no se alejen de lo que las sagradas escrituras dicen.
Judas recibió indignamente el cuerpo de Cristo, se salió antes de la bendición y se condenó, y eso pasara para los que quieren recibir una bendición que no se merecen, porque si realmente quieren ser benditos, necesitan cambiar de vida y acercarse a los sacramentos y vida en Dios.
A los irregulares no les importa seguir reglas que los ahogan y no los dejan ser libres, dolo quieren recibir bendiciones para tener una supuesta mejoría en su vida sin Dios.
Como la jerarquía judía en tiempos de nuestro Señor (con exepciones) traicionó a Dios, asi la jerarquía católica (con exepciones) ha hecho lo mismo. En materia diferente, pero el mismo pecado, rechazar a Dios y prostituirse con el diablo.