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HAY QUE TOMAR LA CRUZ CON LA AYUDA DEL SEÑOR. En este domingo dice el Evangelio: “El que quiera seguir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, es lo que dice Jesús después de …Más
HAY QUE TOMAR LA CRUZ CON LA AYUDA DEL SEÑOR.

En este domingo dice el Evangelio: “El que quiera seguir en pos de mi, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, es lo que dice Jesús después de haber hecho el anuncio de su Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, nosotros nos unimos a Él y si queremos dejarnos guiar por el Espírtu Santo, ciertamente tenemos que tomar la cruz, pero para tomar la cruz en serio debemos como dice el Señor negarnos a nosotros mismos, es decir hay que abandonar el pecado y entrenarse en hacer cosas buenas, en la virtud, cuando uno repite unas acciones buenas va adquiriendo una facilidad cada vez mayor para realizarlas, hasta que la realiza ya digamos así por costumbre es lo que llaman una virtud.

Pero cuando uno no se niega a sí mismo, se pone a darse gusto por lo que siente o por lo que piensa uno, la tendencia que uno tiene, entonces repite y cada vez se va volviendo más esclavo de ese pecado, de ese problema. Ya desde antiguo siempre decían: hay que tener dominio de sí mismo, que no sean los sentimientos, las tendencias, que no sean las tentaciones lo que lo maneja a uno. Un esfuerzo serio, una disciplina, un buscar siempre hacer el bien eso es negarse a sí mismo.

Pero después dice: tome su cruz, ¿cuál es la cruz para uno? la primera es naturalmente los compromisos y deberes, la segunda es pues las dificultades que uno encuentra desde su propio interior o desde el ambiente donde está, hay que esforzarse, hay que luchar, hay que tomar la cruz con la ayuda del Señor, como dice el Señor: “vengan a mí los que están cansados y agobiados yo los aliviaré, aprendan de mi, tomen sobre sus hombros mi yugo, aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón y encontrarán la paz para sus almas, porque mi yugo es suave y mi carga es ligera”

Esa cruz que el Señor le impone a uno, Él se encarga de ayudarle a llevarla, seguir al Señor, entonces uno se preocupa por conocerlo sobre todo en su Palabra y por recibirlo en la Eucaristía y servirlo ayudando a los pobres.

Que Dios los bendiga

Mons. Hernán Giraldo Jaramillo
Obispo de la Diócesis de Buga